enero 01, 2015

2014 (Hasta nunca)

Cuatrocientos setenta poemas
en trescientos sesenta y cinco días
-sin contar los que pararon
en el terrible cesto de basura-,
un cuento aún en gestación
y reprendido por tener sueños
precoces de nacer siendo novela,
es lo que haciendo inventario
solitariamente me encuentro.

¿Qué será del poema entre botellas de ron
ya transparentemente muertas y vacías
dentro de un maloliente y gris contenedor?

¡Pobrecillos! Deben odiarme
y mis manos
también deben odiarse
y las botellas de ron
abrazando mis tristes poemas
deben soñar con el diablo
tomando baños de reluciente sol.

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