mayo 29, 2010

Sólo Espero

Sólo espero que no me llegue el futuro enfrascado en bocanadas de humo, que no me encuentre arraigado en cualquier escuadrón de la Muerte sin escudo, sin patria y sin suerte. Que no se me vayan de las manos las ganas, la ansiedad por las llamas ni este quehacer nocturno de tintes inhumanos.
Que los esqueletos de mis paredes deambulen como siempre indiferentes, que mis ojos tristes algún día reencarnen en armoniosas fuentes, que alguna mejilla salpiquen de agua y de sal, de arena, de blanca espuma, que encuentren en tu cuerpo alguna cavidad aún dispuesta, aún quemante, como una boca de labios tersos que al sentir los míos estallen vibrantes.
Sólo espero no llegar a viejo con gestos vacilantes y obscenos, con el infierno marcado en el semblante y en los pulmones mantener un poco de aire. Que mi sonrisa no empiece a desdibujarse, que mis reflejos felinos no tomen el tren y se marchen, que la caña no se me vuelva de pronto de la peor calaña ni el sabor que me deja en la boca, obtenga jamás la aspereza en torno al cuello de la soga.
Que las rodillas no se quiebren a mitad de la andanza, que consiga observar lo que busco aún en lontananza, que mis temores con el tiempo se hayan disuelto o al menos, un poco carcomidos por el tiempo, que mis peroratas no sean más cuestión de vicio ni en mis letras logre hallar un maleficio.
Sólo espero que esta noche aquí sentado, contemplando el cigarrillo en mi mano, no descubra que la calma ha sido ya cosa del pasado.

mayo 21, 2010

He de Hablarte...

¡Qué te vengo yo con sofismas Mujer, con mis eternas apologías que no han de ser, más que simples elegías! ¡Qué te vengo cabizbajo y embrutecido, con las manos temblando y el corazón azorado pendiendo de un hilo!
He de hablarte de la razón efímera que aún no tengo, de los días que sin remedio se me vuelven noches sin Luna, de los demonios sin tener dato alguno de su abolengo, de esta catarsis ocularmente triste e inoportuna, de una pasión sujeta al frío de la nevera, de mis delirios embaucados notablemente hacia el Ron, de mi autoritaria calaña austera, de mi empatía al pensar en el paredón.
He de mirarte también una vez tendida en el lecho, sin pensar en tu pesar, si acaso como el mío yace maltrecho, sin reparar en todos aquellos muertos, mientras que en algún lugar incierto, la misma vida da cabida a un pensamiento mucho más certero, con flores de mil colores y ninfas repartiendo sus sudores, sus jadeos y alguna danza que a Poseidón le regalan, en tiempos de paz y completa bonanza.
¡Qué te vengo yo con mis más ínclitos lamentos, con mis más dramáticos momentos, si a tus ojos no llegará jamás este texto amarillento!

mayo 18, 2010

Ensueño (Fragmento #10)

Al fondo un arcoris difuminado,
el esbozo de una sonrisa vuelta fracaso
y ese beso tuyo, ahora salado.
Una montaña que nunca fue a Mahoma
un secreter de madera
y una breve caricia a deshora.
Al lado, la inveterada trinchera
con las mismas cadenas,
el mismo barro y las mismas huellas.
Las manchas en los muros,
los silencios nocturnos,
las ventanas rotas,
remolinos que se forman.
Al frente una luz que ofusca el horizonte
trae consigo, el bramar de los montes,
alguna vez tan azules.
Una caracola en la tierra
en pleno reposo,
una mariposa en la guerra
causando alboroto.
Al centro una quimera
marcando el compás
con todos sus huesos,
con las piernas deshechas
sorteando el filo de la tijera
que acorta la vida en cada beso
así, al saber que no hay más.

mayo 15, 2010

En Estos Tiempos (Parte I)

En estos tiempos en que no encuentro cosa mejor que hacer, desenvuelvo el alma que guardé fieramente en un cajón, lanzo al cielo un improperio que cae de pronto hacia mí, hacia mi vaso y lo revuelvo; agitador en mano y la cola se fusiona con el Ron. Cuba libre, agregada media onza de zumo de limón, pero no es Cuba ni mucho menos libre la mía, tampoco la de Fidel que tanto reclama y que pretende mover la isla entera en balsa. Pero hablar de política no es mi deber, son estos tiempos en que no encuentro cosa mejor que hacer...

mayo 06, 2010

Del Pasado y el Presente (en un Instante)

Pretendo llegar a una verdad, absurdamente cierta de la cual mucho me temo, ya del todo he de saber. Pretendo formar chubascos con un par de nubes que no son siquiera estratos, ni han de dar gota alguna, ni podrán llover. No todo es claridad, también lo he de saber, y este proceder, de cigarrillos encendidos irremediablemente me hará perecer. Me he cansado ya del sol que solo ha de dejar marcas en mi piel envejecida, me he cansado ya de los temores que han dejado mi alma ennegrecida. Moho en las paredes, sobre el alabastro lapidario de las noches más perennes, sobre la misma grieta embadurnada de efímeras alegrías; una caverna sin aire donde no entran jamás los atardeceres.
Soñé alguna vez con suaves cantos estáticos, que giraban y nunca emigraban, con alguna cadera creando la danza entre climas profundos y selváticos, abriendo de la piel los poros, desgarrando en pleno silencio la garganta, esperando el regreso de aquel vaivén en plena huida; extasiada en el reflejo del agua la mirada. Lo soñé y revoloteaban las aves, fugaces desapareciendo al bajar los párpados, al entrecerrar los ojos en sangre inyectados, al ser carcomidas por aquel tirano imperio del olvido, del polvo que con su peso quita el brillo, para poco después despertar.
Y también desperté como casi siempre enajenado y cabizbajo, maldiciendo la resaca que muy temprano me hubo atrapado, entre sus alas negras y sujeto a no tener en la boca palabra. El vacío de repente logró hacerme un prisionero, de crecida barba sobre el mentón, desfallecido y en harapos; y me aferré a él, por que nunca quise despertar y sin embargó desperté.
Ahora solo pretendo descansar, un sueño de infante soñar y si aquella suerte repartida me hace el favor, un trago de Ron...

mayo 03, 2010

Cavilaciones

Debe tratarse del Mar, de sus olas cristalinas, de la blanca espuma, de esa extraña sensación que en los pies comienza, y que poco después, en los ojos se anida. Debe ser aquello de la edad, de tanto sofisma, de alguna pasión que mi sentir tan solo reafirma, que adorna sin quererlo el tejado en relación a una verdad, cada vez más oscura y sombría. Debe ser esa edad que aún no tengo y que sin embargo en estos días mantengo, del mundo un tanto alejado.
Debe ser este sol que sin llegar el verano, quema sin misericordia mi piel y que sigue ensoñando al manzano aquel, entre fuegos fatuos y un distinto amanecer, sin temibles sombras ni demonios aferrados a la pared. Eso debe ser, la teoría caótica que regularmente lleva al hombre a unos pechos de Mujer. Entonces ¿qué hacer? Sí los naipes sobre la mesa descubren una jugada, tan mística y a la vez pagana qué el viento con su soplo ha de desaparecer.
Debe ser esa sobriedad que cuando Gato no conozco, y que sin importarme un bledo cuando Hombre, como utópico sueño en su contraparte, reconozco...

mayo 01, 2010

Necedad (Parte I)

Con la necedad a cuestas me recuesto en el diván de hojarasca, de la crujiente tempestad de ramas secas, de los días escarchados cuando aún no entra el verano. Medito, pienso, entre demonios rebusco. La resaca del mañana que ayer fungió en la inexistencia, a la cual induzco, dentro de la vorágine dorada del almíbar de la caña, ha de darme razón de incoherencia. La noche tan fresca, con sus vientos que levantan polvos grisáceos dentro de la burbuja, y en la piel, el sentimiento más vivo penetradas por mil agujas. Miro dentro del vaso, y la misma necedad me corroe, me corrompe, me incita como la piel de la Mujer justo bajo su escote, como la plaga que ha venido a ser el destino del hombre, como el lecho cruel y tirano sin conciencia de hecatombes. Y yo soy hombre, mejor dicho, un gato que ha de mutar con el alba, y no por ello he de renunciar a esa nocturna y pacífica calma, que escribe con tinta negra sus más profundas tonterías, cuidando en demasía la caligrafía y cuando sobrio, la ortografía. Pero los demonios esperan, y tal vez, ha sido demasiada espera para ellos ya...
Cuatro gotas de alquitran en la voz,
siete notas empapadas de alcohol,
campanadas en el fondo del mar,
carcajadas que me hicieron llorar...
"La canción de los (buenos) borrachos"
Joaquín Sabina Y Fito Paez.