junio 29, 2012

No es que se trate

No es que se trate, de andar por ahí
con un tercio de voz entrelazando
las manos y las ganas carmesí,
cuando el conejo en la Luna, mirando
el espejo, ha de hallar un jabalí
que entre reflejos se va devorando.

Es de papel la flor en mis bolsillos,
de niebla y agua marina mi verso,
de terrible ansiedad mi cigarrillo
y de dulce soledad mi universo.

No es que se trate, de que a todas horas
este presente la duda inclemente
clavándose en mi pecho como auroras,
como el beso de una boca demente
que bruscamente ríe mientras llora,
perdida en la oscuridad del presente.

Es de necedad mi torpe alegato,
de inevitable atracción a la nada,
de correr la cortina en arrebato
envuelto en una escena ebajenada. 

No es que se trate de calles oscuras
ni sus amantes en franca querencia,
mientras las putas sus pechos maduran
con un "te amo" en la boca sin violencia
que las mantenga del viento seguras,
de ese viento cruel llamado vehemencia.

Es de inusitadas tintas mi letra,
de lo mismo dicho de otra manera,
de vicios malsanos de color tetra
que traen consigo crueles quimeras.

No es que se trate, del temible mundo
etiquetando sin temerle al todo,
del reloj que no regala un segundo
para escapar a cuestas de este lodo,
para voltear a ver al vagabundo
sin más que juzgarlo cual cuasimodo.

Es de vil certidumbre mi latido,
de pasiones obtusas y escarlatas,
que no pretende callar lo vivido
en el fulgor de una cruenta fogata.

junio 26, 2012

No es para mí novedad

Una hoja viene y va
arrastrada por el vendaval
que tanto huele a lluvia,
a humedad entre los labios,
a ceniza quemando en los brazos.

No es para mí novedad
encontrarme perdido
ni recorrer los parajes
donde el pecho es asistido
por el recuerdo como equipaje, 
en esas tarder donde el verde
que aún me queda muere.

Se me viene haciendo la vida
un callejón oscuro sin besos
ni caricias bajo la ropa,
donde es más siniestro
y más meramente cruel
ese mismo y viejo vendaval
que arrastra de noche a la hoja.

Y soy sin quererlo aquel
que empuña la copa en lo alto
sin el tintineo de esa compañía,
que logre menguar el frío
después de besar el asfalto,
una vez derrumbada la utopía.,
por que en las manos
no me caben las flores
ni en las sienes laureles,
por que sin remedio
ante la luz he marchitado
siendo todo tinta y papeles.

No es para mí novedad
hallarme en solitario
elucubrando los reflejos
de un corazón que late
sin reparo en los espejos.

Y soy por que así lo quiero,
un bebedor emancipado
de la mirada extraña y ajena,
un caminante que observa
el recorrido de los vientos
si es que entre sus brazos
trae un hoja inmersa en su pena,

junio 24, 2012

Hemos de ser

Hemos de ser carne cañon,
sangre derramada en los vértices
de una herida que nunca sana,
cruz en la frente de los diablos
de cola inquieta y colorada,
sentimiento que se rompe sin voz
en el oído de mansas lejanías
que a cada rato afilan su hoz
esperando del abrazo su cercanía.

Lengua sin mayores palabras
en busca del beso que explote
sin el temor del sofisma
aquella frase del "abracadabra"
que elucubre la sonrisa
bajo el vientre en tibio trote.

Y eso, a medias luces duele,
y eso a medias tintas
al sulfuro del averno huele...

junio 23, 2012

En resumen

Mi poesía no es de aquellas
que se escriben en un secreter
de caobas con brillo de estrellas,
no es de aquellas sumisas
ante la lozanía del alma
esperando al alba una sonrisa.

Mi trazo, generalmente abyecto
busca sombras y bajos vientres,
se adhiere a la humedad de las paredes
mientras le pican los insectos.

Mi poesía es un hedor, no un aroma
cabalgando parajes de flores
con necia dirección a Roma,
es una punzada en las costillas
a costa de una punta de lanza
en la lentitud de las manecillas.

Mis manos, siempre agrestes
no han de ser más que las mismas
que se esconden de la gente,
que nada saben de marismas.

Mi poesía es un notado desencanto
a la luz de una bombilla perenne
mientras bebo y un verso decanto,
es un espejo tristemente a medias
esperando un inmediato reflejo
que al oído le cuente tragedias.

Mi pecho, es el que de noche late
con la fuerza que de día no tengo,
es el que en vano duelo se bate
cuando me lees y te entretengo.

Mi poesía es una chispa perdida
en la hoguera de los que fueron quemados
por su propia pasión desmedida,
un beso empedernido y perdido
a la hoz de la Luna creciente
en medio de un trago envilecido.

Mi voz, es la del mar en caracolas
resonando en oscuras oquedades,
es de los santos las aureolas
que buscaron en silencio sus beldades.

Mi poesía es de aquellas
que tambaleando dicen y callan
la perdida vierginidad de la doncella,
es el fornicio del las sombras al alba
cuando nadie ha de poner sus ojos
en la calamidad propia de mi calma.

junio 18, 2012

Me viene en gana

Me viene en gana desterrarme
de este todo que representa mi nada,
fumarme con la muerte un cigarrillo
a la espera de la tercera llamada
bajo el telón de carmín terciopelo,
tan roído por temores y alboradas.

Hoy caminé entre los charcos
formados por una lluvia precoz,
hoy caminé tan triste y solitario
que la Luna no me mostró la hoz.

Me viene en gana amordazar
sin misericordia los latidos,
embadurnar de cicuta las paredes
del vaso que embrutecido
y tambaleante sin más me mantiene,
en estas coordenadas perdido.

Hoy miraba por las ventanas
el oleaje que me ha ofuscado,
hoy miraba la tempestad
en este mismo cielo naufragando.

Me viene en gana silenciar
a toda costa mis manos,
resguardarlas en los bolsillos
de mis ardores artesanos
urdiendo sardónicos estribillos,
siempre con tono inhumano.

Hoy me tropecé cara a cara
con la humedad de la ausencia,
hoy me tropecé y sin quererlo
con un espejo sin correspondencia.

junio 11, 2012

Desde aquí mismo

Desde aquel mar tan lleno
de crestas y tristes oleajes
-algunas veces azules
y otras verdes-,
desde los picos que se erigen
tan cercanamente
que los hallamos distantes,
desde el voraz griterío
que callan las paredes
cuando de noche me amagan
las sombras que sangran.

Desde el pulso en la garganta,
desde la vida corriendo
con la respiración bajo la almohada,
desde mi gusto sediento,
desde el halo apagado
que en santa convierte a la nada,
desde el sol cuando muere,
desde el abismo mortecino
en el que renacen los peces, 
desde la inocencia de tus días
embriagadas de ambrosías.

Desde aquí mismo,
desde mi cantar pretendiendo
endulzar tus sueños,
desde mis brazos perdiendo
capacidad para dormirte en ellos,
desde mi sobrado empirismo,
desde mi Luna y su hoz
en la noche más atroz
he de guardarte mis destellos.

Para Axel, que ahora duerme...

junio 08, 2012

No es mucho lo que tengo

"...Este cielo de México es oscuro,
lleno de gatos,
con estrellas miedosas
y con el aire apretado.
(Anoche, sin embargo, había llovido
y era fresco, amoroso, delgado)..."

Jaime Sabines/A estas horas, aquí.


No es mucho lo que tengo
y sin embargo lo comparto
y a media luz he de convidarlo:
este hueco entre las manos
que de pronto salta al pecho,
esta afición por la caña vuelta ron,
este tabaco, esta invisible cicatriz,
estas miedosas ganas de ser feliz
a la sombra del último estertor.

Y es verdad, no pudiera yo negarlo
ni tratar cuando menos de maquillar
frente a un espejo que es siempre cruel
y a la vez amigo:  me derramo los ojos
hacia dentro y hago mutis de mi boca
empeñada en hacer del silencio oropel,
en esta noche cargada de necias tintas
con la camisa ciertamente desabotonada;
en aquel rincón que ha de llenarse de papel
ha de ser la soledad quien me derroca.

Ya sabrás que soy el típico imbécil
que escribe tratando de escuchar
entre sus propios pasos el eco,
que disfruto la vida si tambaleando
he de llegar a mirar por la ventana
esta piel tan mía, vista en los huesos.

Pero mi pecho salta y algunas veces
sin mayores proezas reverdece
en el oleaje carmín de los días,
-por que a menudo se tiñen de sangre-,
por que confía desesperadamente
en esta vida como un vil disparate
a la espera de razón y ambrosías.

No es mucho lo que tengo,
y hablo de algunos centavos
resonando en mis bolsillos,
de la delgadez de mis manos
contrastando con un latir regordete
que sólo funge como estribillo
de este verso clandestino cual grumete,
en una rústica barca sin brillo,
en la que noche siempre escribo.

No es mucho lo que tengo,
y sin embargo,
esta noche que en mil me parto,
de mi un pedazo te comparto,
un pedazo que en soledad ha de ser tuyo
para que busques levantes
ciertos y verdaderos,
y aquellos versos donde el destino
pueda ser, sin más venidero.

junio 04, 2012

De pronto se me ocurre

De pronto se me acomoda el pecho,
las luces artificiales de estas horas
me proyectan en la pared una sombra
un tanto oscura y de tonos humanos
a pesar del tercer trago en la mano.

Y mi cigarrillo, reposando seriedades
en la terquedad del cenicero,
y mis tantas letras revoloteando oquedades
que tanto huelen a aguacero.

De pronto se me ocurre que la nada
es mejor que andar vaticinando el vuelo
de las aves que anticipan el invierno,
que bajo el vientre existen maneras
en forma de letras siempre ciertas
que no han de llevarme al infierno.

Y mi sonrisa en las fotografías,
en mis sueños de tinta negra naufragando
en la precariedad siempre en cinta,
 de los temores del día a día.

De pronto se me ocurre que una copa
es lo más cercano a la total razón
en estos tiempos en que falta corazón
y nos sobra en demasía la ropa.




junio 03, 2012

De mis cuchillas y tu nada

Traigo una cuchilla bien afilada,
un par de burdos dimes y diretes
simulando en la guerra, los arietes
trastocando tu piel amurallada
y en el pecho una sombra malherida
que no quiere tu sonrisa perdida.

Nada sabes de mi, y este cruel verso
regurgitando penumbras tan calmas,
no ha de lograr descubrirme del alma
ni han de prodigarte tal beneficio,
ni cobijarte entre estos brazos míos
cuando me buscas en lechos sombríos.

Traigo una cuchilla bien afilada,
y no he de saber siquiera el proceso
para cortar tus alas desde el hueso,
desde tu Luna girando en mi nada.





junio 02, 2012

No hablemos ya del norte

No hablemos ya del norte ni del sur,
del lodazal en los zapatos de diario,
del vicio que ansioso espera virtud
y una nocturna escena de un mejores tratos:
no hablemos de patrias distintas,
de la memoria cargada de olvido,
del despertar ante un sol de cenizas
si es que el pecho no luce perdido
entre la la letra que al demonio atrae
y a la vez ahuyenta,  entre la sombras
que las propias caretas distraen
cuando sonríen y sin más se asombran.



A manera de abrazo, 
para Arya, 
que su ventana ha cerrado
y sin embargo
ha de venir a convidarme
de sus botellitas
antes de que caiga en letargo...