El humo en tu boca baila,
gira, recrea figuras de almizcle
y alquitrán copulan tan alto
que no es de la vida la muerte
lo que uno pretende,
sino ser ese gris que emana
en bocanadas espesas
en el que el vivir sin más pasa
sin reparar en los comederos
de aves carentes de alpiste.
Pero fuma Mujer, fúmate el vicio
que te ha condenado a la belleza
del ser emancipado de demonios
que saltan gustosos al precipicio,
fuma de dios y de todos los santos
la sutileza que amanece en tus labios
tan fulminante como el amonio.
El humo en tu boca baila,
disloca de los días la calma
y de la fiera noche la Luna,
que le muestra el ombligo
a los locos que en lontananza
destilan entre sus sueños
la humareda que te envuelve
con su cáncer vuelto dunas
de blanca arena y revuelos
del aire en el que el trago,
sin más y a estas terribles horas
el alma me incita y me revuelve.
A Alejandra Pineda,
por motivo de su cumpleaños
(Foto de ella misma, la cual agradezco).