abril 23, 2024

La apocalípticas calles y mi apología

Es duro el oleaje de la vida misma
la gente sin cerebro ni pecho
prolifera en las apocalípticas calles
los tiempos actuales han sido la sima
que al latido han decretado cual deshecho 
porque al ser ya no lo ciemientan trabes
ni castillos de varilla ni concreto hidráulico
porque la involución ha dado el primer paso
en materia del ser qué es lo más básico
y la poesía entonces muere en las calles
pisoteada por los pies de autóctonos inciviles
que decretan que solo su vivir es trágico 
cuando de la tragedia nada saben
porque entonces se sabrían "viles"
pero es una palabra que no conocen
mientras sus lenguas al mundo descosen.

A sabiendas de solo ser un borracho
que a media noche versa sus elucubraciones 
y de ser un poetrasto vil
tengo casi siempre el pecho en la mano
y ese pecho late y alumbra los corazones
de la gente que aún me hace sonreír.

Estoy agradecido
con la gente que me ha leído.

Compartir mi pecho ha sido increíble.

Copas rotas

Sabes,
estoy cansado
del cuerpo, del alma y de la mente,
estoy cansado de las calles
y de ser un idealista pregonando
mi corazón que casi nadie entiende,
estoy harto de ser el genio 
dentro de una botella llena de orina
tirada en la carretera por un imbecil
estoy fatigado de cargar este pecho
con el cual a medio mundo me echo encima
y ese medio mundo me resulta estéril.

Claro que soy un genio,
un genio desde el acontecer de mi pecho,
desde el cómo contemplo el atardecer
no en los paisajes retratados por idiotas
sino desde mi perspectiva según mi ser
desde lo que caminé con mis eternas botas
para no deber nada en la hora de parecer 
para irme en paz y en completa calma
con mis veintiún gramos de alma
a dónde tenga que partir.

Si dios existe, pienso que me entiendería
que se tomaría un momento
para leer estos tristes versos
y que el álbum de mi cabeza recorrería
sin garantía de otorgarme el cielo
pero que las puertas no cerraría 
si logra entender lo que siento.

PD. 

Lunes veintidós de abril del veinticuatro,
me sincero de un dolor en el abdomen
un dolor que me ha partido extrañamente
hasta dejarme en el piso y en cuatro.

El dolor me ha revolucionado la mente,
la mente, mis dogmas de poeta y de hombre,
de padre y de todo aquello que me importa,
desde mi idealismo con copas rotas.

abril 12, 2024

Han tocado a la puerta

He bebido cuatro copas
estoy en casa
y después de un largo suspiro
me declaro rotundamente cansado
no del trabajo, pues el trabajo
es lo mismo todos los días y va y viene
me refiero al cansancio en las entrañas 
a ese estertor que siento cuando respiro
cuando escribo mi pecho en estas notas
que pretendo hacer pasar por poemas
sin más futuro ni cimientes
que mi corazón de poeta vil y de un borracho
con la única intención de hallar la belleza
en lo que a mí me respecta conveniente.

El mundo
está a dos minutos de irse al infierno
Alexa está programada para ello
para encender mil bombas atómicas
a la orden de cualquier imbecil
que crea que es juego
y entonces !Pum!
la mayoría de nosotros no llegaremos al cielo
habitaremos el Erebo en burbujas cósmicas
con el alma y el sexo estéril
para poder poblar nuevos mundos
y nuevos infiernos
tan llenos siempre de gusanos inmundos.

Sin embargo, estoy tranquilo
han tocado a la puerta
y es la vecina.

Yo esperaba a la muerte.