noviembre 28, 2009

Tengo una Idea

Tengo una palabra atorada
no se donde,
si en los dedos
ó en los sesos.
Tengo una idea sujeta
a malos pensamientos...
Tengo unas ganas
"encabronadas" de salir,
de perder el ínfimo estilo
y de vivir sin morir.
Tengo un mensaje
que espera ser leído,
y que se aleja en su botella,
anticuado y carcomido.
Tengo una idea sujeta
a malos pensamientos...
Tengo una rima en el alma,
que no sale por no encontrar la calma.
Tengo mis días que llevo a rastras,
mis noches desiertas y hurañas,
mis vicios, mis demonios
y algunas prematuras canas.
Tengo una idea sujeta
a malos pensamientos...
Tengo un sonido
atravesado en los oídos,
que zumba
y huele a podrido.
Tengo una calamidad
que me azota,
las manos frías
y la moral rota.
Tengo una idea sujeta
a malos pensamientos...
Tengo la Luna
que nunca fue mía,
y esta creciente
y vil carestía.
Tengo este infierno
de completas patrañas,
que termina
por fundirse en mis entrañas.
Tengo una idea sujeta
a malos pensamientos...
Tengo la sombra de un árbol
que ha sido cortado,
las ilusiones que palpitan
de un descerebrado.
Tengo tatuado en
la frente el "deber",
y una vida a prisa
en contra de perecer.
Tengo una idea sujeta
a malos pensamientos...
Tengo un reptil
que no come insectos,
y (bien habría de decirlo)
un par de cuentos infectos.
Tengo una extraña manía
por percibir,
y estas ganas rotundas
de ti.
Tengo una idea sujeta
a malos pensamientos...

noviembre 24, 2009

Fragmento Autobiográfico #2

...Me he adentrado en la humareda, en el aroma a tabaco y en esa, su flor que se quema. Me he paseado del brazo del brazo de una mujer carente de rostro y de nombre, para sentir el "Yo", como un personal pronombre. He catado por completo barricas de ron, por importarme poco su volumen de alcohol. He construido castillos de arena sobre las nubes y me he sentado, a esperar que el viento las derrumbe. Me he topado algunas veces de frente con la soledad, y a veces río al entender mi propia maldad; me enfrascado en ese antiguo lío de la moral y de pronto me ha dado un dolor abdominal. Me he encontrado en el camino al pagano que de la hoguera huye, y he descubierto que en la ebriedad, el mundo de verdad, fluye. He visto mi alma acampar, en el cráter más oscuro de la Luna; la he visto en dromedarios cabalgar atravesando desmedidas dunas. He visto algunas pupilas que se detienen a mirarme, con sus cohibidas manos que no intentan tocarme. En cambio, he sentido el dedo largo y frío de la Muerte sobre mis labios, he sentido la furia de la metralla, y su vuelo raudo. He sentido, también, éste mío vivir, como un absurdo laudo...

noviembre 21, 2009

Hoy (Fragemnto # ¿?)

Hoy no me importan las rimas consonantes, la métrica, la debida acentuacíon ni la estructuración gradual por ideas. Hoy no me importan, en general, los puntos suspensivos, el tan demeritado punto y coma ni la dieresis que nunca se usa. Tampoco ha de importarme el ir y venir de las musas, el agetreo constante de los pensamientos en mi cabeza, ni las copas que hasta ahora, bien llevo encima. Hoy no me importa que todos duerman, ni que el mundo del todo me abandone, que los demonios se pasean a sus anchas por mi alcoba. Hoy el constante ruido de esta ciudad infernal, me arrulla, me lleva en sus brazos y me coloca directamente en el cesto del mal. No me importan ya los parrafos, ni si el lector es llevado de la mano; no me importa esta basura que sale de mis entrañas y se plasma por medios electrónicos. Hoy no revisaré la corrección ortográfica, ni volveré a leer estas líneas que no valen nada. No pienso justificar, centrar o alinear a diestra o siniestra este texto. Hoy este vomito, lo presento tal cual, como sale de mis entrañas...

noviembre 16, 2009

Ensueño (Fragmento #4)

...Y te detienes a pensar, si aquella fantasía fue realidad, si el sol en verdad terminó por dorar tu piel y si la Luna en tus nocturnas huidas, a tu pecho fue fiel. Piensas en los besos con sabor a sal, en ese abrazo oral que parece ahuyentar al mal y que a veces también, expulsa esa noción que se tiene del bien y la convierte en ese pecado que sabe a miel.
Te detienes y sin poder domarla, tu respiración con invidentes ojos, se avecina a la desilusión. Ese telón de humedad es cerrado, cual fino puño en tu boca encajado.
La brisa llega fresca desde alguna hondonada, tus mejillas se recobran al fin atemperadas para sí, alguna oración recién creada mascullan desde los altos cielos y das pie, a que las pasiones huyan.
Tus pies se han puesto en marcha, sin darte demasiada cuenta; te llevan ya a cerrar tras de ti la puerta. Tus ojos cansados me miran, extraños, mientras tus sueños expiran...

noviembre 04, 2009

Sobre el Camino (y la Desolación)

Hoy camina por la vereda que ayer fue lozanía, por los verdes fértiles desperdigados por los suelos, aún eternos. Hoy sale a respirar el aire extinto, la nebulosa espesa y gris que se anida en sus pulmones. El rayo de sol no hace más que cegar su destino, los arboles no parecen ya aferrarse a la tierra, las miradas infantes le interrogan al pasar, cruelmente.
Duele vivir y también duele morir. Duele un día despertar y saberse vivo, duele (y a veces más), despertar del todo muerto, seco, agusanado y podrido sin nunca, quizás, haber vivido unos minutos.
Camina, pues, ya sin pies, autómata programado en desvarío; los ojos cerrados (ciegos, ¿ya para qué abrirlos?). La basura, la hojarasca debajo de él, la mugre que se impregna a su paso, en perfecta ironía, y que le brinda una barroca reverencia, con cirios encendidos y la humareda de millares de anafres e inciensos consumidos. Maquillaje de alquitrán mascarada terrible, concebida para él.
De pronto una mujer le intercepta, le toma del brazo. Su lengua moja levemente sus labios sin carmín, y con su beso, logra acallar la letanía de su pensamiento, el vocerío surgido de sus adentros. El sonido de una xilofónica lágrima, que salta hacia ellos. Caricias dulces y efímeras su mano le prodiga, le dice al oído (divino susurro): “Sonríe”, y entre la bruma recién creada, desaparece, sus pies ligeros emiten un suave eco, ya en lontananza.
Entonces él respira hondo (ya sin ella), e intenta llenarse de algún “no se qué” que le aligere el equipaje, afloja el estrangulador nudo de la corbata y en línea recta, sigue el boceto que ha de recorrer como único camino. Mete la diestra mano al bolsillo interno de su chaqueta, y agenda una cita, como siempre a solas y se dice “una más”, mientras sus manos ya no están, se han ido, al lugar menos pensado quizás, en busca de un pecho anhelante que acariciar.
Sin manos ya, ni pies, su pensamiento al fin reina, como único tormento en sus oídos y resuenan los planes fallidos, el futuro frustrado que hubiera sido mejor como siempre lo había sido, incierto. Su lengua, articulándose en extraños movimientos, ya no conoce las palabras, los sonidos; emite a caso, guturales (y animales) ruidos. Ruidos obscenos, aunque sin llegar a ser lascivos.
Por fin, llega al final del camino, que sin embargo es el principio del mismo. Sobre la cama se tira y arroja las maletas del vicio…

noviembre 02, 2009

A la Insumisa Infiel (Versos sin Sentido II)

Acuérdate de mí,
silueta encantadora
que mis manos no son
nada ya, en la aurora.
Acuérdate de mí
y lo que soy,
lo que a cuestas llevo
y dónde estoy.
Acuérdate de mí,
eterna seductora,
de éste olor a papel,
e la tinta desgarradora.
Acuérdate de mí,
posa aquí tu mirada
de vez en vez,
de parranda en parranda.
Acuérdate de mí,
tus invisibles alas
atiza mis fuegos,
de llamas ralas.
Acuérdate de mí,
en tu reino oscuro,
de penumbras
y olor a sulfuro.
Acuérdate de mí,
con guitarra
y con tahalí.
Solo y a solas,
acuérdate de mí.