julio 29, 2010

Reflejos X

¡Cómo no se me ocurre una palabra que friccione, esos secos maderos que a mi paso he recolectado para encender junto a mi, ese fuego que resulte en mi cuerpo, tibio y dorado! ¡Cómo no logró embelesar la nostalgia recién salida del pozo, en el que no hay ni panes ni peces, y sin embargo ahí permanezco tumbado, caña en mano esperando, tal vez encontrar en el propio reflejo un par de fúnebres cipreses!
Y ahí, la eterna y amoral Luna que con toda el alma se abrasa a su mentira para que en mis ojos se torne realidad; y ahí, tan fugaz como endorfina liberada con el místico nácar de su piedad.
¡Cómo entonces no se me ocurre creer que en este espacio no existo, ni respiro ni habito ni acumulo pernoctando, necedades para sentir mi propia carne, para tocar mis huesos, para saberme vivo, para abrasarme a tu mentira antes de desgajarse, y contemplarme en tu mirada, que tampoco existe y en pasional arrebato reventarme los párpados, para así entre bengalas cegarme, para así entre embustes creerte, para así entre sueños de muerte vivirte...!

julio 26, 2010

Nada (Fragmento #5)

Y pareciera que es una maldición, el cielo se cae sin previo aviso mientras mi vista se nubla entre tanto alquitrán y una dosis de alcohol. No crezco y sin embargo hace mucho que he envejecido, mis palabras son las mismas, las de antaño y siguen encallando en este mismo tejado. ¡Pero nada, nada; que yo no pretendo más nada, ni mirar detrás del humo y su cortina ni encontrar en el cielo edificada una cornisa! Sólo me siento y de mi vaso bebo ese trago que alimenta al soñador de ojos insomnes, el del olor a tabaco y gestos nostálgicos, aquel que extraviado degusta el canto de la brisa, de la cresta que se le avecina, sin sospechar siquiera que será una ola. Y aunque sospecho no percibo en el ambiente el aroma de la sal, mis oídos no escuchan a lo lejos su rugido, mis manos no se retuercen ante el frío ni mi boca encuentra la aspereza de unos labios (al igual que los míos), sin sustento e irremediablemente sombríos. Y entonces trato de hallar la preciada guía que del camino logre sacarme, la luz que sin temor al fallo eléctrico pueda de mis demonios desterrarme; esa ensoñación que me conduzca sin lascivia una vez hallado, dispuesto y amordazado fuera del sangriento paredón.
Mientras tanto afuera ya no llueve, las nubes se disipan y la Luna se presenta casi completa, los relojes me muestran que los minutos pronto se volverán horas y que mi actividad laboral, para el incorruptible mañana, está repleta. Mi cabeza me dicta que debo descansar, cerrar los ojos, olvidarme del patetismo de mis letras y cuando menos dormitar, aunque el corazón, ese viejo empedernido y nauseabundo me incite a trasnochar.

julio 22, 2010

Reflejos IX

Me debato en una cruel perorata, de toda razón alejada. Le hablo al espejo y después en él me miro, pero nunca dice nada, calla con la conciencia salpicada de esa sal que anida en mis entrañas, me muestra las arrugas que empiezan a surcar mi cara, mis silencios más preciados enmarca y desfallece cuando apenas estalla su carcajada. Me resulta extraño, no poder reconocerle frente a mí, esa imagen no denota ya lo que antes, lo que otrora fui. Pero bien, apagaré la luz, que he de irme a dormir, tal vez mañana lo rompa y por fin me dedique a vivir.

Búscame

Y cuando de colores se pinte la noche
levanta la mirada y búscame,
entre la luces, entre las sombras
revisa en los rincones,
bajo tu almohada,
en la Luna que se filtra
sin pudor por tu ventana,
en esas horas que faltan
para darle la bienvenida al alba.
Búscame quizás, en tu llanto
que sublime en tu mejilla ha secado,
en la cal de las paredes,
en la lluvia de verano,
averigua si mi paso
no ha dejado rastro,
si en el temblor de tus manos
no he quedado atrapado
y si ya después me has encontrado
tan sólo tenme ahí desnudo,
tiritando de tu frío, agazapado
en fugaces estertores,
que será de nuestra obra
no un final, sino un preludio.

julio 17, 2010

Hoy (Fragmento #3)

Hoy te recibo como brisa leve,
como el mar que de pronto viene
hasta mis pies con calmo oleaje;
como la Luna cargando guadaña
cortando hilos escarlata,
que no tejen nunca aventuras.
Hoy mis demonios te regalo,
mis sonrisas, mis rabietas
y un par de versos amordazados;
una fotografía con mi rostro borrado,
mis cuadernos, la preciada tinta,
mis manos, mis faltas morales,
civiles y mas aún las de ortografía.
Hoy te confieso todos mis pecados
sin esperar que puedas perdonarlos,
te invito a mi peculiar locura,
a navegar por mis desiertos,
a cabalgar sin un corcel
y a olvidarnos del tiempo.
Y si quieres te convido también
mi nicotina en las entrañas,
mi aliento después de tu beso
y ya después un buen café.
Hoy te ofrezco esta euforia
que de a poco se ira apagando,
este latir que va menguando
sin pretender la gloria...
sin pretender tu gloria.

julio 14, 2010

Nada (Fragmento #4)

Estoy seco. Mis dedos no hacen más que crujir al tener entre sí la pluma y nada logran hilvanar. Las prosas conmigo no se han reconciliado, los cuentos en busca de finales más prósperos (quizá felices) se han ido. Los versos lucen bastante serenos aún ahí, en el fondo cruel y húmedo del cesto que acumula la basura.
No desespero y sin embargo, sigo aquí sentado, cigarrillo en mano tan sólo esperando...

julio 06, 2010

Te pregunto

¿Y qué hay, si de pronto
tus ojos se vuelven fuego
y de pronto me veo
impulsado a beber
de tus labios el arsénico?
¿Qué pasa con las horas
que estancadas atiborran
la necesidad permanecer
presente en tus sueños?
¿De qué color se pinta el corazón
si dulcemente ha sido embriagado
y con su latir, se desdibuja ya cansado?
¿De qué maldita manera
me olvido de demonios y quimeras,
de que esta vida ya no es juego,
qué al final no habrá más "luego"?
¿Qué hay de ti Mujer, al escuchar
mis plegarias en claro ronroneo,
al descubrirme ahí rendido
con la soga atada al cuello,
en sombrío y calmo balanceo?