mayo 29, 2012

Y que te cuento

Y que te cuento,
que mis bolsillos
a pesar de un sueldo
mejor remunerado,
siguen sombríos y lacerados,
que mis ganas
se empeñan en ser las mismas
que arrebatan del fuego la flama
que me permite los ojos abiertos
y una espiral tan llena de sofismas,
tratando de hallar agua en el desierto.

Que mis noches son el día
del que duerme en suspenso
buscando no ser propenso
de aquella dulce melancolía
que como el mar va y viene
y ningun dogma lo detiene;
que mi esperanza no habla de mañanas
ni de un rayo de sol disidente,
que al despertar abro todas las ventanas
en espera de un viento renuente.

Hoy la noche me marca con su tiza,
el trago con la caña y la letra
con su empecinada ceniza
que la frente me embauca siniestra.

Y que te cuento,
si es que extraño me siento
al pie de la encalada escalera
a mirar como las aves
se van y nunca vienen
para mirar mi sombra
enajenada y taciturna
a pesar de lo certera.

A ti

A ti, que del mundo vuelto gris
sabes y acompañas la noche
con su latir instalado en el borde
del pecho arremetiendo en las ganas
de cruzar el océano sin barca,
con la luna partida de por medio
y el sabor en la boca del tedio
en esta noche oscura te recuerdo.

mayo 28, 2012

Yendo por partes

En un resquicio de cielo azulado
siguen cantando avecillas que anidan,
entre un cúmulo gris y desmembrado
y una estrella que mis reservas cuida,
entre jardines de rosas marchitas
y un lodazal espeso eternizado,
entre estas ganas mías tan malditas
de tener un combate encarnizado.

Pero voy por partes: me afeito al diario,
mis cabellos peino, trabajo duro,
lustro mi calzado, espero al sicario
de la razón y me aferro a los muros,
a la perfección  porto la corbata,
dudo ante la brújula y su vil norte,
duermo antes de que el levante me bata
de rojo cuando venga el primer corte.

Hoy, cansado como la sombra abyecta
que escribe en estupores de necedad,
no pretendo seguir la línea recta
que en cada letra logre hallar la verdad,
ni las pasiones viniendo a mi mano
recién cargadas de plomo y estaño,
en el rocío del tiempo inhumano
del reloj en el que tanto te extraño.

mayo 25, 2012

Al otro lado de la Luna

Al otro lado de la Luna
se respira un sopor inclemente
entre la sombra de los fríos
que se entretejen en los labios,
cuando más arde el vientre;
el sol trastoca la piel
tan blanca como la nieve
y sin embargo los témpanos
a la cruel deriva no derrite,
ni sus rayos, como lenguas
adquieren la roja lascivia
que en el náufrago persisten,
después de un año sin Mujer
sin tener entre las piernas tregua.
 
Pero yo me siento al pie
de la escalera, miro sus paredes
tan encaladas de tristeza
con el óxido acumulado
en la punta de mi catalejo
y ahuyento a las palomas,
me recargo sobre los pesares,
le hago al poeta ensimismado
que sin más se tira de cabeza
dentro de su mismo espejo,
en medio de un vaso cargado
de la sal de sus propios mares.

Al otro lado de la Luna
no he de ser yo quien añora
la carencia de la ausencia,
ni son mis manos entumecidas
las que buscan cierta caricia,
ni mis miedos son los que erizan
de tus labios la comisura
que me llama enardecida
cuando es preciso armarte
a lo lejos, hecha trizas
y dispuesta a fundirte en el sol
sin reparar en las quemaduras.


mayo 23, 2012

Del viento y de ti

Un remolino me trae hojarascas dispersas
mientras sortea los pilares en los que duerme
la gente, sin siquiera saber que pronto muere
sin escuchar el silbido que el viento acrecienta
en suaves ronroneos buscando una caricia
ignorante de la carne y toda su malicia.

Es fresca la noche y ella no huele a sulfurosos
rincones ni sabe a esos besos que a la boca
no supieron llegar, ni es su tacto el de las rocas
bajando por la garganta en ademán desdeñoso
del trago que bebo, y sin más me hace compañía
cuando elucubro fuera de toda sintonía.

Aunque quizás sea la calma desde mi ventana,
mi cigarrillo que reposa en el cenicero
esperando en el albor un verso verdadero
que se acurruque entre mis torpes manos y mi alma,
entre mi enajenación y el sutil torbellino
que me ha llevado a sacar el pecho del bolsillo.

Y es verdad, tengo tantas ganas de huir a la nada
como de ti, cuando te prensa el voraz recuerdo
al viento que corre, tan libre y tan poco cuerdo
como este latido que en pedestales naufraga.

mayo 21, 2012

Indisposición

Siempre he andado con la frente en alto,
con los puños cerrados
mirando sin reparo el gris asfalto,
los muros deslavados
de la gloria que el mundo reconoce
creyéndolos panes
y vivos peces en los pies cual roce
de ligeros olanes.

Y me enternezco si al cabo sonrío,
de noche acalorada,
entre copas y cigarros sombríos
que traen letras versadas
y un pecho que paga por ser conmigo,
un amante inclemente
deletreando el padecer de su ombligo,
de su vientre indecente.

Pero ando fiel con el trago en la mano,
con un destello ahorcado,
con un sentir a la luz inhumano
que me encuentra embriagado.
de una moral que siquiera me deja
elucubrar la razón
que me remite siempre, teja a teja,
a escuchar al corazón.

Siempre he andando con la frente en alto,
y no sera esta excepción,
cuando las cuatro patas de un salto
predispongan mi erección.



 


mayo 20, 2012

A mitad de la noche

A mitad de la noche sucumben estertores.
mil mariposas bailan, los sabios sin más mienten,
las mesquitas se cubren de fieros pecadores,
los labios se sonrojan, el frío no se siente.

La puta muestra el alma bajo el mohíno escote,
el ladrón la navaja, los perros los colmillos,
la policía corrupta su inclemente garrote,
los gatos sus bigotes, los cielos sus ovillos.


El latir entre niebla que pronto ha de enterrarse,
la tinta siempre negra, los versos siempre ciertos,
el arrebato pueril buscando emanciparse,
la Luna buscando el sol, y el sol huir del desierto.

A mitad de la noche la señorita triste
tiende sin más la mano, cuando el pecho le late,
cuando sus avecillas no comen el alpiste
que a sus pies ha tirado la vida en disparate.

A mitad de la noche trae el viento del norte,
una mirada ahogada, dos latidos perdidos,
una última parada sin remedio en el corte,
de las venas plagadas, de recuerdos hundidos.



A la señorita de los ojos grandes que gusta de escuchar a los gatos...

mayo 17, 2012

Este pecho errante

Se me empiezan
a secar las manos,
durante la noche
y antes del amanecer
me arrulla el sueño
del que duerme
por totalmente carecer
de algo que decir.

Pero es este pecho errante
quien a sobresaltos despierta
entre veranos y penumbras,
para buscar a tientas levante
y en el rincón más incivil,
la llama que la vida alumbra.

mayo 14, 2012

La belleza del que espera a la Muerte

La ciudad es siempre un ramo de rosas
rojas y en su mayoría marchitas,
es un rosedal con la piel escamosa
que de noche ante el frío tirita.


Algunas veces, las baña el rocío
después de una espera larga y silente,
y otras veces les refulge el vacío,
la belleza del que espera a la Muerte.


Y mientras tanto, silva el tren expresso
una tonada hermosa que revienta
la soledad con su carga de excesos
en busca de beldades magentas.





mayo 12, 2012

Las manos en los bolsillos

Las manos en los bolsillos,
el tabaco entre los labios
y en el cielo, casi amarilla,
una Luna cierta y radiante.

Un perro yace deshecho
desde hace unos días:
miles de autos encima,
miles de moscas arremolinan
su carne, sin perdón ni sofisma
mientras le miro y pienso
en todos los fieles perros
que morirán en las avenidas.

Las manos en los bolsillos,
la misma punzada en el pecho
y en el cielo, tornada ya en blanco,
una Luna cierta y radiante.

La rubia que mide dos metros
sigue ofertando su cuerpo,
luce su escote de miles de pesos
mientras esconde en las bragas
un cruento palpitar de sangre
que acumulada la delata;
pienso en la rudeza de la vida
cuando no es más que carne
sobre un cuerpo exhibida.

Las manos en los bolsillos,
esta jaula llamada sombra
y en mi vaso ahora reflejada
una Luna cierta y radiante.

Y en mi cuaderno, siempre verde, 
siguen regurgitando malos versos
donde mi caligrafía se hace presente,
donde mi pecho lanza besos
al aire que pronto caen y perecen,
como el perro, como la puta,
como las manos en los bolsillos
que esperan una cierta y radiante Luna
que se convierta en panes y peces.

Las manos en los bolsillos
me dictan que siga siendo el mismo,
el mismo soñador de siempre.

mayo 10, 2012

A mis cuatro lectores

Esta es la enésima vez que al pie de los estragos, pienso seriamente cerrar el blog; no sé si al cabo pueda, no sé si tenga el valor para hacerlo, puesto que sería como degradar una forma que ha salido de las sombras y se ha alojado en mí, sería negar mi pecho cantante y mis manos que de noche tiemblan por la pluma cuando me siento a la hoguera de un trago a mirar frente al espejo cómo es que naufrago. Pero así mismo soy, y he adoptado la forma del gato por silencioso, por que siempre he de escribir a impropias horas mientras mi mundo duerme sin saber siquiera lo que del pecho a mis manos refulge y sin más esta carne siente.

Sabrán si me han leído que estoy cansado, que entre el pulgar y el índice cabe un mundo mucho más demacrado, que revisto las sombras entre lo inmundo de los bolsillos, que me devoran las ansias y me carcome la corbata que me he puesto esperando un mejor futuro, que son mis letras siempre las mismas a la espera de una mirada jamás indispuesta, que el corazón es la razón que dejo como migajas por sí alguna vez, el camino pierdo y no recuerdo si es del norte o es del sur de donde vengo. Sabrán si me han leído, que entre el "no puedo más" y la renuncia, hay un abismo total, un limbo con cañas y elixires de ron que me embaucan y me impiden, no lo se a ciencia cierta, si adentrarme en el mar, o tirar esa toalla que luce blanca y siempre al perdedor dispuesta; pero hay allá afuera una Luna cobijada por un millón de estrellas, y eso mismo es lo que más me pesa.

Mi Mujer ya duerme, mi hijo, en la espesa inocencia que lo inunda, respira y sueña tranquilo sin tener siquiera en mente lo que pesa al despertar el levante; yo, como inveterada costumbre bebo para sentir el alma en los huesos, para pensar en aquellas tardes cinceladas en las que no importaba la aurora sin una guitarra y un cantar embriagado de chicas que se derretían, si es que mentía, a cerca de mi cualidad de poeta. Pero en esos tiempos no lo era y en estos tiempos tampoco lo soy, puesto que ha de ganarme la ebriedad para conseguir el valor de decir quien realmente soy; y a mis escasos veinte seis, es verdad, no soy nada.

Un borracho, un inclemente cual reloj de los tiempos, un desgañitado cantante que no ha de tener voz, un poetastro atroz que no halla el verso sino situado junto al punto más vil del contemporáneo sentimiento. Eso mismo soy, una veleta sin mayores vientos que los que mi cabeza han despeinado y por lo tanto he vivido, un esperpento de la letra, un arrebato triste y desencajado, un ente dispuesto a no correr la paz si es que el todo es la guerra, un cobarde que encuentra luz y ha de cerrar los ojos, para no ver el trasfondo de su alma convertida en rastrojos.

Esta es la enésima vez que marcho sin marcharme siquiera, esta es la milésima espera y esta es la noche en que mis labios esperan un beso cualquiera...

mayo 09, 2012

Me preocupa

No te creas, también me preocupa
el endiablado calentamiento global,
la trata de personas, las afligidas putas,
la fragilidad de nacer vilmente mortal,
la severa cantidad de manos extendidas,
el crimen, la corrupción sin castigo,
los cipreses cuando el cielo no alcanzan,
la lengua amputada de los testigos,
la constante devaluación de la moneda,
la caridad, la inocencia perdida.

El hambre, la espiritualidad cual vacío,
la inclemencia autómata de los relojes,
los milagros sin panes ni peces,
las distancias marcadas sin flores,
el barro acumulado en los zapatos,
los temblores, las embolsadas manos,
las cabezas a mitad de la acera,
los gatos maullando en los tejados,
las mariposas cual gusanos sin seda,
el diablo frente a dios en alegato.

Aunque quizás más me preocupe
ser el único imbécil que de paseo
ha de sacar al corazón con correa,
siempre de noche, entre tinta negra
y blancos papeles, entre las sombras
que tanto vienen a darme fiera pelea
cuando creen ya ganada la guerra.


mayo 08, 2012

Ciertas noches

Ciertas noches me reclama la boca
el no ser ese tren que transite
a media marcha los tibios rieles
que conducen a tu espalda erizada.

Otras tantas, con el alma encalada
me apetece más la desesperanza 
que recae sobre el santo sin fieles,
en las horas en las que el gallo canta.

Y no serán las gotas en la ventana,
las aves muertas sobre el pavimento,
las ganas a medio copular con la desgana,
aquel rincón donde se ahoga el sentimiento,
el esperado trago, el cáncer y el tabaco
que se posa en la sed que acontece
ciertas noches de penumbra en mis labios
solamente, las que mi pecho adolece.

Ciertas noches me reclama la boca
el resquicio incivil de tu cuerpo
para atarme al cuello la roca,
que me sumerja en tus muslos abyectos.

mayo 03, 2012

Ahora mismo y aquí reflejado

Ahora mismo y aquí reflejado,
entre las olas carmesí lamiendo
el estertor de un latir añejado
y las ganas que no he ido teniendo,
en los bolsillos busco un corazón
que poco sepa de toda razón.

Ya me he cansado de este tren sin rumbo,
de la noche anidando en la mirada
en la que crezco y luego me derrumbo,
sintiendo en la garganta mil espadas
sin siquiera un circo que me descubra
cuando mi mano y mi pecho elucubran.

Y es cierto también que al andar jodido,
como ahora mismo, he de andar bebiendo
y malviviendo entre amores perdidos
que resisten al gerundio "muriendo",
cuando las rosas vueltas gris ceniza
habrán de darle a mi verso la tiza

Ahora mismo y aquí reflejado,
una renuncia se aferra a mis manos
y a mi vicio por demás enlutado,
una renuncia sin tono inhumano
que pretende la grandeza de día
y un amanecer sin melancolía

mayo 02, 2012

De madrugada

Es la hora en que la gente
acostumbra de lleno dormir,
tirarse un clavado al mundo
de los muertos que despiertan
temprano dispuestos a vivir.

Yo bebo un trago de ganas
de gloria y pompas fúnebres,
fumo un cigarro a medias luces
mientras el humo distante se eleva
sorteando el cáncer y las cruces.

Pero soy yo y no el mundo
quien para el reloj y se detiene,
para mirar el rocío de las flores
antes de llegar la mañana
con su eterna realidad inclemente.