mayo 10, 2012

A mis cuatro lectores

Esta es la enésima vez que al pie de los estragos, pienso seriamente cerrar el blog; no sé si al cabo pueda, no sé si tenga el valor para hacerlo, puesto que sería como degradar una forma que ha salido de las sombras y se ha alojado en mí, sería negar mi pecho cantante y mis manos que de noche tiemblan por la pluma cuando me siento a la hoguera de un trago a mirar frente al espejo cómo es que naufrago. Pero así mismo soy, y he adoptado la forma del gato por silencioso, por que siempre he de escribir a impropias horas mientras mi mundo duerme sin saber siquiera lo que del pecho a mis manos refulge y sin más esta carne siente.

Sabrán si me han leído que estoy cansado, que entre el pulgar y el índice cabe un mundo mucho más demacrado, que revisto las sombras entre lo inmundo de los bolsillos, que me devoran las ansias y me carcome la corbata que me he puesto esperando un mejor futuro, que son mis letras siempre las mismas a la espera de una mirada jamás indispuesta, que el corazón es la razón que dejo como migajas por sí alguna vez, el camino pierdo y no recuerdo si es del norte o es del sur de donde vengo. Sabrán si me han leído, que entre el "no puedo más" y la renuncia, hay un abismo total, un limbo con cañas y elixires de ron que me embaucan y me impiden, no lo se a ciencia cierta, si adentrarme en el mar, o tirar esa toalla que luce blanca y siempre al perdedor dispuesta; pero hay allá afuera una Luna cobijada por un millón de estrellas, y eso mismo es lo que más me pesa.

Mi Mujer ya duerme, mi hijo, en la espesa inocencia que lo inunda, respira y sueña tranquilo sin tener siquiera en mente lo que pesa al despertar el levante; yo, como inveterada costumbre bebo para sentir el alma en los huesos, para pensar en aquellas tardes cinceladas en las que no importaba la aurora sin una guitarra y un cantar embriagado de chicas que se derretían, si es que mentía, a cerca de mi cualidad de poeta. Pero en esos tiempos no lo era y en estos tiempos tampoco lo soy, puesto que ha de ganarme la ebriedad para conseguir el valor de decir quien realmente soy; y a mis escasos veinte seis, es verdad, no soy nada.

Un borracho, un inclemente cual reloj de los tiempos, un desgañitado cantante que no ha de tener voz, un poetastro atroz que no halla el verso sino situado junto al punto más vil del contemporáneo sentimiento. Eso mismo soy, una veleta sin mayores vientos que los que mi cabeza han despeinado y por lo tanto he vivido, un esperpento de la letra, un arrebato triste y desencajado, un ente dispuesto a no correr la paz si es que el todo es la guerra, un cobarde que encuentra luz y ha de cerrar los ojos, para no ver el trasfondo de su alma convertida en rastrojos.

Esta es la enésima vez que marcho sin marcharme siquiera, esta es la milésima espera y esta es la noche en que mis labios esperan un beso cualquiera...

2 comentarios:

Arya dijo...

Ahhh como hacerte entender!! Que tienes alas y solo es recordar como se vuela..!!

Creo que los blogs son un espacio MUY personal.. y el autor tiene todo el derecho de hacer de el lo que le plazca. Nunca escribas para lo demas..

Eso si.. si te vaz, extrañare leerte...y me subire a los tejados a ver si por ahi te encuentro.

Te dejo el abrazo y los saludos de siempre... esta cancion
http://youtu.be/RD8uvE6MZMA

y un beso tierno. Cuidate y sonrie :)

Coeli L. dijo...

La noche nunca tan oscura es, está y late al quebrando de los desvelos que los que duermen ignoran. La noche nunca tan fría es, como cuando descarnamos los huesos por sentir esa soledad inclemente, silenciosa que carcome los jirones de lo que llamamos alma. Sin embargo la LUNA siempre vuelve como quien nunca se ha ido quiza para recordarnos que las preocupaciones son lastres que ocultan los latidos y que se está vivo... más vivo que ayer y mañana.

Siempre habrá más que un reflejo en el espejo... sólo ve, mira más allá.

Somos más de cuatro los se reunen a las sombras de tu tejado, somos más de cuatro los que compartimos esas horas de ron y olvido. Ojalá no te fueras y si lo haces, no olvides que nunca te iras porque tus versos ya han dejado huella.

Te envio mi abrazo como siempre Poeta... desde otra Luna, la misma Luna.