enero 23, 2021

El mayor de mis miedos

El mayor de mis miedos
es a saberme del todo equivocado
que mi corazón haya muerto hace años
y yo sin siquiera saberlo
a saberme sin oportunidad de sonrisa
a encontrarme derrotado ante la guerra
que he combatido toda mi vida
y defendiendo siempre la belleza. 

Temo por ello
más que nunca y ahora
que nada tengo
y en mi pecho
aún conserva los destellos
de un palpitar a sus deshoras 
y me parece ciertamente bello. 

Y por él temo
por los andares y los rebusques
por su inocencia
por su bandera idealista y enamorada
de lo que además de sentir creo
a pesar de los fieros embustes
de la gente de mala calaña.

Hace rato que no brillo
he pasado hambre
delirios que pedían la muerte
conocí el verdadero frío
y en mi falo el acumular de la sangre
me he enredado en ovillos de alambre
y he maldecido mi suerte. 

Pero también he amado
como nunca lo he hecho
a lo cabrón
a lo poeta
y a lo borracho
y me he sentido amado
con todos mis deshechos
y así redescubrí mi corazón
y olvidé el asunto de la escopeta
al calor de un febril abrazo
y redescubrí un futuro enamorado.

Y ahora tengo miedo
de saberme equivocado
de que mis ganas 
sean solo ganas
y que todo lo que describo como bello
no sea más que un caballo desbocado
en este presente vil e incierto. 

Sin embargo la vida sigue
entre valentías y temores
y yo estoy claro en lo que siento
y también 
de mis propios miedos
en mi amor y sus albores
a todas horas radiante existes
y sin ti, ya no preciso un después.

El miedo me patea las bolas
ese miedo que radica
en perder el pecho en la certeza
de saber que nada vale la aurora
de entrelazarme en tu vida
con afán de saberme en tu belleza.