noviembre 30, 2020

Salud, por mí

Miro mi habitación a solas
mi cama
mi closet
mi mesa de escribir
en la que nunca escribo
mi ropa desordenada
mis libros empolvados
miro mi imagen en el espejo
y entonces pienso en ti
he sido un desvivido, sabes
he desperdiciado tantos años
en burdas idioteces 
entre el orgullo y la soberbia
en creerme un culo
cuando no lo era
y no lo soy ahora
mirándome en una habitación a solas 
en la que pienso en ti
sin tener apenas la nada
que una mota de certeza
y éstas ganas irremediables
de volverme a ver febril
y pensar que soy un culo
y
que realmente lo sea. 

Miro mi habitación a solas
y desde ella logro escuchar
un revoltijo de olas
de olas de mar
y esta noche
no puedo mas que brindar por mí. 

noviembre 24, 2020

En esta nada

Aún es joven la noche
y ya no aguanto la espalda
los sesos, la condición
que poco a poco me ha integrado
al espesor agreste de la nada
a este ser en estúpido derroche
anteponiendo siempre el corazón
un corazón a veces malogrado
y sabes, eso mismo es lo que duele
he olvidado como llorar
como cagar lo que así me tiene
mi alma es un eructo de borracho
un pedo en un culo estreñido
entre una multitud que no lo huele
el mutis en la voz de una caracola de mar
y la pretensión de certeza en mis trazos
que me saben acabado y jodido. 

Y estoy a flor de piel
en la mesa de la cocina
que siempre espera por mí 
para verme tambalear de borracho
para sostenerme entre letras
porque ella es quien me sabe fiel 
a mis formas y a mis malas doctrinas
en las que otrora fui un tipo febril 
sin mentiras, sin amaños.

Sabes, casi todo se me ha derrumbado
y lo que más me pesa
es que no he sido capaz de llorarlo
y parece que las chicas notan mi pena
y vienen y van y no me importan
y la gente que me odia
pregunta "¿Cómo estás?
y yo contesto: - Sigo en la mar-
porque ellos no entenderán
esta inevitable y triste parodia.

Tengo un par de abrazos absurdos 
guardados bajo llave en la alacena. 

La muerte aún no me lleva
porque sabe que soy ahora
completamente tuyo
y porque en mi abrazo
soy más feliz que iluso.

Pero es joven aún la noche
y yo ya tengo sueño
tengo sueño de mi propio ensueño
donde el mañana es contigo
reviviendo a mi lado el derroche 
escuchando en ti mi propio latido
porque creo
y espero así también lo pienses
nos conviene. 

En esta nada que me carga
se me asoma sin filtro el alma. 

noviembre 17, 2020

Mal trato

- Anda gato, esta es la última -
me digo, tratando de darme aliento, 
pero a veces es más gris
el alma que la vaguedad de la vida,
y sí algo sé, lo digo sin cinismo
es que he sido y soy un ser soberbio, 
auspiciado por el tabaco y la bebida
en los que camuflo un tanto febril
y otro tanto ajeno, 
algunas veces interesante
para quien gusta de la estampa
del que se esconde cual cobarde, 
mientras su corazón se derrama
solitario y cabizbajo, 
esperando siempre anidar en esas tardes
en las que no estoy borracho
y me brilla de infinito una tierna calma. 

- Anda gato, tú puedes ser libre aún -
me digo y me palmeo el hombro, 
y me enternezco al escucharme
porque jamás he tenido esa certeza, 
porque no me significa nada la cruz
ni los caminos que a oscuras rondo, 
porque mi talante no puede castigarse
comiendo un pastel sin cereza. 

- Anda -
me digo y sin quererlo 
me maldigo
y tomo un trago
que después de unas horas
se verá multiplicado 
y no habrán panes ni peces
sino un cardumen de otroras
y de tantas auroras que no dieron creces. 

- Anda, aún puedes brillar -
me digo, pero quizás solo soy
uno de esos imbéciles
que olvidaron como se esquiva
el estertor y la desdicha
por no tener latidos fértiles
ni confianza en la sonrisa de un sol
que tan solo pretende la mar. 

Sin embargo, 
debo seguir andando
mientras finjo
que puede aún el gato
y el hombre que lo habita, 
que aún me quedan fuerzas de vida
y que me alejaré del alegato
en el que mi pensamiento rimo
mientras mastico un: "sin embargo"
para seguir, sin más, andando. 

- Anda - le digo al gato. 

- Anda - me dice el gato. 

Y parece no haber trato. 


noviembre 11, 2020

Se bien

Se bien
lo que debo hacer
quizás me falta coraje
quizás estoy acumulando rabia 
para emprender el viaje
donde la vida se embalsama
de la eternidad del ser 
navegando en tiernos oleajes. 

Alguna vez

Tengo aún efectivo
para sobrevivir una semana más
no tengo trabajo
ni talento para vivir 
y mis vicios son afectivos
porque en ellos se asoma el mar
que sale por mis ojos sin encanto. 

Tengo cercana la vía del tren
por si acaso
requiero alguna vez. 

noviembre 10, 2020

A la mano un trago

Miro constantemente al horizonte, 
y en él me pierdo, 
me gustaría tener siempre un trago
a la mano, fumar mi tabaco
y seguir contemplando lo que me atañe, 
lo que me apura, lo que me importa
en estos malditos tiempos sin brazos
para abrazar lo que aún se puede abrazar,
lo importante y lo meramente relevante
y para ello quiesiera tener a la mano
un trago siempre. 

Algunas veces miro dentro de los bares, 
-es cierto, los extraño tanto-
miro a la gente que bebe
por el simple gusto de beber
y así perder el tiempo, 
la conciencia, la moral o tantas cosas
que bien se pueden perder en los bares;
los borrachos de hoy solo pretenden
perder la dignidad, la mayoría de ellos
porque embriagados se encienden
y callan su propia caracola de mar. 

Son tiempos duros
siempre lo han sido
y busco tener un trago a la mano
entre tantos claroscuros
y por saberme perdido
siendo este hombre de humo
que extraña los bares
y mira al horizonte constantemente
entre cigarrillos y un trago, 
ya sin nada pero aún con mi dignidad
que me forjó este terrible arrabal.

Y por ello
miro constantemente al horizonte
y he de buscar razón de lo bello
y saber que mi alma aún no tiene importe.