septiembre 26, 2016

A Berenice Pérez

Me voy a permitir hablarle de usted
por el respeto que me significa
por la grandeza de saberla mujer
y por ese corazón que a diario tonifica.

Usted sabe de felinas razones
de sabores a través de la lengua de gato
usted siendo un ser magnífico ha sufrido
y ha sido un vendaval de alegrías
usted ha sido un corazón en la penumbra
de otros gatos que a solas escribimos.

El hombre no es malo
es la mujer quién en su divinidad
sólo nos deja certeza en el falo.

La mujer es una gloria ahora cansina
un amuleto para estallar en blanco
y un cúmulo de belleza enardecida.

Me voy a permitir hablarle de usted
y de las sonrisas que noche me saca
siendo yo un hombre de eterna resaca
con el tierno hecho de ser usted mujer
de ser de Uruapan y de conocer la charanda
que me ha visto tantas veces desfallecer.

Me voy a permitir abrazarle desde la letra
esa que nocturna y embriagada me nace
envuelta entre verdades y cinismos
abrazarle desde mi necia tinta negra
desde el trago donde mi pecho yace
cada noche sin mayores formalismos.

Usted sabe de la vida a lo José Alfredo
de todo ello que vivir implica
usted sabe que el palpitar casi siempre
casi siempre la sonrisa complica.

El hombre no es malo
es peor que la carne de puerco
a patadas por el mismo matado.

La mujer es una franca belleza
y aprendió a patearle al hombre los huevos
para saberlo en la lona con certeza.

Quizás esto no tenga nada que ver
con la cuestión primordial
en la que yo sólo vine a abrazarle
por sentirla una magnífica mujer
y por saber que también acumula el mar
pero de una manera tibia y amable.

septiembre 12, 2016

Que me folla un bagre

Digamos que sonrío
que se contraen mis musculos faciales
que se me marcan las arrugas en los ojos
y luego me crece el río
cargado de muertos y heces fecales
que vuelvo al psiquiátrico peor de loco.

Digamos que sale la luna
que me mira y que me entiende
que brilla en lo alto como ninguna
y que de pronto desaparece.

Digamos que calzas un par de botas
con casquillo en la punta
y que con ellas pateaste mis bolas
estando para ti desnudas.

Digamos que pateas de puta madre
igual que yo
tal vez mejor
y ahora estoy que me folla un bagre.

septiembre 10, 2016

Ya es la una

En tres minutos dará el reloj la una
los chicos afuera beben
escuchan su terrible música
y las luces poco a poce descienden.

Ya estoy por dormir
y entonces antes de ello
bebo un trago doble
para nulificar mis sueños.

Ya es la una
el reloj es un hijo de puta.

Con eso
esta noche
me quedo.

septiembre 08, 2016

La vida

Todo esto de la vida
se trata de aprender de la derrota,
de aprender que seremos perdedores
siempre ante la sonrisa de la muerte;
se trata hallar cierto refugio en la bebida,
de hallar putas que te besen la boca,
de ser un leño ardiendo sin mayor suerte.

La vida es un veloz tren en el subterráneo
a la espera que a él te tires de cabeza
una esquina donde orinan los borrachos
y una falta rotunda de certeza.

Mi alma no es más que un rayo de sol
estando a media noche en la Antártida
un escupitajo en un balde gris del bar
donde aprendí a beber como un mayor
y es tan sólo una forma anárquica
de hacer las paces con las olas del mar.

La vida es una droga vuelta legal
que embrutece al hombre contemporáneo
una innata manía que nos hace creer
que con tan solo respirar vivos estamos.

Todo esto de la vida
se trata de irla perdidiendo día a día
y yo lo hago mediante el verso
el tabaco y la bebida.

Paso a paso

He ido paso a paso
siempre tengo licor en casa
-cigarrillos no se diga-
transito los andenes del subterráneo
sin mayor armamento que mi carcaza
y trago esos granos que aún no germinan.

Estoy en mi habitación
a solas bebo un poco y fumo mucho
pienso en lo bien que me hace follar
y una caracola de mar escucho.

Pero voy despacito
enciendo una luz después de la otra
y ya después al unísono todas las apago
miro las sombras de un modo distinto
siento en mis pies la lengua de la ola
y sigo naufragando dentro del vaso.

Me sé un receptor de la resaca poética
un arrabalero fuera del arrabal
un poeta de los malos aún con alma
y un huraño y nocturno animal.

No pido nada y doy siempre todo
una moneda para el limosnero
mi corazón podrido para el amor
y jamás he podido del espesor del lodo
de la tundra en la que no vive el limonero
ni he podido darme a mi mismo el perdón.

Aún noche a noche lo intento
y es ésta mala poesía la que me gana
la que me llena de besos las manos
y duerme conmigo en mi cama.

He ido paso a paso
deapacio
ebrio
y he sabido
coleccionar mis fracasos.

Paloma

No hay mucho que hacer
hemos jodido todo
y el todo nos ha jodido.

Espero ver la próxima tormenta
ebrio desde mi raquítica ventana
ajeno ya a las calles
por que en ellas no hay calma
y está llena de falsos estertores.

He dicho ya mucho de la nada
he escrito noche a noche embriagado
he abrazado por el talle a las putas
he sido puro sin ser un iluminado
y entonces los bares donde nací
y todos mis sabios amigos borrachos
por mí acaloradamente reclaman.

Tan sólo digo que estoy cansado
que el cielo tiene descomunales goteras
desgastando el tinte negro de mi verso.

Y estoy sentado en mi habitación
a solas mirando por la pequeña ventana
bebo un trago vuelto ya triple
y espero aquel diluvio que no llegará
esta noche en que cargo mi impermeable
que afirma que dios no existe.

La vida es una gran paloma
volando sobre nuestras cabezas
silentemente
mientras nos vierte toda su mierda
desde arriba, donde cabe dios y la muerte.

septiembre 01, 2016

Confeso

Paso de la bombilla nocturna
a la más terrible sombra
y en ese andar de pocas luces
escribo a la par de lo que bebo
fumo en esta pose taciturna
que tan a menudo me destruye.

He estado leyendo mis letras
mis versos
mis malos poemas recién sacados
de una barrica de roble que los ha alojado
siempre tan lejanos del cielo.

No soy tan cabrón
ni soy tan hombre
cuando me sé poeta.

Y soy un poeta de los malos
uno más de los que se han viciado
ante el oleaje incivil de la vida
tan llena de arrabal y de sofismas.

Mi vaso es el mismo de siempre
mi letra, las garabateadas cursivas
mi pecho es un caldero
mis manos son las ganas
de que mañana todo prospere.

Y entonces estoy ebrio
tambaleo un poco
me alboroto el cabello
pienso y siento
suspiro como los locos
y vuelvo de pronto
del erebo a mis aposentos.

Tengo atorado en la garganta
ese espeso vómito quiere salir
un verso irremediable
y una voz al oído que quiere morir
que quiere morirse de esperanza.

Ya estoy en las penumbras
mi cenicero está hasta el culo de colillas
mi alma está casi vacía
y mi vaso ya a nadie deslumbra.

Soy un poeta
no soy un hombre
ni soy un cabrón.

Ojalá el mundo lo entendiera
ojalá mi hijo lo entendiera
ojalá tú lo entendieras
y me dejaran salir a flote
abrazado de mis falsas quimeras
cuando estoy ebrio
y mi sentido es real y torpe.

Mi habitación enmarca el rojo
la soledad y el frío de mi infancia
la muerte venida a machetazos
el resplandor de un poeta loco
que bebe y bebe por que su gracia
es la de amar a fieros latigazos.

Nunca he podido hacer daño
por convicción propia
nunca he podido ser el futuro
por los años que vengo arrastrando
nunca he podido ser esa gloria
que te quite de la vida lo duro.

Soy un poeta, mi amor
un borracho
un tipo que creyó en la grandeza
y soy un encantador barranco.

Y sólo soy eso
por ahora
por siempre
cuando me muero
a lo lejos
y en la muerte
sin embargo, te pienso.

Pasadas las doce

Este anochecer ha sido
como tantas noches de antaño
estando a solas escribiendo
tristemente y embriagado
fumando cigarrillos al por mayor
para sentir cómo es que voy muriendo.

Pasadas las doce, lo sé de sobra
se me vuelcan los demonios agrestes
las larvas me empiezan a comer la panza
y mis letras conocen de lleno la muerte.

Tambaleo mientras en el WC orino
veo mi sombra cancerígena en sismo
y sin embargo mi mierda escribo.

Te pienso y pienso en tus demonios
en los atardeceres mirando a la nada
te pienso y pienso en tus lindas bragas
pretendiendo un gato por unicornio.

Este anochecer ha sido
una patada en los huevos como antaño
estando a solas bebiendo
lo más hijo de puta de mi trago
tratando de evitar el próximo sol
a sabiendas de estarme extinguiendo.

Pasadas las doce, lo sé de sobra
no soy más, que una indivisible sombra.