diciembre 27, 2021

Y que sea lo que dios quiera

Sabes, he tenido días de perros
y noches sumamente peores,
me las he visto duras contra el hambre
y peor aún,
con la posibilidad en mi mente
de no poder regresar a la estrella
que alguna vez me hizo brillar.

Ahora mismo tengo treinta y seis años
y sabes, me embriago aún cuando puedo
porque es el combustible para mí mente
y en mi alcoholismo suprimo mi razón
para que mi pecho siga siendo el mismo,
el de un perdedor que pretende tan solo
ser bueno porque sus sabios
le enseñaron a amar la belleza,
pues la belleza siempre resulta buena
para mí y para lo que escribo,
para todo aquello en lo que el latido
en mi letra logre darme calma y certeza.

Y entonces voy y vengo 
de mí para mí
dejando tantas cosas atrás, a ciegas,
intentando ser lo más febrilmente posible
porque el pecho se me arrebata
en este diciembre en el que la sombra
contra la luz hace un eclipse
y soy feliz y soy tan cobarde
si no me siento entre tus brazos
para recibir de lleno al alba el sol.

Luego voy de ti para ti
y te escribo mi pecho en poemas,
me afeito el bigote y las pelotas
y dispongo mi amor y mi falo
para hacerte derretir por completa,
te razono antes de pretender siquiera
entenderte desde tus simas y tus cimas
y te resumo en querer quedarme contigo,
entre tus piernas y tus brazos,
en tu voz cuando me nombra
y en tus ganas cuando me amas.

Porque sabes, yo jamás he dudado
de mí propio pecho porque es lo mejor
que tengo a estas alturas de mi vida,
y aunque algunas se ha equivocado
no quiero que se equivoqué contigo,
no creo que se equivoqué contigo
porque ya he tenido suficiente vida
para saber el sentimiento de saberse
sacado a patadas de un bar y de un pecho,
y no pretendo eso más
sino como el capitán que soy
tirar mis anclas entre tu espeso mar.

Y qué sea lo que dios quiera.

diciembre 11, 2021

Ahora mismo

Una blasfemia entre copa y copa
rompe tras de sí el oleaje cristalino
donde a todas luces place el desierto
y la nostalgia dulcemente pasta.

Pienso en ayer y el hoy se me muere
de pena y de delirium tremens
y así mismo escribo está horda de versos
machacados en mi alma cual mortero
ya antes había sido la nada
pero nunca una nada tan profunda.

Entonces me embriago cuando puedo
y escribo cuando el demonio sangra
gota a gota y se sincroniza con mi corazón
que solo siente vocacionalmente
sístoles y diástoles, patadas en los huevos
defendiendo lo que creo certero
y no hay nada más cierto que la muerte
y los parásitos que de ella se nutren
para volver a comenzar la vida.

Escribo porque es mi destino.

Y el amor y la vida y la muerte
cuál parásito que soy me amamantan
y así mi verso me da vida y va creciendo
y se lía al espesor de las lianas
dónde se aferran mis manos,
mi ideología cimentada a deshoras
y al candor de ser sin precio etiquetado
en lo que creo que es mi alma.

Los locos saben de mí
de lo que hablo sentado y bebiendo
de lo que siento estando destrozado
poniendo cara de imbecil
mientras doy los buenos días
las buenas tardes y las buenas noches
a gente que que en su vivir opaca
la vida misma desde su propia existencia
sin darse siquiera cuenta
sin la mísera conciencia del poeta
que sabe que en su propio mal
al mundo entero jode.

Algunas veces he planeado el itinerario
para el viaje utópico y sin retorno
pero pienso en la locura sin mí
y en la gente que me quiere
y me necesita para seguir sonriendo
mientras absorbo lo malo y lo vil
de sus propias vidas en las que nunca
estarán dispuestos a aceptarse
como simples civiles locos.

Argumento a mi favor la gracia
de este pecho mío en desgracia de lunas
que nada platican conmigo
cuando las miro en el cielo
pasando y pasando sin tregua
nacaradas y siempre solemnes
ante el canto y el maullar
de un soñador vuelto en gato
qué de la vida nada sabe
pero se empecina en sus propias ideas
porque las ama y se siente en ellas
legalmente un tipo correcto
aún cuando el estertor le llena
el interior de los zapatos de piedras.

Ahora mismo, no sé si puedo ser más
sin embargo, lo intentaré
puesel hombre no es más que un intento
de equilibrarse con dios
y dios no existe entre nosotros
pero vale más la pena intentar
para descubrir quién putas es uno
desde el pecho y el porqué
termina uno siendo un imán de locos.


octubre 31, 2021

Para @limonhero

De tanto ir y venir, de ida y vuelta
la Parca no lo encontraba jamás
pues aunque siempre franco entre sus letras
la muerte no leía para atrás. 

Sin embargo una noche vil lo halló
Ay con soez burla al palindromero
le expresó su guadaña al corazón 
mientras canturreaba un: "Lero lero".

Y así se nos fue el grande Limonhero
tipo cabal y constante artista 
amante de la palabra y tuitero
y afilado entre sus propias aristas. 

Una vez enterrado, la huesuda
por fin lo leyó y lo desenterró
para ver si sus letras sesudas
le devolvían la vida al tuiteador. 

Había pues Limonhero efectuado 
el viaje sin retorno, ahora él 
burlaba un: "Lero, lero" al hueso cruel
que la vida le hubo arrebatado. 

octubre 21, 2021

Crucifijo

Los días
son un abanico 
las noches
un abrazo al crucifijo. 

agosto 11, 2021

Aquello del vivir

En todo aquello del vivir
cabe la desdicha, el sufrimiento,
la duda y el ensimismamiento
que nos echan el ancla en el ego;
es eso lo que me procura el tedio,
la sinrazón y las nubes del sinvivir, 
cuando pretende sol mi sentimiento
y un futuro menos agreste y más febril.

Mi pecho precisa ser bueno y mejor
y no lo he hecho, no del todo,
pero trato de serlo como un loco
y así antepongo mi fatídico corazón
al espesor de la vida y su propio lodo.

Preciso también la letra y el verso
porque de ahí parte mi empatía,
mi soez entendimiento de un mundo
que cada vez alberga más vagabundos,
mi sostén ilusorio ante un nuevo día 
en el que quepan mejores universos. 

Es cierto que mi afición a la bebida
no me hace bien aunque lo haga,
también, que puede ser un asco mi vida
si el vicio me arrulla y a la vez me traga;
sin embargo todo ello es el resultado
de aquello que he vivido a ciegas, 
dando sobrios tumbos estando borracho
y a paso firme cuando mi alma se entrega.

Entonces y por ello,
no dejaré de pelear
porque la vida
siempre tiene algo bello, 
y en todo esto preciso amar, 
entre letras y malas bebidas.

julio 18, 2021

Análisis

Siempre he sido un tipo
que sin gustarle siquiera,
profesa el análisis, el pensamiento, 
la objetividad absurda de lo subjetivo,
por lo tanto siempre estoy en guerra, 
sopesándolo contra mi sentimiento.

Sabes, escribo
para confirmar que sigo vivo,
para tratar de hallar alguna razón en mí
y algunas veces para hacer apologías;
la apología no es más que disculpar
esa sombra terrible llamada culpa,
no es más que un autoengaño vil
para darle sentido a la propia vida,
porque el perdón nos otorga cierta paz.

Yo no tengo problema con ello, 
a pesar de lo estúpido que parezca
mi letra, mi razón y mi corazón entero, 
a diario buscan sonreír mientras pescan. 

Me han llamado hijo de puta tantas veces
que debería por salud propia creerlo,
pero no es así porque tengo un credo
y la certeza que acarrea mi muerte.

Casi nunca digo lo que digo sin pensar,
pienso tanto siempre en la validez 
que puedan tener mis argumentos
y a eso le llama mi caracola de mar,
aunque pueda parecer una insensatez
o la frialdad del que no tiene sentimientos.

Y es por eso que difícil batallar conmigo,
porque sé doler y sé aguantarme el dolor, 
he sabido comprimir mi corazón
haciendo apología de mi cinismo.

Mi pecho es una púa lacerando mi frente, 
la sonrisa y el latido, las propias ganas
de dejar de ser un tipo inclemente, 
buscando encontrar la eterna calma. 

Y ahora la vista se me empaña
y el llanto en mi estalla. 

julio 01, 2021

Confesión de un padre hijo de puta

Sabes, siempre pienso en ti,
aunque no lo parezca, 
aunque me revista de ausencia;
pues por ti es que sigo aquí,
peleando a diario por volver a brillar, 
por retornar a ser aquel que fui
antes de que me arrastrara la mar.

Voy a ser muy franco,
me apena en demasía 
que me veas valiendo verga,
como se dice en el barrio, 
me apena sentirme acabado,
a mi edad y a sabiendas de no tener
un título universitario,
sabiendo tanto
y aún teniendo más por aprender.

Algunas veces he charlado contigo
sobre experiencias que tuve a tus años,
te he contado estupideces que hice
con la esperanza de que no las hagas,
te he hablado de la calle y del vicio,
de lo que me hizo bien y me hizo daño
porque te sé bueno y siempre quise
evitarte en el camino feroces dagas. 

Sabes, siempre he creído ser bueno,
he tratado de no ser lo que el mundo es, 
he intentado ser diferente al resto
y he puesto mi corazón antes de entender
que el latido es libre pero no certero,
sin embargo así aprendí a ser
y ahora que me lleva la chingada,
busco razón en mi pecho y en mis ganas, 
en todo aquello que he hecho bueno,
y pienso en ti y en los momentos
en los que sin más me abrazabas.

Bukowski en su poema:
"El cordón del zapato"
hablaba de la explosión de la locura
en el hombre y/o del suicidio
mediante un suceso con aparente cura, 
que sin embargo,
sería una gota derramando el vaso;
yo no soy tan valiente para ello,
pero me hizo pensar 
cuando se me cayó el diente,
porque fue de la vida un golpe fiero,
a pesar de mis dientes chuecos, 
eran míos y los tenía completos;
pero me ha gobernado la mente
y el pecho orientado a los que quiero.

Bukowski es uno de mis sabios
porque habló claro de la vida
y porque salió del barrio;
tú a tu corta edad también eres uno de ellos,
pues tu autenticidad hace mi vida, 
más sustentable para mi pecho.

Ahora tienes un carácter y un talante
ya forjado por lo vivido y por los tiempos
y estás en tu derecho de embestirme
con tus cuestionamientos,
porque acepto que he sido un mal padre, 
que la ausencia me vuelve un ser terrible
que nada cura con sus versos. 

Tuviste tu examen de admisión
y no lo recordé,
y lo siento tanto,
yo tuve un día del padre
sin tu felicitación
y sé que lo merezco
y he querido llamarte
pero no tengo cara
y es por eso que te escribo,
maquillando en esta palabrería 
un sentido te quiero,
un abrazo fuerte y certero 
y una idiotez mía
que te logre sacar una sonrisa.

Sabes, seguiré peleando por brillar,
porque mereces lo mejor,
porque es invaluable tu corazón
y porque tú puedes brillar aún más. 

PD. Te amo.

PD. 2. Ya me pusieron mi diente. Me encantaría verte la semana siguiente. 

junio 20, 2021

La leña al fuego

Quizás,
todo lo bueno que pensé alguna vez ser
ha sido y es, solo una mentira rapaz
que jamás noté por mirar el cielo,
por querer a quemarropa crecer
en torno a mis propios sueños,
entre mis filias y mis más terribles fobias
y entre lo que creí, 
como balance entre el vicio y la virtud;
creí en razones sin razón y en las hojas
que atestiguan en versos lo que fui,
cuando me hallé en plenitud. 

Pero el alma también se desgasta
por no racionarla correctamente
y yo he vivido a lo loco,
di todo aunque fuera poco
y hoy, estando a solas me sé jodidamente
escribiendo versos tristes que me aplastan,
como aquel estertor que no pretendo
y sin embargo toca a mi puerta, 
se mete incesante en mis sueños
y me habla de un posible cielo.

Quizás eché toda la leña al fuego,
siendo aún primavera 
y no pensé jamás en el invierno,
ni en volverme una insolente calavera. 

Sin embargo hay algo que dice: "resiste"
y pongo todo mi empeño en ello,
resistir es un verbo tan básico
en estos malos tiempos,
como es la mano que siempre asiste
con una escopeta ante lo trágico.

De mi vida,
no puedo ser juez y parte
y sin embargo me juzgo cada noche
y soy tan cruel como un calambre,
y entonces me enfrasco en la bebida,
para poder contestarme
y así hacer ovillos de viejo estambre,
retazos de una realidad vivida
en base a lo creído y su derroche. 

Estoy en el punto más cruel
y mis pies parecen no tocar fondo,
pero he sido y soy a mi mismo fiel, 
aunque me aterra lo hondo
y la oscuridad que me inunda el pecho,
ahora que el presente se traga el pasado
y me resulto un patán hecho y derecho
que se siente por la vida defraudado.

Estoy jodido,
desde el alma 
hasta los bolsillos
y ahora mismo gasto mi calma
en contemplar mi latido,
que sigue peleando aguerrido, 
porque aún pretende dar más,
porque a pesar de serlo,
no pretende ser un imbecil
como todos los demás,
que nada saben del amor ni del pecho
y sonríen mientras se mueren
porque jamás supieron amar.

He sido un febril amante,
amé y amo lo bueno y lo malo,
pero de padre aún soy pasante, 
y aunque no sea el mejor, te extraño. 

junio 12, 2021

Espejos

Me mantengo desnudo frente al espejo, 
con frío y siempre con algo de miedo, 
pienso en mí y solo en mí frente a él, 
lo bueno, lo malo, lo peor y después
surge un reflejo certero del propio ego
que precisa comprender o volverme ciego;
y es duro para mí reconocerme errado
y encontrar mi alma llena de granos, 
es duro para mí colocarme en una balanza
que registra burdos ceros en mi bonanza, 
en esta fe surgida siempre en mi pecho
con el simple afán de no acabar deshecho,
como la mierda después de tirar la cadena
largándose por el inodoro que la cercena.

He dado todo, incluso hoy mismo lo doy, 
lo poco, lo recaudado en estas letras
y di más cuando creí que pude hacerlo,
he dado todo cuanto soy y ahora estoy
temblando como un prisionero de guerra,
como una veleta ante el viento más fiero
y necesito la mar brotando en mis ojos
para lavarme un poco de mis despojos,
de mi imagen reflejada en tanto error
que he cometido consignando mi amor.

Estoy desnudo y viajo por mi mente,
por mis manos ancladas en mi pecho
y me miro de frente al espejo
y es tan tierno y tan agreste el reflejo,
que me duele tanto el hecho
de saberme un soñador inclemente,
un intentador de dar felicidad
que pretende de noche, tan sólo llorar.

Recuerdo aquellos malos días
cuando aún era un infante vil
y mi padre me llevaba a cenar tacos, 
mi madre me arropaba mientras dormía
y así mi vida recobraba su tono febril, 
pero ahora esos recuerdos me son vagos.

No sé que diablos estoy haciendo
mientras pretendo estar viviendo. 

junio 04, 2021

Imbecil

Ahora que no soy tan imbecil
ya no frecuento los nocturnos bares, 
me he deshecho del disfraz de hombre de bien, 
de las buenas maneras del saco y la corbata
y no necesito más encantar con mi talante.

Ahora que no soy tan imbecil
recurro a mi pecho en su pequeña fogata
cuando siento frío y necesito un después,
me entretengo en una fotografía jamás tomada,
en el recuerdo de un abrazo apabullante.

Ahora que no soy tan imbecil
me rebusco en los bolsillos vacíos
y de su fondo me saco el alma, 
cegada por los tiempos pero aún sonriente, 
un tanto hecha jirones y de color sombrío.

Ahora que no soy tan imbecil
mi apuesta sigue siendo la del demente,
la del amante feroz que espera la calma,
la del poeta vil que su latido no vende, 
la del tipo que a pesar de lo imbecil, 
aún no tiene el corazón envilecido. 

Ahora que no soy tan imbecil, 
no tengo nada 
y veo tantos imbéciles
que no tienen idea de serlo,
teniendo todo;
sin embargo,
nunca tendrán mi pecho, 
aunque veces, lo confieso, 
quisiera ser más imbecil. 

mayo 17, 2021

Verdades

He procurado vivir,
con mis filias y mis dogmas,
con mis vicios y mis eclécticas virtudes
y no es que quiera morir,
sino que las sombras, 
me traen a diario sus cruces.

Me mantengo tambaleante
en los semáforos de las decisiones 
y me consuelo con mi pecho, 
porque soy un mal poeta protestante
del ideal y de mis propias visiones,
y de todo aquello que creo como certero.

Ya no quiero hacer más daño,
porque sin siquiera quererlo, 
se por mi propio andar que lo hago,
y eso me duele desde el pecho.

He procurador vivir
con la esperanza de morir
sin causar daño, 
pero aún no tengo la sapiencia
ni los años,
porque aún pienso en ti,
y en esa forma de morir con decencia. 

mayo 08, 2021

Ofenda

Sabes, quizás estoy demasiado triste,
en otras ocasiones 
ello me daría para escribir a borbotones,
sin embargo, ahora 
siento que la vida me embiste,
esta vez distinto, no como otrora
y me pecho a duras penas resiste.

Me sostengo de aquello que siento,
de aquellas cosas que me incitan
a dar de mí más y me dan aliento,
de los latidos que me vaticinan
recompensas y días menos cruentos.

Y sabes, yo no pretendo más
que ser un tipo bueno
que se empeña en amar
y en base a ello,
amo y he de querer marcar
mi alma con la certeza de lo bello.

Creo que me comprendes, 
lo sé porque me abrazas
y me amas a pesar de tantas liendres
devorando mi alma.

Pero soy también un cabrón,
un hijo de puta - aunque no lo sea-
y en mi tristeza no mueren las ganas
ni la esperanza de merecer lo mejor,
para alimentar mi propia letra, 
para combatir los años y las canas
mediante esa proeza llamada amor.

Ninguna tristeza,
por más dura que sea, 
jamás opacará este te amo, 
ni el tiempo, ni la ausencia
lograrán desistir de mi estrella, 
en la que brillo si te abrazo. 

Ahora solo sé
que tú serás mi amor,
hasta donde me permitas serlo:
desde tu alma, hasta los pies. 

Te ofrezco a cambio mi corazón,
esta tristeza y mi pecho entero.

marzo 29, 2021

No sólo el mar

No sólo el mar trae la calma:
hay olores y canciones, 
caricias, abrazos certeros, 
voces apagando la vileza del silencio,
cofradías vueltas mutuas ambiciones
y espejos que nos reflejan el alma.

¡Qué duros tiempos!
-Me digo a solas-
-¡Siente! - me dice el sentimiento.

Y escucho del mar su caracola. 

La directriz del pecho
es y me será siempre irrevocable, 
incluso más estando deshecho
pues me ha vuelto amable.

Y es cierto que pienso en el mar
y también procuro la calma blanquecina
que provee el amor a quien precisa amar, 
desde un corazón sin aristas. 

marzo 23, 2021

A costa de mi propio cinismo

Mi corazón es un hijo de puta
al menos conmigo mismo
y siempre
a costa de mi propio cinismo, 
con mi razón busca disputas
y se enamora de la muerte. 

Mi corazón es mi muerte, 
anticipada, 
efímera ante la vida
y cautelosa ante la suerte,
mi corazón es y será perenne,
en estas tretas anestesiadas
de humo y malas bebidas, 
y latirá así por siempre. 

PD.  Te amo. 

febrero 01, 2021

Me he llenado de miedos

Me he llenado de miedos
y la muerte no figura en ellos
tengo un cierto espanto mayor 
que me acribilla diestro las costillas
a la altura donde el ser precisa el corazón
y entonces me reconozco y me muestro
temeroso a la propia vida
al pasado ya perdido
a las honras y deshonras cometidas
a mi pecho que ha llorado y ha reído
bajo un arcoiris en plena llovizna. 

He pretendido humanidad
y poderla expresar desde mis manos
tan conectadas siempre a mi pecho
mediante la nocturna ebriedad
en la que el vicio me vuelve inhumano 
he buscado a tientas en dulzor de la sal
recomponerme pronto cuando estoy deshecho
para volver aunque en gris a brillar.

He pretendido y pretendo tanto
que en este vaivén de la vida
en el que la muerte se empecina en arrebatos
más le temo a las lágrimas por mí caídas
que al claro infierno que merezco
por decrecer mientras en él crezco
como un indecente y cruel poetrasto. 

Y entonces tengo miedo
yo, que he apostado mi letra
y la he mostrado al cielo
intentando hacer las pases con dios
yo, con mis versos en tinta negra
con su talento que nada vale por abyecto
temo ahora mismo por mi corazón. 

Mi latido no es un imbecil
como lo he sido yo
mi latido ha procurado y procura
labrar la tierra de un sentimiento fértil
mi corazón es un niño de cinco años
rescatando catarinas de un jardín verde
sin saber que las rescata de la muerte. 

Por eso mismo tengo aún más miedo
me da miedo la posibilidad 
de que lo que ahora por malo tengo 
se instale en mi pecho por siempre
y no vuelva a ver un arcoiris ni un azulado cielo
ensimismado de nubes esbozando el mar
y me cubra de melancolía la muerte. 

Estoy en esta habitación a solas
he bebido un poco
y he fumado mucho
he escrito estos versos entre caracolas
en los que se replica el miedo
he sido y seguiré siendo un loco
mientras el bien y el mal escucho
y para mi alma seré lo más certero
aunque muera, como esta noche, de miedo.

La muerte esta noche me haría un favor
si quisiera venir por mí
pero sabe que aún tengo que escribir
y que me queda bastante corazón.

Me he llenado de miedos
y por ello la muerte no figura en ellos. 

enero 23, 2021

El mayor de mis miedos

El mayor de mis miedos
es a saberme del todo equivocado
que mi corazón haya muerto hace años
y yo sin siquiera saberlo
a saberme sin oportunidad de sonrisa
a encontrarme derrotado ante la guerra
que he combatido toda mi vida
y defendiendo siempre la belleza. 

Temo por ello
más que nunca y ahora
que nada tengo
y en mi pecho
aún conserva los destellos
de un palpitar a sus deshoras 
y me parece ciertamente bello. 

Y por él temo
por los andares y los rebusques
por su inocencia
por su bandera idealista y enamorada
de lo que además de sentir creo
a pesar de los fieros embustes
de la gente de mala calaña.

Hace rato que no brillo
he pasado hambre
delirios que pedían la muerte
conocí el verdadero frío
y en mi falo el acumular de la sangre
me he enredado en ovillos de alambre
y he maldecido mi suerte. 

Pero también he amado
como nunca lo he hecho
a lo cabrón
a lo poeta
y a lo borracho
y me he sentido amado
con todos mis deshechos
y así redescubrí mi corazón
y olvidé el asunto de la escopeta
al calor de un febril abrazo
y redescubrí un futuro enamorado.

Y ahora tengo miedo
de saberme equivocado
de que mis ganas 
sean solo ganas
y que todo lo que describo como bello
no sea más que un caballo desbocado
en este presente vil e incierto. 

Sin embargo la vida sigue
entre valentías y temores
y yo estoy claro en lo que siento
y también 
de mis propios miedos
en mi amor y sus albores
a todas horas radiante existes
y sin ti, ya no preciso un después.

El miedo me patea las bolas
ese miedo que radica
en perder el pecho en la certeza
de saber que nada vale la aurora
de entrelazarme en tu vida
con afán de saberme en tu belleza.