diciembre 11, 2021

Ahora mismo

Una blasfemia entre copa y copa
rompe tras de sí el oleaje cristalino
donde a todas luces place el desierto
y la nostalgia dulcemente pasta.

Pienso en ayer y el hoy se me muere
de pena y de delirium tremens
y así mismo escribo está horda de versos
machacados en mi alma cual mortero
ya antes había sido la nada
pero nunca una nada tan profunda.

Entonces me embriago cuando puedo
y escribo cuando el demonio sangra
gota a gota y se sincroniza con mi corazón
que solo siente vocacionalmente
sístoles y diástoles, patadas en los huevos
defendiendo lo que creo certero
y no hay nada más cierto que la muerte
y los parásitos que de ella se nutren
para volver a comenzar la vida.

Escribo porque es mi destino.

Y el amor y la vida y la muerte
cuál parásito que soy me amamantan
y así mi verso me da vida y va creciendo
y se lía al espesor de las lianas
dónde se aferran mis manos,
mi ideología cimentada a deshoras
y al candor de ser sin precio etiquetado
en lo que creo que es mi alma.

Los locos saben de mí
de lo que hablo sentado y bebiendo
de lo que siento estando destrozado
poniendo cara de imbecil
mientras doy los buenos días
las buenas tardes y las buenas noches
a gente que que en su vivir opaca
la vida misma desde su propia existencia
sin darse siquiera cuenta
sin la mísera conciencia del poeta
que sabe que en su propio mal
al mundo entero jode.

Algunas veces he planeado el itinerario
para el viaje utópico y sin retorno
pero pienso en la locura sin mí
y en la gente que me quiere
y me necesita para seguir sonriendo
mientras absorbo lo malo y lo vil
de sus propias vidas en las que nunca
estarán dispuestos a aceptarse
como simples civiles locos.

Argumento a mi favor la gracia
de este pecho mío en desgracia de lunas
que nada platican conmigo
cuando las miro en el cielo
pasando y pasando sin tregua
nacaradas y siempre solemnes
ante el canto y el maullar
de un soñador vuelto en gato
qué de la vida nada sabe
pero se empecina en sus propias ideas
porque las ama y se siente en ellas
legalmente un tipo correcto
aún cuando el estertor le llena
el interior de los zapatos de piedras.

Ahora mismo, no sé si puedo ser más
sin embargo, lo intentaré
puesel hombre no es más que un intento
de equilibrarse con dios
y dios no existe entre nosotros
pero vale más la pena intentar
para descubrir quién putas es uno
desde el pecho y el porqué
termina uno siendo un imán de locos.


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