febrero 28, 2014

Verdad de dios

Habrá quien se muera de amor
en los cantares de una serpiente-gallo
que sólo vive a mitad del estertor
proveniente del más bello y último rayo
de esta voragine tibia llamado sol,
y habrá quien nunca soporte el dolor
de traer el alma llena de terribles callos.

GhHabrán días de poetas sin sombra
y millones de ganas que de noche te nombran.

Me reduzco a quemarropa a la nada
cuando por ti y por tu pecho sobrevivo
dispuesto a la espesa y febril hondonada
en la que te recuerdo y te escribo.

Hay quien es feliz cuajado en la desdicha
de todos esos abrazos nunca dados
llenos de recuerdos en los que la vida
nos da certeza de sabernos maltratados.

Esta noche el puto de la esquina
no escatima en la imperiosa oferta
del sexo por detras y el agua quina
cuando menos me siento
y se sumerje mi alma en el alcohol de la probeta.

De la densidad de mi cinismo

Sigo poniendo mi pecho y mis ganas
en los senderos que rondan los verdes
del sauce y los aromas del eucalipto.
Y hace un año y dos días que vino la muerte
a beberse conmigo una copa de tinto.
Hablemos de la vida - le dije-,
del coraje de la noche y de la letra,
de la verdad acalambrada entre los muslos
y hagamos el amor a mitad de la guerra.
Sigo poniendo dos onzas de ron a mi vaso,
una veintena de cigarrillos en mis pulmones,
el mejor de los estilismos a mis trazos
y me anidan el alma mis tristes canciones.
Hace seis vidas que ya no soy el mismo
enamorado de la vida a pesar de lo gris
en el que resplandece el apologismo.
Y es que metido entre tus brazos soy feliz
a pesar de la densidad de mi cinismo.

febrero 27, 2014

Credo

Tuvimos que creer en algo
y así a quemarropa lo hicimos
-aunque no por mucho tiempo-
y decidimos creer en un dios
que se vió devorado por el pecado
acumulado de febriles sentimientos
que sólo espera por la luz del sol.

Ahora que dios ha muerto y que los días
reposan a los pies de un terrible manzano
que a mitad de la muerte se dice sano
no nos queda nada sino la verdad y la vida.

Tuvimos que creer y en la creencia
que nos hubo cercenado la boca y el pecho
no encontramos cosa mayor que la ausencia
y la inconveniencia de largarse cual derecho.

Hasta siempre, hasta nunca,
y nada he de saber embriagado de cierto
si la noche me abandona en el desierto
y este verso me apunta directo a la nuca.

febrero 26, 2014

Nocturna perorata

Sabes, yo ya no sé vivir de otra forma,
de otra manera
y en mis miradas nocturnas
sólo puedo contemplar
los acantilados de la luna
y el brillo de de una estrella
que alumbra un arbusto en la casa vecina
simulando la silueta de un gato.
No tengo fe y sin embargo
en mi carrera tengo miles de tejados,
dos o tres ideas que a veces resplandecen
y mi ausencia tiritando de frío
en una blanca escalera.
No tengo un credo
ni un dios que me levante
cuando muerto estoy
mirando la vida
entre los cristales transparentes
de toda esta horda de botellas vacías.
Y afuera sopla un viento
con labios de hielo
que hace que parezcan
un tanto tibios mis adentros
en los que mis demonios visten
aureolas y maquillan
su escupitajo de fuego.
Soy un alcohólico que se dice
y se siente y se ha enfrascado
en el rol de un citadino poeta,
pero no más, aquel cabrón que se vistió
de gris cuando en su ojos no pudo más
que reconocer el oleaje del mar
y cuando sobrio,
recorre el sendero de la esperanza
a través de ignorarse las ganas versadas
de ser y terminar siendo un oscuro poeta.
Nada es fácil, ya sabrás
y vivir inevitablemente duele,
en el pecho, en las manos,
en algun obtuso siempre bajo el vientre;
vivir como el que nada tiene.
Y yo pudiera ser feroz
y tratar de amedrentar el latido
que me viene quemando por dentro
y degollarme con la luna y con su hoz,
pero antes de dormir te pienso
sentada en la gloria de lo que no se ha perdido
y así, macilento comprendo
que tan dentro te me has metido.
No lo sé, quizás supongo
que esta nocturna perorata
solo ha tenido el fin de informativa,
antes de que me coman la lengua
y las manos las grises ratas.
Yo ya no sé vivir de otra forma
y mis demonios te nombran.

febrero 24, 2014

Nunca es fácil

Pretendo ser la incierta calma
que sobreviene después de la balacera,
la salida en hombros del torero malherido,
la lámpara que va muriendo sin aceite
en aquellos callejones sin aceras,
el fruto más que prohibido podrido.

Nunca es fácil deslindarse del talante
ni quitarse del cuello la hoz de una luna
en la que el poeta precise su propio levante
a la par del verso en una estrofa oportuna.

Pretendo ser el beso cenizo de la muerte
anunciado en la blancura de los hospitales,
un reguero de la desdicha de la sangre,
una nubes de gas cuando apenas duermo
embriagado de mis vicios y malvos males,
el estertor de un sol con su rayos en debacle.

febrero 22, 2014

He de suplicar

Crúzate en mi camino
en mis calles sombrías
en los manzanos y en los almendros
en las grietas del pavimento
en las noches con cara de día
en la fiereza de mi destino.
Crúzate en mi lúgubre trazo
en el baile de tanta humareda
en mis vivos y en todos mis muertos
en el albor que llega a mi huerto
en este llanto clandestino de seda
en el espeso palpitar de mi trago.

Y si no es posible ello
he de suplicar
que te hagas a un lado.

Lo siento

Del humo del cigarrillo que se eleva,
de mi camisa blanca, de mi corbata,
del silencio que sólo sangre segrega,
del trago en plural que me acompaña,
de saberse sólo y a mitad de la nada,
de esta frente sin laureles coronada.

De las dos o las tres de la mañana,
del arrabal, de tanto vaivén de la mar,
de la malta y cuando menos de la caña,
de toda esta rabia en soluciones de sal,
de tardes rojizas y ausencias de trincheras,
de estas manos marcadas por la guerra.

De la timidez de un amor que doblega
el temor que en este pecho se desplega.
Solo vine a decir que te quiero
pero me han salido los demonios al paso,
lo siento amor, tanto lo siento...

febrero 21, 2014

No lo tomes a mal

Ya me bebí el primer trago
y he encendido el enésimo cigarro.
No lo tomes a mal, estoy perdido.

Esta tierra aún tiene grietas
por las que sangran la perdición
y servido con hielos el desamparo;
estos tiempos tan carentes de gloria
traen astillas carmesí en los ojos
y en la boca una mueca de descaro.

Y la guerra silente que no estalla
a pesar de caminar sobre los vidrios
del pasado descalza, ya montada
y sujeta a las crines de la alborada
en la que el pecho y la garganta
no saben sino tragar agudas espadas.

Ya he terminado el primer trago
y sigo ensimismado y perdido
fumando la gris humareda del tabaco.

No lo tomes a mal, no soy tan fuerte
ni tan sanguinario para del todo ignorar
que lo que debe morir es el mar
y la ola que regresa cargada de muerte.

Y entonces, ya servido el segundo trago
timidamente he de subir al tibio cadalso.

febrero 18, 2014

Amén

Todo esto puede resumirse
en el silencio que calla la palabra,
en la inequidad que no se halla nunca
entre los ovillos del pecho y de la razón.
Ayer tuve posiones y un manso abracabra
para los grises que pudieron ser asumibles
mientras que ahora tengo un cañón en la nuca.
Algunas veces de noche suelo
hacer mutis y quedarme quieto
para escuchar como llora la mar
mientras le quema el alma la sal.
Y entonces el gato de las sombras salta
y con su pata derecha ya sin garras
escribe en ronroneos su propia elegía
de tejados y pedradas a medio día.
He de ser sincero cuando me digo muerto
entre el vaivén de la letra y mis manos
que no han podido ser más que la apología
que a diario bebo para reiterarme cierto,
para seguir de pie a pesar del latido malsano
en el que otrora custodié mis propias ambrosías.
Pero la lluvia de tantos años fue impedida
y jamás besó con sus labios la cálida tierra
ni miró tras de sí la aurora llegando embriagada
con su arma cargada de esperanza en plena guerra.
Voy vengo después de matar con mi pecho
la curva que recorre el vuelo de las aves
para sentarme al fin al filo de la encalada escalera
a sabiendas del nácar de luna y tiempos deshechos.
Pero todo esto puede resumirse en el burdo cinismo
qe dicta que el poeta es el único asesino de si mismo.

Amén.

febrero 17, 2014

Salud!

"La fiebre de un Sábado azul
y un Domingo sin tristezas..."

Charly García.

Puedo poner en práctica la audacia
enarbolar los colores grises del verso
caminar descalzo entre las ruinas
beberme de un trago las sombras en comparsa
y fingir que no requiero siquiera un beso
rodeado de temores y personales minas.

Y es algo dentro de mi lo que duele
situado en las costillas y en el borde
de un latido que a mierda huele
y no es sino el estallido de la guerra
abdicando sus pasiones de febriles nortes.

Hoy que pretendo hacerle a quemarropa
el amor a la gloria pasada del espejo
y a mitad de la noche y de la cuarta copa
he de saberme demasiado cobarde y viejo.

Y cuando el mundo entero apesta a heces
soy el idiota que escribe mientras duermes.

Salud!

febrero 15, 2014

Seis am

La calle siempre ha de ser un río de sangre
y encuentro cierta similitud en ella sobre la mesa
cuando expongo mi talante y mi palpitante carne.

Y mi amor es así de soez y sencillo
una fumarola de espeso latir y alquitrán
o el llanto de un hombre cual niño perdido;
mi amor es la ausencia y es la ola del mar
compartiendo lado a lado el taxi.

Algunas veces, lloro, he de confesarlo,
y me guarezco desnudo de lluvias tersas
en la piel del demonio con cara de bardo
que me recrea jugosos campos de fresas.

Y ahora que estoy borracho y están por dar
ya la seis y no levanta mis ganas la mañana,
pienso en lo triste del amor y en la finura de la sal
que se cosecha entre el cigarrillo y la caña.

Pero las calles son siempre más y ahondan
más que el vuelo del colibrí que diurno ronda
las flores ya deshechas que perdieron su miel
en la enramada vida en los huesos ya sin piel.

Pero mi amor sigue cantando febril y encantado,
esperando la sombra y el surco nacarado de la luna
dispuesta a dejar su espiga en mi pecho lacerado.

febrero 11, 2014

Perdamos todo

Perdamos el pudor y los buenos modos
metidos en la noche más negra y desierta
por donde andan distantes de sí los locos.

Perdamos la gracia y ganemos arrugas
surcando nuestras manos y los ojos
recién sacados no podrán darse a la fuga.

No es cosa del pecho la forma y el estilo
con el que las palomas emigran fugaces
hacia los montes donde la flor precisa un filo,
hacia las laderas donde los soles audaces
logran hacer que no los queme su propio rojo.

Perdamos la esperanza de la letra y la palabra
dispuesta en el filo de una copa de licores
que elucubra un pasado que en demasía sangra.

Perdamos el significado de anteriores grandezas
acumuladas en los párpados cuando las flores
jamás pensaron en cortarse de tajo la cabeza.

Embriagadamente deshecho y por demás podrido
me entretengo en el verso y en la sal que va rodando
desde el inicio de un arcoiris bicolor envilecido,
desde el ayer que terminó por el futuro clamando
por sonreír a mitad de una docena de estertores.

Terriblemente jodido

Esta llovizna en el infierno
no apaga el fuego surgido
entre las manos y el pecho
no disfraza la sal en las mejillas
con las gotas de un cielo
que se opaca ante las bombillas.

Terriblemente jodido y con la punzada
aún viva entre la carne y las manos
escribo cayendo la noche destrozada.

Y afuera llueve igual que dentro
pero las sombras no huyen del diluvio
ni los demonios portan sombrillas
cuando me guarezco del agua
con la necedad de un pobre diablo
con el alma y la mirada amarillas.

Terriblemente jodido y con la punzada
latiendo mis costillas al filo de tus labios
debo ser un poeta y una mala coartada.

Mis manos

Con la uña del pulgar
de la mano derecha mordida,
con una mancha de comida
en el rojo inclemente de la corbata,
con la esperanza en el azar
que antes del alba las luces pactan.

De lejos he venido a caminar
sobre terrones de azúcar quinados
puestos sobre la lengua
de un latido de soledades ataviado.

Comparto a oscuras mi trago,
mi timidez con las barbas de dios
y con la cola sonriente del diablo
con la cabeza diestramente partida en dos.

Con el alma embriagada de nicotina
son mis dedos un oleaje amarillento,
con la casta de poeta gris y sediento
es la palabra para mi verso un anzuelo,
una nube de humo, una lacerada cortina
que me impide verme besando el suelo.

De lejos he venido a palpitar
en los escombros tras el temblor
originado en las sombras contiguas
donde se oculta la belleza del temor.

Convido a medias luces mi tinta,
mis flores podridas en un vaso
y el neceser que acumula el mar
en un poema que habla de mis manos.

febrero 09, 2014

Soy el hombre y soy el gato

Soy el hombre y soy la roca
el gato, el eco en las costillas
de un perro que ladra
soy el vino y soy el filo de la copa
el humo taciturno se eleva
y la voz haciendo mutis que canta.

Soy la sangre y el latido insurrecto
las ganas de lleno bajo el vientre
el pajaro sin alas, soy la muerte
la nube solitaria, el gris arrebato
soy la mancha que ennegrece la pared
y las ganas del nunca sobre el siempre.

Soy el camino y los gastados zapatos
la bola de la bruja, el futuro del muerto
que se afeita al despertar, la cintura
la mano lenta que prefiere la vista
soy la sal de la mar, el rojo levante
y la calamidad que ama con locura.

Soy el hombre y soy la roca
el gato, el gato que a deshoras escribe
el gato que en su maullar te nombre
el gato que embriagado de lunas sobrevive.

Como el estertor de un poeta

Como un pedazo de carne seca
colgado en las paredes de un pecho
ya cansado de latidos, o la letra
embarrada con su gris por los techos
que lloran por ocultar las estrellas
con su tallante y su brillo perdido.

Como el estertor de un poeta.

Como la mar que se aleja de la arena
en este baile insufrible de los tiempos
de tragamonedas, o la sangre que cercena
la bondad de maldecidos sentimientos
que requieren un par de besos en la alacena
plagada de ratones que deshilan la seda.

febrero 07, 2014

La flor que me cobija

La flor que me cobija
trae espinas de alquitrán y de muerte,
de hoscos y temerarios paisajes
por los que no pasa nunca la gente
y donde el sol es un dato que hipnotiza.

Soy de aquella extraña especie
de los aún en la ferocidad de los tiempos
se mueren de ganas, pese a la nada
vilmente arraigada en lo soez del sentimiento.

Pretendo crecer sin creer en el bulto
que sobresale en mis pantalones de diario,
ser menos mezquino y menos estrafalario
de este pecho que se ensimisma en el luto.

Y en la estela de la vida descorazonada
late mi pecho y son mis certeras manos
las que buscan la mentira desfachatado
para sentirme un poco bien y menos malsano.

febrero 05, 2014

Intempestivamente

Resuena metido hasta los huesos
de la noche un terrible chasquido
que me lleva a saberme del todo
brillante, brillantemente podrido.

No miento y es cierto que maldigo
esta imposibilidad mía de ahondar
el pecho argumentado la mentira.

Entonces, heme aquí
terminando intempestivamente
lo que quiso ser un poema
por no saber mentir.

febrero 04, 2014

De soledades y ambrosías

Como perder ambos pulgares
o el brío de la mano derecha,
así mismo se siente de pronto
saberse derrocado y sólo
y en demasía duele.

Hay tanta gente
transitando los senderos
sin vislumbrar de lleno la muerte
o la rosa que marchita
opaca el rayo de sol venidero.

Y estamos solos
mientras nos miramos a los ojos,
desesperados sin saberlo,
absortos,
perdidos en un banco de nubes
que elucubra una piltrafa de nosotros.

Amargas son las despedidas
por ser las creadoras de la soledad
y de las copas que saben a ambrosias.

Como perder un ojo siendo tuerto
o el verso certero de un gris poeta,
mientras el todo se llena de nada
y nos sabemos en solitarias hondonadas
cuanto todo esto es cierto.

Nubes

Hay una nube de alquitrán
rondando la certeza del latido
que pretende mejores días
y en el piso un mendrugo de pan.

Tengo un lugar que busca exilio
en los rincones impolutos
donde mi letra sufre del frío
con el que el mudo pide auxilio.

Solo los sordos se acercan
y los ciegos tambien a tientas,
los estupidos y los ciertamente locos,
los malos poetas, de a poco.

Estoy cansado del pecho y de las manos
que laten y esbozan un mundo fiero
y descorazonado, de un malvo cielo
en el que las aves mueren y los demonios
son felices mientras el alma cortan.

Hay una nube de humo y negra tinta
presagiando que de una buena vez
sea yo quien sin reparos se extinga.

febrero 03, 2014

Empieza a amanecer

Empieza a amacener y yo bebiendo
por ser mi forma incivil e inhumana
de seguir pese a todo existiendo.

Tengo al igual que tú,un pecho
y bien lo sabes, soy un extraño
que busca a menudo la fiera noche
para escribir mi vida y estos daños
que me muestran fiel y deshecho.

Y cuando empieza a amanecer
y no me importa nada sino la mar
que en mi crece, vengo a ser
este pecho que te pretende amar.

De la guerra y la paz

Al fondo de los límpidos cristales,
ya acabados los elíxires contenidos
resuena tenue una voz que musita
atardeceres a mitad de la garganta
y un sol que me aconseja un "confía".

Las aves no siempre aciertan el destino
y el verdugo aun sazona con olas de mar
su merienda con sabor a arrepentimiento.

Y la nada entonces, comienza a batir
la letras que me llevan a posar el pecho
en un azul devenir donde es amiga la guerra
y la paz un espectro triste y maltrecho,
que sin embargo mira a las estrellas.

febrero 02, 2014

Sino mis ganas

No tengo mucho sino mis ganas
de empalar por vez primera
al diablo y todas sus quimeras.

Incluso en estas noches solitarias
es mi verso carmesí el que sangra
por las paredes frías y encaladas
a la espera de sentir la primera daga.

Traigo los sueños descalzos
y una quiniela que perderá
en los caballos, una mirada
de amor en los bolsillos
y la perfección de un trazo
que servirá sutil para nada.

No tengo sino mi cielo en llanto
carcomido por los tenues silencios
que recorren mi etiqueta aún sin precio.

Y sin embargo
te quiero.

No hay mucho que explicar

Pretendo volver a lo simple
a las formas básicas del pensamiento
a los lugares donde tan sólo fui
un navegante de la vida envuelta
entre manos y ciertos sentimientos.

No hay mucho que explicar
soy un borracho que escribe
y ha de buscar a dios en el trago.

Y yo ya no quiero nada
sino un verso temblado
a media noche en grana
y quitarme este mote de gato.

He sido cruel y ahuyenté a las palomas
con pensares abyectos y malhumorados
con esta necedad de mi propio ser.

No hay mucho que explicar
si sigo bebiendo por las noches
enlas que me recarga el mar.

En mi cabeza bailan dos diablos
un pasodoble al son del desencanto
y en su cadencia no existe simpleza,
como tampoco lo habrá en el canto
que versa el borracho que escribe
buscando siquiera al dios del desencanto.

Y yo ya no quiero nada
sino a medias luces
beberme a quemarropa
un simple y venturoso trago.

febrero 01, 2014

Pregunto

Y entonces pregunto por dios
a mitad de la calle empuñando
un vaso que contiene ron.

Por estos lares nadie parece
saber de su redención
cuando la vida se seca y perece.