febrero 22, 2014

Lo siento

Del humo del cigarrillo que se eleva,
de mi camisa blanca, de mi corbata,
del silencio que sólo sangre segrega,
del trago en plural que me acompaña,
de saberse sólo y a mitad de la nada,
de esta frente sin laureles coronada.

De las dos o las tres de la mañana,
del arrabal, de tanto vaivén de la mar,
de la malta y cuando menos de la caña,
de toda esta rabia en soluciones de sal,
de tardes rojizas y ausencias de trincheras,
de estas manos marcadas por la guerra.

De la timidez de un amor que doblega
el temor que en este pecho se desplega.
Solo vine a decir que te quiero
pero me han salido los demonios al paso,
lo siento amor, tanto lo siento...

2 comentarios:

tecla dijo...

No les haga caso a los demonios, amor.
Que yo los palearé y me los cargaré para que nunca más vuelvan a importunarte.

tecla dijo...

No les haga caso a los demonios, amor.
Que yo los apalearé y me los cargaré para que nunca más vuelvan a importunarte.