enero 29, 2013

A otro ratón que me visita

  • "— ¿Esa es tu respuesta a todo: Beber?
— No, esa es mi respuesta a la nada."
 
C. Bukowski.


Ciertamente eres un pequeño hijo de puta
-le dije- mientras me ataba los cordones
de los zapatos,
y no pudo hacer más que mirarme
con ese trozo de pan entre sus manitas,
con sus ojos oscuramente diminutos.
 
Escuchaba a los Beatles, fumaba tabaco
y de cuando en cuando lo veía
salir de cualquiera de los rincones,
y era tan ágil y tan rápido -pienso-,
como el látigo cruel del que cree en dios,
era una cosa por demás magnífica.
 
Y en su sola existencia albergaba
una graciosa nada,
una impensable e insolente grandeza
coronada por la vida tomada por inercia;
entonces  bebí dos tragos más a su salud
y  me volví al espejo para mirar mis ojos, 
estos ojos repletos de la misma nada,
inmersos entre la sombra y la caña
 
Te mataré mañana por la mañana, 
quizás de un zapatazo -no usaré trampas-,
y este poema será un burdo tributo
a ese todo que me mostró tu andar
despreocupado entre mis pies,
y entre un cigarrillo y otro más, 
te guardaré un pequeño luto.
 
"Here comes the sun...
here comes the sun, and I say:
It's all right..."
 
Y eso mismo 
entre la nada
y el todo
sin más, espero.
 
 

enero 28, 2013

A estas horas, lo sé

Justo un par de calles
antes de llegar a casa,
a aquel tacaño taxista
se le poncha una llanta.

La radio resuena un Pearl Jam
en sus más remotos tiempos
y después de un par de tragos
me siento vivo y macilento,
entremezclando flores y cruces
en las que sin más me divierto
con la consigna de caer de bruces.

Y nada me importa
si es la noche la que reina
entre los álamos grises,
si es que ellos le dan sombra
a los sueños de un antaño
de felices perdices.

Acariciarme desde tu Luna,
desde tus montes más desiertos,
desde tu lengua y tus dedos,
en esa lejanía en la que yace
el olvido de la pasión patentada
entre pudorosos salves y credos.

Hoy te pensé más que ayer
y en cambio no llovió tristeza,
ni esta melancolía de la cabeza
hecha trizas sujeta al perecer
de todos aquellos nublados días,
en los que se avistaba tu ser.

Si te espero esta noche de diablos
inveteradamente sedientos de cura,
sólo espero que veas en mis ojos locura
y esta necesidad de desbocar los relojes
un segundo en el que tu abrazo sincero,
elucubre de lleno el abismo de soles
en los que me relamas entre labios.

Y sin embargo, a estas horas lo sé,
soy el imbécil dentro del neceser
que escribe contra sí
su oscuridad y sus agravios.

enero 22, 2013

Intentando dormir

"Pero aprendí a tragar balas y golpes diestros de machete sin siquiera del agua un sorbo, a curar las heridas abiertas a mitad de una terrible resaca siendo domingo por la mañana, escuchando las clericales campanas
a fuerza de badajos que nunca han hecho más que embrutecer el alma..."

El fin será siempre el comienzo,
y así, lo supongo, viceversa.

Tengo una maldita manía,
una fe a todas luces errada,
una deuda nocturna y sumisa
con la tinta negra y los papeles,
un arrebol en tonos grises,
un misterio enredado en los dedos
y la autenticidad de mis oropeles.

Y he de temblar ante mis sueños
por que no terminan al despertar
con esa luz ingenua de la mañana,
y he de tomarme el pulso cobarde
a costa de relojes que nada saben
de lo que hacen naufrando en la caña.

Mi caligrafía tan informal casi perfecta,
estos labios que siempre elucubran besos,
un avecilla parda que no viene ni va
a ninguna parte, ni a ningún lugar,
un resplandor tibio y desconocido,
una rosa que sigue recogiendo los pétalos
que ha dejado desperdigado en la senda
que le espera con la frialdad de la sal.

Más de mil veces he muerto sentado
en esta silla en la que mi pensar malsano.
intenta irremdiablemente dormir
alejado del ser y del suntuoso devenir
de soledades añejas aunque ciertas,
pendiendo de una soga entre puertas
que sólo intentan a luz de Luna sobrevivir. 



enero 21, 2013

De noche (Parte II)

"...Pero resulta, que a menudo escucho el palpitar de un pecho que me sorprende siendo el mío, un estruendo similar al batir de la tierra de los sauces cediendo ante un fiero vendaval, al cristal vuelto añicos encarnado bajo los párpados en medio de una redundancia de ceniza y sal. Y en la hoguera de tambores en ls que irremiadiablemente danzamos, he de escuchar al mismo lodazal gritándole un "ya basta", a las uñas y a los dientes en la espalda enraizados. Pero somos carne y tripas sin ton ni son anudadas entre las manos y la garganta, un punto de cruz de una Muerte que resucita perforando la lengua y los labios, un oleaje fieramente tierno por el que navegan todos los santos besándole los pies al diablo.

Pero resulta también, que una pusilámime brasa atiza el candor y no hace más que darle un soplo de vida a los dedos, a estos dedos míos que después de tanto arrastrar el tul de los sudarios, se han visto convertidos en aquellos necesarios muñones que pesadamente logran superspuestos en un palo, que se deslice el capitán sobre el neceser de las tarimas del más vil de los recuerdos diarios.

Resulta, la mayoría de las veces, que los de arriba ven en mí una sonrisa, cuando no de he de ser más que desolación con la blanca bandera hecha trizas..."

enero 20, 2013

De noche (Parte I)

"...Pero a través de la niebla al despertar, a mitad de un enero cualquiera, es posible mirar la silueta de aquellos corazones carcomidos que otrora fueron, gustosos, filiales al nerviosismo de la navaja de afeitar y la sangre en hilos -corriendo en hilos- hacia una coladera desierta. En el subsuelo hay peces que brincan y cantan, hay rosedales que duran segundos; en el subsuelo los hombres dejamos la carne junto a la vestimenta para sentirnos latido, estertor prolongado, etiqueta sin precio, el certero y último aliento del moribundo.

Y sin embargo, ahí abajo, los que temblamos y tiritamos de frío, hallamos la franqueza para decir a media noche toda esa palabrería incivil que nace del yugo del ombligo,  y que requiere sin medias tintas de la infranqueable franqueza del golpe que sin permiso abre paso, a aquella inveterada soledad de la que hacemos derroche.

¡Es hora de dormir, amados demonios! ¡Es hora de colgarle a la Muerte intermitente el esqueleto sembrado de alados unicornios...!"


Gato Pardowski.

enero 16, 2013

No hay nada personal

"Y ahí, sentado en la misma silla, tomando respiros que de noche saben a ron y a tabaco, tratando de explicar con signos el ovillo que ha parado entre el presente y el pasado, aquella cosa como masa deforme que viene y se posa entre los ojos, cual nebulosa cantando con voz de sirena un estribillo febril y eterno, que pregona a quemarropa que la misma nada es el todo, y que ese mismo todo, resulta en tales condiciones inexplicable..."


No hay nada personal en mí, 
mis sueños son figurillas 
sujetas al viento que sin quererlo 
atrapé alguna vez llegando 
puntualmente el alba;
son las astillas humeantes 
recopiladas de alguna hoguera 
ahora extinta, el idealismo 
resucitado sin motivo 
en el pensar de los que yacen 
serenos bajo la tumba. 

Y del mundo soy sombra,
mendicidad y dedos cruentos
pidiendo un pedazo de pan,
una copa de dulce vino
para hallarme nocturnamente
huraño y también, lo sé, 
un poco moribundo.

Por que conozco el corazón
de la ola desecho entre las rocas,
el crujir de la lágrima cobarde
que estalla vuelta cristales
dentro de la mirada radiante
que con brío la estoca, 
por que soy la impersonal
persona que viste un traje
a pesar de ser mendicante.

No hay nada personal en mí, 
tu muerte y la mía van de la mano
y en cada bar beben un trago
de cianuro mezclado con alquitrán,
algunas veces se regalan un abrazo
hasta que se saben estatuas de sal
y entre sus propias paredes se rompen
haciendo mutis del perenne arrebato, 
donde el pecho encuentra el fango
y por millares, afilados alfileres
prendidos al símil de un cielo raso.

Y del mundo eres chubasco,
el crujir de la hojarasca a cada paso
en el que desnudos pies vibran y bailan,
una feliz calamidad posada cual mariposa
en el botón de una flor que no pudo ser,
un bello atentado contra todos los mares
con hambre de naufragio y mansedad.

Por que conoces del estertor
el último grito desbocado y perdido, 
la ronda fúnebre de aquel gato
que ha caído mil veces del tejado
en su intento de arañar a la Luna
con su maullar triste y empedernido,
por que eres el canto de las aves
que antes de estrellarse en mi ventana
vinieron a mirarme al vendaval prendido.

No hay nada personal en mí, 
todo aquello que diga de más
en mi contra será usado como verdad
y blanco nido de perdices y palomas,
en un tiempo y en una hora cualquiera
donde el propio demonio sea deidad
y un latir en los anémicos huesos,
un arresto en este infierno que te nombra
en los fieros adentros encalados
donde el vicio y la pasión descansan
bajo el ciprés enjuto que me da sombra.
 


enero 15, 2013

A mi favor

A mi favor la noche insomne,
el taxista que a casa me trajo
un poco borracho pero a salvo,
la catorcena con sus días festivos
tan triste y vilmente laborados
y estos gusanos que me carcomen.

La sensibilidad de aquella Mujer
de Venezuela que es mi jefa
y agradece remunerando
con esplendor en mis bolsillos
sin saber siquiera de mi ser;
el whiskey, la catedral desierta,
el colibrí que se detiene volando
para enraizarse entre mis ovillos.

El esplendor de la Musa más bella
que a lo lejos convida su aurora,
el viento que sopla con feroz brío
para mostrarme ciertas estrellas
en los que mi alma posó otrora
huyendo de la tiranía del frío.

A mi favor el recuerdo en turquesa
mostrando lo pude ser y no soy,
sorteando las mezquitas y la maleza
que me reclaman si ahí no estoy,
este viento que me trae tantos huesos
colgados  a esta deuda de mansos besos.

Tu mirada eclesiástica en la mía,
tu mano en mi raquítica espalda
esbozando una tenue palmada,
tu beso en mi frente cual amnistía,
si rememora inocencia bajo tu falda
entre la caricia sí, he de hallarte sentada
bajo la fertilidad de un manzano azul,
y tus pechos recubiertos de cielo y de tul.

enero 13, 2013

A mi hijo

¿Qué tienes? -me pregunta.
Nada - a secas respondo.
No te preocupes, eres un buen papá...

 


Y en la maraña anochecida
de aquello llamado vida,
recorro con el pecho por delante
el filo de los cristales rotos,
la humareda cual talante
desde el ayer en cigoto,
en esa necedad de los grises
que se amontona de lombrices.

Y continuamente me pierdo
en el espesor de la nada,
entre los vicios adquiridos
en la silente hondonada.

Pero ya después, tu mano
en la mía me saca del letargo,
del estertor en plena sima
y es tu voz, la que detiene
a toda costa este "me largo".

enero 09, 2013

Disculparán ustedes

Mi contrato con el diablo
no indicaba que me llevaría
tan a menudo del brazo...

A mis veintisiete hay gente
que asegura soy un tipo exitoso,
tomando en cuenta la precariedad
de lo que toman por "estudios", 
hay gente que me ensalza sin saberme
un imbécil que se las gasta entre letras
que sólo pretenden la propia verdad.

Hay gente que me toma por el diablo
mascarado en la inocencia de los chicos,
por que han mirado en mí el fuego
que de noche quema y no alumbra,
hay gente que de pronto le detesto
como Hitler hizo con aquellos judíos
por no saber a conciencia su juego.
 
Pero hay gente que sólo me sabe
como el Gato borracho que soy,
como el fumador empedernido
que elucubra en volutas de humo
el sinvivir de los sueños perdidos....
 
...disculparán ustedes, si me voy
de pronto a beber otros zumos
buscando un sol encendido.
 


enero 07, 2013

Mi sonrisa

A esta penumbra
de salvajes muertos
que no miran
la luz sino hacia dentro,
a la transparencia del vaso
que a tientas me guía
entre el gris estupor
que anuncia sequía,
a la mentira cual composta
de inocentes fantasías,
a las aves que aún cantan
después de tanta travesía,
a estas horas empeñadas
en hacerme un idiota escribiendo
lo que mis labios callan
cuando no han estado bebiendo.

Al escozor en las entrañas,
al aroma del tabaco quemado,
a ese tal dios, al mismo diablo
con sus más finas mañas,
al despertar bajo el vientre,
a la Luna que dulce miente.

A la vestimenta de etiqueta
que a diario y sin reserva porto
simulando una vaga seguridad
y lo poco que me importo,
a la blasfemia dada al despertador
cuando mis sueños son mansos
y han de ser interrumpidos
para volver a este real remanso,
a los pechos que mis dedos
tiernamente han rechazado,
a los gatos que en cofradía
alguna vez he abrazado,
a las Musas siempre dispuestas,
a copular con mi cansada letra,
a los temblores en el pecho
tan sólo pidiendo la vida nuestra.

A la caricia que nocturna llega
a esbozar radiante su prisa,
al vendaval si del norte viene,
a la boca que me sabe perenne,
a todos ellos llegando el alba
he de dedicarles mi sonrisa,

enero 03, 2013

Tristeza

"Incluso dios vacaciona,
lo hace en estos tiempos;
-lo se por que 
no se le ve 
desde hace siglos..."

Las solteronas que juegan al bingo,
las bancas de los parques si están solas,
los jueves y los martes, los domingos;
el mar en caracolas.

La Luna cuando nadie más la mira, 
el canto moribundo del mendigo,
el azul y el oro, el rojo en la pira,
la suerte sin castigo.

El cielo en su eterno escozor de estrellas,
la reencarnación del diablo en el vaso,
el vientre y el pecho, las fieras huellas,
la canción del ocaso.

El grito atrapado en blancas paredes, 
los acordes menores y empolvados,
las letras y el suelo, el pan y los peces,
el reloj desbocado.

El espesor del oleaje en el alma,
el corazón al sufrir bancarrota,
mis ojos y los tuyos, la gris calma,
la fantasía rota.

El mítico Judas soltando besos,
los dedos del que escribe en azafrán,
el crujir y el dolor, los blancos huesos,
la boca del truhán.

El gato que a menudo por mí brinda,
la caducidad de la triste puta,
la memoria posada en horas lindas,
este verso en volutas.

enero 02, 2013

En este Mar

"Y voy de aquí para allá,
rezándole al plomero
que se lleve la mierda consigo
 y me consiga un buen sombrero..."

El café es para los muertos,
las condolencias para las viudas
y la belleza para los tuertos
con sus besos de Judas.

Y qué te cuento, amor,
si no es que muero
debajo de un par de caderas
que a tu vista serán cualquiera,.
por no vivirlas en carne propia
con su rivera del Duero
mientras se quita las ropas.

Y qué te cuento, amor,
si es ella o son sus pechos
certeros, quienes desnudan mi cuerpo
en la sequía de mi desierto,
entre los grises del cielo
y la mansedumbre del despecho
bajo la gloria de sentirse muerto.

Y que te cuento Mujer,
que otrora fuiste mi todo
con dosis de alquitrán,
mi tapanco y mi desván,
mis ganas del todo cubiertas
de arrecifes y lodo
en este mar de dudas repletas.

Puedo argumentar

Puedo argumentar
a mi favor la locura,
el séptimo cráter
virgen de la Luna,
el bailoteo del gnomo
frente a la oxidada olla
en que resguarda su oro,
el cantar de las sirenas
en este puerto sin mar,

esas nubes grisáceas
que no supieron llorar,
el estúpido desliz del rapaz
que a menudo bebe sólo.

Puedo argumentar
mi pecho que palpita,
mis manos que sangran
en su belleza marchita,
las noches en cofradía
con el mismo demonio
que se traga mis días,
la hojarasca inveterada

podrida en la estadía
en la que viaja mi alma podrida
transpirando por doquier amonio.

Puedo argumentarte la nada
con sus miles de garras
aferradas a mi espalda,
puedo entre trago y trago
pedir clemencia y letargo
para esbozar un "me largo",
pero no lo haré,