marzo 30, 2014

Bebamos

Bebamos
en los rincones solitarios
en las habitaciones ventiladas
en los cruces de las avenidas
a solas o acompañados.
No te tragues el cuento
de lo pudimos ser y no somos
ni los manjares infectos de pasado.
Bebamos
copulemos con dada mota de polvo
bailemos con los paralíticos intentos
besemos llena de sangre la copa
y destrocemos los buenos modos.
No acuses el recibo a la distancia
ni el pecado de ausentarse de la vida
a los calderos de un pecho roto.
Bebamos
Tú tu dios y yo mis doscientos diablos
frente a frente
y tan a solas
tan sólo bebamos.

marzo 27, 2014

Adios

Por tu record invicto
al patearme los cojones
por la manera de hacerme un espantajo
a la luz de un espejo que calla canciones
por la manera incivil
que me priva de ser feliz.

Por tus pies que otrora besé
ya fuera sobrio o completamente embriagado,
por la melancolía de un pasado
que del futuro se declaro abdicado,
por la vajilla que rompimos a palabras
a la espera de un esperanzado "abracadabra".

Por saber el punto exacto de mi obtuso llanto
a expensas de estas horas tristes y malditas,
por aquellas veces que ignoraste mi canto
de abedules y mi alma siempre en cinta.

Por tus manos y el recuerdo de tu imagen
para el que solo tengo un agradecimiento febril,
para el gusano que me come y en dos me parte
templando mi pecho de amores de abril.

Brindo por el pasado y el presente enamorado
sin embargo, por las estrellas en lo alto,
por todo aquello que vivo enajenado
dando a mi pecho la oportunidad del salto.

marzo 26, 2014

Sobras

Aunque el todo me falte,
me sobra siempre corazón
y la certeza de mi negra tinta.

Creo que lo sabes,
como ahora mismo lo sé
y solo espero que te baste.

marzo 24, 2014

Esta guerra en comunión

Ya no te pertenecen este cuerpo
y este pecho, estas manos tan llenas
de esperanza que al cabo no es
sino una forma concebida de muerte,
la más letal y sin embargo la más mía,
ni el graznido de los cuervos
ni las rondas a media noche en la azotea
donde buscaba una mancha en la luna
que me salpicara de mejores suertes.
Es duro sentarse a pensar al pie de una escalera
mientras las nubes se deshacen en la cabeza,
es duro saberse el loco que se desvive
intentando dar razón de lo que escribe.
No hay más sino esta guerra en comunión
y mil batallas que pelearemos hombro a hombro
sin mirarnos siquiera, equivocadamente a los ojos
en los albores de una copa que sabe a pasado
y que se enraiza febril a nuestros labios.
Ya mis manos te son ovillos desparpajados
y ya me soy un cálido estertor en otras manos.

marzo 23, 2014

Pasan veloces coches

Hubieron de pasar miles de sombras
tras marchitar el espejo y las bombillas
que de noche alumbran la blanca silla
en la que mi latido expuso al público sus sobras.
No es nada grato reconocerse -me digo-
con el alma vuelta el cuerpo del hombre elefante
a la espera de hallar un poco de belleza en el levante
sin hallar entre los pies el dorado del trigo.
Mis escasos pero siempre fieles lectores
saben bien a que me refiero siendo noche
y yo un manojo de tragos cual sedientos amores.
Y mientras tanto pasan veloces coches
concertados por la muerte en una tibia cita
y mi rima aparece como siempre maldita.
No es que me llene a diario el pecho la nada
sino que a cada paso me arrolla este todo
con su gloria por agudas espinas coronadas
y el andar arrastrando las manos en el lodo.
Hubieron de pasar segunderos grises e irritados
por los parajes donde el fantasma tuvo un cuerpo
y la memoria un parque de sauces desbaratados
donde la Muerte me dio su abrazo y me supo cierto.
La mano es al poeta lo que el falo al hombre
y yo entre ellos bebo mi copa y me desnudo
al pie de una escalera que lleva tu nombre.

marzo 16, 2014

Del vaivén de la calma

Es el mar en el cielo
quien termina por darle
un baño de nubes a la luna
reflejada en el licor de mi vaso
y entonces, ligeramente
empieza a generar un caos la calma
que me sonríe embriagadoramente.

En los oscuros silencios de las nubes grises

Como la fetidez de la mierda de un perro
que por días ha comido sus propias heces,
como la punta incandescente del verso
confabulando contra el poeta sus reveces.

Y mientras tanto el tren sigiloso avanza,
aquel de medianoche, el de las sombras,
el que nunca esperan los que tienen esperanza.

Como la larva tragando ya el blanco del hueso,
como dios vencido, como el diablo glorificado
en las espesas llanuras donde han sido los besos,
la forma purificada de resistir ante el pecado.

Dos bombillas a manera de ojos artificiales
miran absortas el paso de una vida cansina
y se persignan azarosas de todos sus males.

Como la risa de la puta de la oscura avenida,
como los chulos con la cartera de soledad repleta,
como aquel sol con su propia muerte encendida,
como el estertor cuando a la vida altivo reta.

Media botella de ron me brinda claridad
en los oscuros silencios de las nubes grises
que ocultan los fantasmas de mi vaguedad.

Vaga la verdad

Viene siendo vaga la verdad
que se tiene acerca del poeta
sobre la afinación de su pecho
sobre sus manos,
viene siendo vaga la verdad
en la que ensimismados le leemos
las arrugas del rostro
las canas grisáceas en la frente
y escuchamos
su latido arcano.

Viene siendo vaga la belleza del que trata
de urdir realidades en la lumbre
que se encuentra inmersa
entre saladas y espumosas cataratas.

marzo 13, 2014

Contraste

Resulta siempre contrastante
la imagen de un tipo de vestimenta
formal y planchado impecable
dando tumbos de borracho
pasada la media noche en la calle.

Contrasto -sutilmente me digo-
y en leve gesto anter de dormir sonrío.

marzo 11, 2014

Ayer vino a visitarme la muerte

Ayer vino a visitarme la muerte
y estaba de sobriedad loco
traje ejecutivo y mi corbata guinda
zapatos lustrados y elegantes.
Hubo de darme miedo, lo confieso
y tomó mi mano entre las suyas
diciendo "pide un deseo"
y yo pedí morir
tan desangelado
tan gris
tan falto de pasión
que hube de sentirme muerto.
No pudo menos que irse
conteniendo entre las blancas manos
la sal de los mares que me baten
y una flor maldita de mi huerto.
Sin embargo,
ayer vino a visitarme la muerte
y hoy lo tengo en mente.

marzo 09, 2014

Retrato del desayuno

En la pared una fotografía en sepia
y en el borde de la mesa
meditando está la ausencia.

Una taza blanca y desmembrada
contiene una infusión clara
y los vapores con ganas de se nubes
arremete en mis ojos cual espadas.

En la ventana un vidrio roto
y en sus jambas las arrugas del tiempo
pasando de lo febril al enojo.

Un cenicero dando descanso al cigarrillo
de antes del pecado del desayuno
y la pregunta de siempre lacerando
ante las luces mis despertares oscuros.

Me queda claro

Me queda bastante clara la enseñanza
de los hombres grises y contemporáneos
que elucubran en el reloj la vida
y desestiman la hora y los cuerpos sin craneo.

Sabremos sólo morir cuando nos hallemos muertos
sabremos vivir cuando nos quiten la etiqueta de cuerdos.

¡Abrazad entonces la muerte
bebedores y poetas inclementes,
abrazad las piernas de la mujer
con la cintura y buscad simplemente ser!

Y mientras tanto, la luna
cava profunda nuestra tumba.

Me queda bastante clara la letra
promulgada desde el inicio del pecho
hasta el final de esta inhumana guerra
que nos mantiene con vida pero deshechos.

marzo 08, 2014

Entre tanto trajinar me escucho

"Quisiera ser más y no aquel
que a tientas te entrega un palpitar
gris y desvencijado,
la espuma de la ola rozando tus pies
que poco saben aún de la sal
y el vaivén empañado..."

Gabriel Salinas.

Fumo el último cigarrillo de una caja
que me muestra a diario, en el humo,
un baile de sombras finas y amigas;
fumo, y me deleito y mi figura esfumo.

Bebo uno de esos copiosos tragos
que de noche me vuelven fiel e invisible,
padre de demonios, consejero de quimeras,
bebo las ganas de un esqueleto demacrado
buscando entre sus letras ser querible.

Bastante acostumbrado estoy a la muerte
que se filtra por mi frente y mis costillas
en las que el blanco nunca halla la suerte.

Y que pudiera yo decir de mi mismo:
"Buen tipo, algo borracho pero bueno,
en el fondo, un emancipador del pasado...",
y sin embargo me gana siempre el cinismo;
que pudiera yo decir siendo apenas un gato
nocturno que le roba a los perros su hueso.

Fumo un poco de la vida madurada
a quemarropa por los ataudes de caoba
en los que duermo junto a mi el ahora.

Y aunque todo esto es verdad
no lloro ni me visto ni me alegro,
sino desnudo, me arrojo a mar
donde solitario el pecho entretengo.

Pero fumo, fumo mucho
y entre tanto trajinar me escucho.

marzo 05, 2014

Antología

De pronto vino la muerte a sembrar sus espigas
en los espesos campos de sales y alquitrán
y era la nada quien reinaba en los albores flagelados
en los que acierta su estocada el alacrán.

Y era de noche
y el humo en las cortinas
bailoteaba entre utopías.

Eran dos las manos y dos los ojos cerrados
ciegos ya de esperanzas y luces de bombillas
eran un latido y siete los demonios que fumaban
fieras bocanadas de un un pasado con astillas.

Nada era cierto
y no obstante creía
que a solas sonreía.

Un eucalipto desde lo alto cayó con su filo de machete
clavándose inclemente en el pecho de la mansa tierra
y era hermosa la lágrima que entre verdes brotaba
y era un inveterado deber enlutarse de sangre y de guerra.

Y era tenue mi trazo
y tímido el verso
palpitante en los huesos.

Pero era la muerte y eran los campos, la nada, los albores
era el alacrán y era la noche, el humo bailando, la utopía
las manos, las bombillas, el latido, era el pasado y las astillas
el machete, el verde, la guerra; era el deber sin colores
mi trazo, era saber que sin embargo entre grises, sonreía.


marzo 02, 2014

Y sin embargo todo cruje

Es la hoja quien calla el crujir
de la noche y su violencia
bajo los pies con la luna en nácar.
Afuera, el mar dejó un recado
precisando entre la sal no volver
donde el mítico silencio,
hace eco del mutis de la ola
que le canta una salva elegía
al oído a la sinrazón de la caracola.
Y la hoja escucha todo y calla,
se retira y busca recoger sus restos
de la huella que dejaron las pisadas.
Dentro, se acurruca en la esquina
un viento para mirar a la muerte
esperando por fin, soltar y soltarse
subitamente sus apretadas amarras.

Y sin embargo todo cruje
entre el pensar y mis huesos.

Sigue siendo penoso

Al paso del tiempo y después de mirar
en las ventanas los vidrios estrellados
y en los albores rojizos de nuestros ojos
yace inerte un presente desangelado.
No es cosa fácil tartarear el pasado
ni mucho menos recrear en la mente
la gloria conocida en el antaño;
tampoco nunca será cosa de suerte.
El asesino en estos lares el apetito no pierde
y el traficante amasa su creciente fortuna
sin temor a la ley o a la blanquecina muerte,
mientras el poeta de miedo tiembla ante la luna.
Y yo, que me jacto de saber el sabor
de la irremediable cicuta en los labios
preciso tregua y del tibio sol su abrazo,
su calor irradiando mi pecho y mis manos.
Nada puedo afirmar y sin embargo
esta necesidad volcada en necedad
es un lastre de versos que arrastro
entre el hoy y el ayer, entre este mar
que recorre mis ganas sin futuro
oleando la tristeza versadas bajo mis pies.
Al paso del tiempo vengo a ser el mismo
y sigue siendo penoso mi cinismo.

Están por dar las cuatro

Están por dar las cuatro
y del alba aún ni sus luces
ni de la noche el espanto.

Hace un par de días noté a la muerte
caminar tras de mí con gafas oscuras
y un talante veraz ahondado en el vientre.

Y están por dar las cuatro
y la mañana que no me llega
con la blancura del alabastro.

Hace tres noches que estoy bebiendo
con la inquebrantable consigna
de escribir lo que he venido viviendo.

Y en los grises albores de antes de las cuatro
me alcanzan sin remedio los encapuchados jinetes
que cantan su amor y su verdad sin desparpajo.

marzo 01, 2014

Gracias

Agradezcamos la poesía que nos suspira
entre nubes de almizcle y alquitrán,
y este beso bellísimo de la muerte
que nos convida su vino y su pan,
a la espera de hallar mejores suertes.

En medio de la más descomunal pira
no sólo arden las brujas y los demonios,
arden también los certeros poetas
mientras se beben la ausencia con amonio.