marzo 02, 2014

Sigue siendo penoso

Al paso del tiempo y después de mirar
en las ventanas los vidrios estrellados
y en los albores rojizos de nuestros ojos
yace inerte un presente desangelado.
No es cosa fácil tartarear el pasado
ni mucho menos recrear en la mente
la gloria conocida en el antaño;
tampoco nunca será cosa de suerte.
El asesino en estos lares el apetito no pierde
y el traficante amasa su creciente fortuna
sin temor a la ley o a la blanquecina muerte,
mientras el poeta de miedo tiembla ante la luna.
Y yo, que me jacto de saber el sabor
de la irremediable cicuta en los labios
preciso tregua y del tibio sol su abrazo,
su calor irradiando mi pecho y mis manos.
Nada puedo afirmar y sin embargo
esta necesidad volcada en necedad
es un lastre de versos que arrastro
entre el hoy y el ayer, entre este mar
que recorre mis ganas sin futuro
oleando la tristeza versadas bajo mis pies.
Al paso del tiempo vengo a ser el mismo
y sigue siendo penoso mi cinismo.

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