abril 30, 2015

Tejido cerebral

Hay días
en que la imagen más certera
que se presenta
y crece en mi cabeza
ea la de Hemingway
cargando una escopeta.

Ya después tejido cerebral
embalsamando las paredes,
sangre, delirio y una pizca de gloria
curada de lo que todos temen.

Hay días que no son nada buenos
y son aquellos que acribillan los sueños.

A una azulada estrella

Escucho a Silvio y afuera los borrachos
beben whisky con refresco de manzana,
yo enciendo un cigarrillo y la luz del pasillo
se pierde en mi letra hasta que se apaga.

No es mi intención lucrar a costa del ego
que me inventa a diario por doquier la gente
ni hacer vuelos transatlánticos e inciertos
con estas alas mutiladas ya por la muerte.

Soy el polvo acumulado en el fiero desván
de aquel que pretende saber y nada sabe
-de sobra, nena, lo sabes-
y la humareda que anida deseosa en la mar.

Pero escucho a Silvio a estas horas marchitas
y no me rondan sus mariposas silenciosas,
siento el sudor de mis manos siempre azarosas
queriendo el sí del perdón de tus margaritas.

Afuera los borrachos han sacado otra botella
mientras yo
elucubro mi vida junto a una azulada estrella
a cambio del sol.

abril 29, 2015

Nunca será fácil

Todo esto es tan claro y sin embargo
nunca ha sido ni jamás será fácil,
la vida es un cenicero repleto de cenizas
y tantos huesos que algunas veces crujen
en los labios y otras tantas se dejan morir
ante el susurro nocturno del viento.

Entonces no es el hombre ni la vida
por más grisáceos que contemporáneamente sean
ni el nácar descalcificado del propio esqueleto
sino el crujir y el  gutural dialecto
de las brasas que encienden de colores
el pecho, lo sabido y lo a quemarropa vivido.

Nunca será fácil tener el corazón en las manos
y el alma cansada de viajar en la maleta.

Hay noches

Hay noches en las que sólo pienso
en el caer de los pétalos de margaritas
sujetos al ahora y al derroche de los instantes
en los que escribo más de lo que siento
en esa hora terriblemente maldita
que elucubra la vida partiendo del antes.

Pero soy tan sólo un hombre que pretende
de las luces del norte lo imposiblemente humano
y la gloria de tenerte noche a noche en mis brazos
encomendando al amor y desde los pies quererte.

Hay noches en las que sólo me faltas tú
y una bombilla que alumbre mi corazón azul.

Siendo uno de esos malos poetas

Siendo uno de esos malos poetas
no ha de quedarme más
que la certeza de una grisácea letra
cargada prontamente de días otoñales
perdidos entre rumores del mar.

Hoy que te vi -dios lo sabe-
regreso a casa encendiendo las luces
que dan de pronto calor a mi alma
y apagan de súbito las míseras calles
que me descubrían recien llegada el alba.

No se mucho del amor ni mucho menos lo entiendo
yo que soy tan sólo verso y latente corazón
he de sentirme gigante después de abrazarte
y sentirte sujeta al escozor de mis propias ganas
queriendo de ti tu vida entera junto a mí
mientras te duerme mi voz con mi canción.

Claro es que te extraño y que mi cama
siendo de madrugada grita tu nombre
y que la noche siempre me abulta bajo el vientre
este latir que escribe tu dirección en un sobre
con mi amor gutural firmando el posdata.

Siendo uno de esos malos poetas que escriben
ante la luz de la vela olvidando a Franklin
soy también aquel hombre que a diario espera
por tu amor y por mi brazo rodeando tu cadera
y la revolución en la que pretendo de ti
la utopía de dormir contigo sin versos grises.

Hoy que te vi maldigo y reto al diablo
por que me han dado fuerza tus labios.

abril 28, 2015

Una botella vacía

Una botella vacía rueda cuesta abajo
en las pendientes emancipadas de dios
mientras el infierno se vuelve de asfalto
y los cristales reflejan un rayo de sol
entre el azul y la oscuridad del dorado.

Un vagabundo detiene con su pie la botella
y de la súbita estática nace un dejo de belleza
y la extraña calma que hace girar al mundo.

abril 26, 2015

Es como todo

Es como todo, dice el que sabe
y elucubra sobre el modus vivendi
que reina en este y otros mundos
tan contagiados ya del arrabal
que tiene por dios el vicio y el robo,
la carencia presionando la garganta
y a lo lejos y totalmente exiliado el mar.

Es como el lodo, dice el que realmente sabe
y duerme con su crimen sereno ytranquilo
esperando que la estela tras los zapatos
se extinga un poco y la culpa se mitigue
cuando a solas la propiedad privada no existe
ni la billetera entera le sirve de cenar
una sopa que el mal desestime.

El tercero de todos los mundos
es el más cruel para las calles
repletas de ladrones y vagabundos
y para aquel que siente y nada sabe
por saberse tan expuesto al verso
que elucubra entre el sentir un beso
y las ganas de jamás ser por la muerte robado
mientras se bebe la vida y escribe su trago.

abril 25, 2015

Camino a tientas

Camino a tientas sobre los arrabales
bajo la sombras que encapsulan mis ganas
que tanto murmuran acerca de ti
y del sueño febril de anclarte a mi cama.

No es nada nuevo, lo sabes y yo lo sé
cuando mis demonios por ti preguntan
y sin más doy la vuelta y me hago el loco
cuando más requiero de tu piel sus dunas.

Y entonces me guardo las ganas en el armario,
ignoro el latir empedernido bajo mi vientre
y te lanzo certero la nitidez de un te amo,
de un te necesito aquí, para siempre.

Camino tientas y busco en tus labios
dogmas y razones que alejen de mí
al diablo.

Sin antifaz

Mi poesía
es un latido ingobernable
que sale desnudo y de noche
a pedir limosna en la calle,
es andrajosamente y maloliente,
taciturna y no entiende por nombres
sino por las ganas bajo el vientre.

Mi poesía sin antifaz
algunas veces sonríe mientras se maquilla
y otras veces, llora a solas enardecida
por las olas que no logran hallar mi quilla,
es tan cierta y tan enloquecida,
que continuamente se vuelve amarilla
si las gaviotas en el mar pierden la vida.

Mi poesía es un flagelo
y una constante y ruin estupidez
que precisa más que ahuyentar el mal
que despiertes siendo a quemarropa mi mujer.

abril 24, 2015

Mientras tanto te escribo

Soy dios y soy el mismo diablo
el blanco que tira al tornagris
soy la luna y el sol anochecido
la brújula de un barco ingobernable
el escozor del corazón de la razón
y un verso en el otoño empedernido.

Un soplo de viento, un latir en los labios
un unicornnio y una amable perdiz
un crucifijo sin cruz y un poeta maldecido
una mancha en la pared, el rojo de la sangre
un verso a solas pretendiendo la razón
y la voz del amor en este pecho ennegrecido.

Soy el desencanto de multicolorres dicha
un beso postrado entre tu pecho y tus pies
y soy heredero de las terribles minas
de los que pronto habrán de perecer.

Mientras tanto te escribo...

abril 23, 2015

Extra

Una mujer esquizofrénica
ha matado a su propia madre
ayer por la tarde, ha escondido
su cabeza en barro de una maceta
y su cuerpo en partes seccionado.

Esa mujer debió ser poeta.

abril 21, 2015

Mi habitación

Mi habitación es un barril sin fondo
en el que brindan escuadrones de la muerte,
febriles y solitarios borrachos,
poetas enamorados del tiempo pasado,
pintores incapaces de plasma su propia belleza,
señoritas con ganas de dejar de serlo,
müsicos por la mercadotecnia frustrados
y sin embargo siempre es un lugar febril
para toda esa horda en nácar de solitarios.

Según lo que he descrito
todo lo abarcado es bienvenido.

Yo francamente

Ayer, después del sueño interrumpido
por la brutal pelea de dos gatos,
cerré los ojos y vi calmo el mar;
y era abril entre el azul y la noche
pretendiendo en su vaivén para mí
un gesto afin parecido a la calma.

Vi tiernas mariposas atrapadas
por las redes de gente que me odia,
amantes invadidos por la luz
que preña el amor de fiel esperanza,
vi las huellas por mis pasos dejadas
reptando sonrientes por tu cintura.

No hay nada nuevo sino los albores,
la gangrena versada de un poeta
adicto a la soledad de las ramas
que desnudas mi cabeza sostienen,
mi latido rimando incomprendido
a los pies de un arrabal decadente.

Sin embargo tengo mis propios diablos,
mi piedra regresando de la cuesta,
una lámpara dentro de mi cruento barril
que mis manos ni su verdad alumbran
y este sueño esperando un para siempre
donde la luna muere en las estrellas.

Hoy, soy el tipo nocturno que embriaga
la voz de la flor que en azul me quiere
sin deshojar las blancas margaritas,
el chico que dejó de ser un vago
para ser un borracho soñador
escribiendo contra su propia ausencia.

Soy la palabra y el fiero lenguaje
entre las calles que por nada matan,
un latir encapsulado en el vientre
despierto siempre en mi media noche
y soy aquel que arremete su pecho
cuando imagina a su lado tus pies.

No hay nada nuevo si no mi letra
que pende sin red de protección
de tus claros ojos y del abrazo
en el que soy si siento azul tu pecho,
hombro a hombro y siempre combatiendo
la ausencia que me enmarca y me devora.

Sin embargo eres día y sonríes
o ríes a carcajadas y espantas
encantadora al mayor de mis diablos,
y mi habitación rojiza revive
entre los muertos del feroz pasado
y en la sonrisa que a solas te brindo.

Sabes bien que soy un tierno estúpido,
una llama amarilla, un poeta,
un hombre que pretende entre tus pies
un amor y un atinado legado
para todo aquel que brinde la nada
a pesar de su vocación de genio.

Yo francamente cambiaría el todo
por despertar diariamente en tus brazos.

abril 20, 2015

Que llegue la tarde

Despierto y me escucho crujir
como una hoja seca después
de peso de los pies de un gigante.

Es mi propia alma -me digo-,
pero en realidad
es esta terrible necesidad de ti.

Esperaré a que me llegue la tarde.

abril 19, 2015

Más debil que Sísifo

Francamente soy torpe y soy borracho,
uno de esos que de noche y a solas
escriben su futuro tan cargado de pasado,
el rapaz que pretende su voz en la caracola.

Esta noche sulfuro claroscuros y pesares,
polvo de las alas de millones de mariposas
y la meloncolía de todos los descritos mares;
esta noche me marchitan las sublimes rosas
que a tantos  otros les sonríen entre soleares
y busco un palpitar de voces rumorosas.

Soy más franco en el silencio de tu boca
y más debil que Sísifo cargando su roca.

abril 18, 2015

No he sido más

Quizás no sea más
que una vulgar vanidad
aquello de seguir en pie
siendo un muerto por inercia vivo
o una terrible vaguedad sin sentido
del ser que transita por los andares
que se recubren de espuma
de la ola del mar.

Es tan complejo todo esto
y son tan fáciles estas ganas que me vienen
para volarme de un tiro los sesos
algunas noches,
si embriagado me detengo
a mirar como es que mi coraza
se resquebraja
como un cascarón de huevo.

No he sido más
que un apologista de la belleza
que entre el mundo y yo
hemos perdido,
pero yo sigo teniendo por brújula
un corazón que nunca ha dado por muerta
la certeza brutal que acontece al latido;
espero que esto también no me resulte
algun día
una vulgar y desconsolada vanidad.

Duermo poco

Duermo poco y eso inevitablemente me jode,
fumo mucho y aquello de beber otro tanto,
sueño como el rapaz que fui ahora sin pelota
y escucho sonrío ante el demonio que ronde
mi noche venerada en la que extraño tanto,
que en mi cuello aprieta mi propia bota.

Vivo poco por que el reloj no tiene tiempo
para esperar el tenue azul del albor
en el que soy todo aquello que siento,
muero mucho por que nací de espalda al sol
que elucubra en el alma los mejores sentimientos
y la gracia de la razón de los que no tienen razón.

Escribo como un idiota y es que lo soy,
declino el cantar de febriles avecillas
que buscan en mí un mendrugo de pan
mientras busco el sitio a donde voy,
mando afilar el metal de las agudas manecillas
y preciso de la ola la sal de la mar.

Duermo poco y estoy cada vez más casado,
de la letra, del vicio, de las noches en vela
y de no hallarte al despertar a mi lado.

Ojalá pudiera decirte

Ojalá pudiera decirte un:
"Yo quiero ser como tú cuando sea grande",
pero ya lo soy y tú apenas tienes ocho años
y me impactas por ser pequeño y ser un sabio
capaz de volver nacarada cualquier tarde.

Hay genios que nunca perderán su luz
y en estos terribles días son apenas contados,
tu eres uno de ellos y yo tan sólo te amo
por ser quien me baja cada noche de la cruz.

Para Axel.

Disculpa

Disculpa si de noche y a solas
repito con voz queda tu nombre,
una y otra vez y parto el silencio
en mitades añorando tu voz
y el paso a mi lado de tus tersos pies.

Disculpa si te extraño y el humo azul
de mis tantos cigarrillos inunda mi cuarto
mientras te sigo pensado a la distancia
y metido en esta necesidad de estar contigo.

abril 17, 2015

Encarcélame

Aquí la policia por mear te encarcela
y los políticos a quemarropa mienten,
los jovenes mueren a diario o desaparecen
y tenemos la justicia más sorda y más ciega.

Tenemos un galán de telenovela por presidente,
un horrible despertar sujeto al pan de cada día
y una creciente desdicha por no pescar peces
y tantas balas que resuenan en certera cofradía.

Y este país no es más que un gris cagadero
que no llega siquiera al mote de letrina,
este país es una encrucija triste y un agujero
que percude incanzablemente la identidad latina,
los esfuerzos de la gente que nació para gigante
y la nobleza del nopal escrita con nuestra sangre.

Aquí hay al despertar hombres decapitados,
mujeres que explotadas, crímenes perfectos,
bares bautizados por tragis que te brindan muerte,
heroes por la inercia de nuestro dios olvidados,
cuerpos desmembrados, cárteles sin defectos
y tanta gente que se persigna esperando suerte.

Tenemos el estigma cruel de ser mexicanos
y nuestro futuro en un juego de manos,
tenemos la gloria de vivir de las sobras
gangrenadas ante el voto que nos hace  sombra.

Aquí la policia te mata por el simple derecho
de acabar con los hombres que viven desechos.

abril 16, 2015

Si la letra nacida desde el pecho

Si la letra nacida desde el pecho
le resulta al amor efímera y no le basta,
el poeta es un arlequín enmascarado
embalsamando de alegrías el desencanto
de un dorado sueño de risas salvas
tornado en un show lúgubre y desierto.

Cierto es que la mayor parte de mis poemas
son penosos y altamente decadentes,
por ser escritos desde el arrabal de los latidos
de un mundo tan falto de amor en las venas
y tan sobrante de crímenes vueltos decentes
por ser comunes y oficialmente permitidos.

Llevo en la piel tantos buenos poetas
que me enseñaron a resistir duros embates
y a sentir la caricia de la ola entre los pies,
llevo en la letra soles y cañones de escopetas,
un demonio enamorado de fieros debates
y la esperanza acontecida en el después.

Y entonces me despierto siendo un sueño
procendente de una terrible borrachera,
un animal nocturno tambaleando en las aceras
de todo aquel que vive sin tener precio.

Escribo y bebo y fumo interminables cigarrillos,
amo como un demente y me sangro los labios
contra las paredes que escuchan y luego callan
el escozor que me trae sentirme vil y amarillo,
o azul y plata como pretendo de mis sabios
cuando la noche dentro de mi pecho estalla.

Llevo un trajinar colmado de voces de caracolas
y el nacar encostrado en las grises entrañas
sobrevivientes a tanto ron y a tanta ausencia,
llevo entre una estrella de papel entre mis cosas
para recordar tu pecho si mi pecho extraña
el recuerdo de tu abrazo y a mi lado tu presencia.

Estás loco -muy a menudo me dices- y es cierto,
estoy loco por ocupar cada noche tu cama
o que tú ocupes la mía -me da lo mismo-,
por saber que tu suspiro cura todo lo incierto
que acumula el tiempo y la espesa distancia
que me debate de noche entre el cielo y el abismo.

Si esta letra nacida desde el pecho
te resulta, mi amor, efímera y no te basta,
beberé la última y la más cruel de mis copas
y estaré más que presto a sentarne desecho,
a esperar la muerte que por mi siempre tarda
mientras me quito el maquillaje y las ropas.

abril 15, 2015

Estos versos que te traje

Hay tantas olas salvajes
y algunas otras flores amarillas
llegando presurosas a mi playa
emancipadas de corazón y equipaje,
hay dos incandescentes bombillas
manteniendo tanto verso mío a raya
y una estela en desvanecido tono azul
rezando un padrenuestro a mitad de una cruz.

Hoy observé un gato a mitad de la calle muerto
y me sentí morir al ver sus fauces ensangrentadas,
fue como ver desecho mi propio cuerpo.

Hay quien nace para ser a todas luces ganador,
y hay quien nace entre sombras añiles
que lo encasillan por siempre como el perdedor
y yo, simplemente estoy harto de promesas febriles
anesteciando este ritmo insumiso del corazón.

Nadie ha escrito un manual que indique
cómo es debido tratar al malvado poeta,
nadie ha sabido medir la sangre que prescribe
al escritor ni existen cánones  ni regletas.

Hay tanto que el poeta calla por su bien
y por el bien de los que más quiere,
que prefiere gangrenarse el pecho desde los pies;
hay tanto latiendo sus adentros malsanos:
sueños remendados, anhelos martajados,
amores que responden al nombre de Janeth
y laberintos crueles donde a menudo se pierde.

Pero hay tantas olas salvajes
que prentenden llevarse
esta verdad y estos versos que te traje.

                                           Para Janeth Hernandez  Debes disculparme por esta necesidad de ser poeta...

Te amo, nena.

A chocolate y a tu nombre

Fuiste un arcoris de besos prohibidos
en un barril o bajo una blanca escalera,
un abrazo febril tras el gris de la puerta,
la chica que preguntaba si había comido
después de hallarme siempre malherido.

Fuiste el beso más dulce después de una copa
empañando los sucio cristales del taxi,
fuiste la cura más bella para mi boca rota.

Ahora que hablo en presente de ti,
me sorprenden mis ganas de un futuro
en el que recargues tu risa en mi almohada
mientras tu pecho pintado en carmesí
me da razón para crear un nítido cuento
donde eres la princesa que regala carcajadas.

El mañana sabe a chocolate y a tu nombre,
huele a fragancias de la más bella estrella
y a un te amo en tinta negra para ti en un sobre.

Hay días

Hay días en los que las sombras
en el cielo se juntan para tomar el té
con galletas hechas a base de humanos;
para ello no existe razón aparentemente
razonable cuando se nubla el después.

Hoy aprendí a ser un bocado perfecto.

abril 13, 2015

Soy sólo

Soy sólo
uno de esos poetas malos,
un huraño aprendiz
de los reveces de la vida,
carne de cañón,
una estrella que brilla
con genio malvado,
una afilada hoz nocturna
cortando verdes espigas
y un azul corazón
que busca y trata de amar
para no ser olvidado.

Tengo una voz tan queda
y tan cantante,
el equilibrio tambaleando
siempre en el gris de la ausencia,
más de doce mil versos
y un rojizo levante
enamancipado de la aura de este Abril
y la oscura permanencia
donde la renuncia es un latido
que envenena y hace alarde.

Soy sólo
el paso de los pies cansados,
el sueño que sueño de día
y la caligrafía siempre precisa
para este pecho gutural
metido en el vaivén con prisa
de la más blanca ola del mar.

Tengo una hortaliza de estrellas
que cada que anochece riego
y este jardín de noches a solas,
una flor en botón y un beso que la sella,
una mirada naufragada en el jarrón
donde tanto y tanto sin más te pienso
tomando mi mano tan llenas de las horas
en las que el rocío inunda mi corazón.

Soy sólo
aquel que a diario te espera,
un embalsamador de la palabra,
ese terrible poeta malo
que tu mano y tu voz alimentan
sin mayores distancias
cuando dices te amo.

Tengo que despertar temprano

Algunas veces duermo hasta tarde
y en la resaca de la inconciencia del sueño,
la muerte atiza una brasa que aún arde
y cruje como sólo logra crujir si vivo el pecho
se vuelve una honda que mata gigantes.

Ya no me quiero morir como los sabios
que por tantas y tantas noches leí,
entre botellas de alcohol y temblores de labios
pensando en los ayeres en los que sin más sonreí,
ajeno y distante a la cola carmesí del diablo.

Mañana, tengo que despertar sobrio y temprano
por la copiosa necesidad de mis bolsillos vacíos
de capital y de su enorme malestar embriagado
en la esperanza de un futuro menos sombrío,
en el que duermas conmigo siempre a mi lado.

Soy un extraño que escribe

No es nada, mi amor,
sólo que floto esta noche
de mariposas amarillas
entre naufragios penosos
y flores que han crecido
dentro de las alcantarillas.

Soy un extraño que escribe.

abril 12, 2015

A la luz de la bombilla

Cada vez es menor la luz de las bombillas
y más blanquecina, han cambiado su forma,
también, para terminar siendo espirales
que para nada atraen los insectos nocturnos
mientras escriben a solas los que se saben locos,
y los que naufragan cada noche entre arrabales.

Mi habitación es tan fría como los polos
y estando en ella, desestimo la bombilla
por que tibiamente me alumbra una estrella
de tono azul y jamás hasta ahora blanquecina.

Yo, que nunca he entendido del todo los colores,
pinto vitrales carcomidos por el latir del verso
una vez apagada la luz y los fieros designios
que en otrora me auguraron todos los males;
yo, tan poco creyente y tan sujeto a la cruz,
te escribo tinta negra y con el pecho siempre terso
buscando brillar como hombre contigo.

Cada noche es más dulce el dorado sueño
de tenerte a mi lado y más necesario el siempre
de tu abrazo rodeando febrilmente mi verso
cuando a la luz blanquecina de la bombilla
se me abultan las ganas de ti bajo el vientre;
y se me viene encima toda mi melancolía.

abril 10, 2015

Este poema vil y huraño

No se me enturbian la noche ni las ganas
de tenerte por siempre junto a mí
desviando la ausencia brincando a m mi cara,
cuando soy para ti un felino febril
pendiente del día en que despiertes en mi cama.

Mientras tanto me dispongo a dormir
embriagado y a solas;
desnudo del alma y sin ti,
pendiente siempre del sonar de tu risa
si es que de manera abrupta estalla
metida entre mi sueño y las olas
en el que mi pecho certero encalla.

No me gusta admitirlo, pero extraño tu cuerpo
transmutando en la porosidad de este cuerpo mío
que pretende en la eternidad ser tuyo
y cada noche junto a ti ser menos sombrío.

Todo esto engloba este poema vil y huraño:
un "me haces falta" y un sentido "te amo".

abril 09, 2015

Anduve malherido

Anduve malherido, es cierto,
entre la media noche de las calles
que en este México reclaman muerte
y vicios mas crueles y más perennes,
intentando a toda costa llevar el río
a mejores y menos detestables cauces.

Ya mis heridas, poco a poco van sanando
mientras la luna pasa brillando y las estrellas
me sonrojan la letra si tiernamente te piensan
por siempre sonriendo y caminando a mi lado,
esbozando para mí tu facultad de ser bella.

Algo hay de crueldad aún en mi ser,
algo que me impide deslindar mi último escudo
para dejar de tajo estas ganas de perecer,
y es la misma razón que te dice "te necesito",
para no pensar y no ser más el poeta que has leído,
sino el hombre que se rinde ante tus pies
buscando en el mañana un mejor después.

Sin embargo mi pecho late y te amo,
un tanto febril y otro tanto embriagado
por que el futuro me pinta junto a ti
dando pasos certeros y nunca amordazados,
por que contigo mi letra ha de clausurar el gris
para  encontrarnos desnudos y abrazados.

                                                 Para Janeth Hernandez.

Te comparto

Puedo compartirte la densidad
de mi solitario trago, las dudas
que me asaltan sombrías frente al mar,
mis letras y mi verdad más desnuda.

La luna tan mía y tan de nadie,
mis canciones, el ancho de mi cama,
mis ganas por abrazarte del talle,
mis arrugas, mis canas nacaradas.

Puedo compartirte la honestidad
de este pecho que por ti me reclama,
mi cuerpo a tu lado al despertar,

esta voz que siempre para ti canta
y este dejo de un latido febril
que te sumerge en la rosa de abril.

abril 08, 2015

Después de las once

Las once con veinte y la luna sonríe
ante una de esas grises noches
en las que soy apenas un frágil cascarón
con el veraz sentimiento tibio y empañado,
con la propia verdad hecha jirones
y con el pecho por demás enlutado
por la ausencia y la distancia siniestra
en la que late mi azulado corazón.

Once con treinta ya y cabe una nube
entre mis ojos pardos que no llueven
las sales de los mares que se cargan
cuando algo bajo el vientre me sube
y entre tus brazos la vida me requiere
para esperar el paso de las nubes blancas.

Hoy no te tengo

Me has dado razón mil veces
para no tirarme de cabeza al barranco
en el que los apagados buscan peces
con la boca abierta y panza arriba flotando.

Pero tu sonríes y dios entonces existe
para dar cañas de pescar y lámparas
de aceite y convidas de luz a los tristes.

Ha sido poco tu andar entre las fauces
de la vida con sus dientes bien afilados
y sin embargo, ya sabes bien de qué hablo
por que has sabido bien perder
algunas de tus épicas y rosas batallas
sin restarle alas al vuelo de tu ser.

Hoy no te tengo, pequeño corazón azul
y me haces falta para comprender
mi propia guerra declarada contra el mundo
a costa de latir y nunca jamás ceder.

                                                                             Para Axel.

Nocturnas idioteces

Mi vaso
-medio vacío o medio lleno
¿Qué mas da?- da lo mismo.

El vecino arriba saca a cagar
a su horriblemente y pequeño perro
y su cagada, es igual de horrible
y de pequeña; una mierdita parda
apenas se nota bajo la suela del zapato,
sin embargo, puede tener el hedor
de la misma mierda rojiza del diablo.

Mi cigarrillo
-parece siempre en mi boca eterno
pero no ha de ser nunca el mismo-,
sabe a la sal de las rocas.

El vendedor de periódicos ya duerme
mientras abraza a una mujer dura
que nunca lo amó y ni siquiera lo quiere
ahora, que sueña con muertos en primera plana
sin descubrir aun la posibilidad de una locura
permanente ante el albor venusino del vientre
que la razón del hombre embalsama.

Mi bloc
-ese maldito cuaderno que vomita letras
en mayúsculas y siempre en tinta negra-,
espera siempre estrellarse en el sol.

El poeta ama con reiteradas creces
andar elucubrando nocturnas idioteces.

abril 06, 2015

A Janeth

Algunas veces me hago el odiota
y otras tantas
simplemente lo soy.

Nada es fácil y entre las calles
ya bien entrada la noche
lo es mucho menos,
por más que el demonio
se vista de dama sensual
y se ajuste ante mí los senos.

Todo esto pareciera una maldita locura
para quien se encuentra ciego
peinando sus cabellos frente al espejo.

Una de mis mayores verdades
radica en el hecho
de decir que estoy cansado.

Cansado de los pies,
del alma que otrora me platicaron,
del corazón tan hijo de puta
que a todas horas late,
quizás un poco de la letra
y del verso, de la hinchazón testicular
por la mañana;
estoy cansado de los días de lluvia
y de llegar a casa empapado de fracaso,
de dormir embriagado y solitario
entre alquitrán y sinsabores
que saben a talio
cuando la boca ante ti me desnudo.

El mundo no entiende mis ganas
ni sospecha del poeta que elucubra
su propia sangre derramada
tras el disfraz de hombre de bien
con la corbata perfectamente
por el cuello anudada.

Y entonces voy y vengo,
me tomo un trago cruzado con la muerte
que inevitablemente me ronda el pulmón
y ambos riñones,
a esperar en esta habitación a solas
un reflejo de esperanza
en la voz de mi caracola.

Algunas veces es triste
caminar por las aceras esperando
la levitación de colibrí
cuando mis manos bautizan a quemarropa
de tinta negra
la escasez de mi alpiste,
y otras tantas es más triste,
rayar en la opacidad del brillo de un diamante
vilmente sombreado en gris
iluminado por el nácar de una luna
que duerme cada noche junto a mí
y sin embargo, no existe.

Es difícil escuchar a Charly Garcia
sin sentirse un dios desterrado
o a Joaquín Sabina sin enraizarse de tajo
al dulce sabor de la melancolía;
es difícil leer a Bukowski
sin encontrarse de pronto
como un perfecto marginado,
o leer al buen Benedetti
sin hallarse jodido y radiante,
mientras la bola de las brujas
predice para mí una inclemente muerte
que pretende ser gratificante.

Sin embargo y pese a ello,
me sulfuran desde dentro
tranquilamente un te amo
y un quédate por siempre conmigo
para ser la razón por la cual
a media noche algunas veces destello;
y dentro del ensueño que para mí sonríe
hay una mujer que me mantiene con vida,
luchando contra la propia idiotez de mi ser
fastidiado ya de patear la piedra cuesta arriba
del neceser del fracaso.

Algunas veces me hago el idiota
y otras tantas lo soy,
mientras me crecen algunas canas
y me sigo muriendo por verte despertar
bien sujeta a mis brazos sobre mi cama,
para cambiar por completo mi luna
por el sol y apagar para siempre en ti,
mi azul corazón y los temblores
que anteceden al verso pintando un
punto  final como el rotundo fin
que sólo preciso entre tus brazos

PD. Te amo, nena. Ya no quiero más fracasos.

Sin máscaras

No es que pretenda el todo
o la luz a media noche
sin cera derramada en el buró
que sostiene mi lúgubre trago,
ni la redondez de la bola de las brujas
repleta de nácar y de alquitranados humos.

Algunas veces solo pretendo
compartirte toda esta nada
que cargo entre mis manos
y sonreir siempre contigo.

abril 05, 2015

El papel del actor

No se qué diablos quieren esos tipos
paseándose en un viejo convertible blanco,
fumando sus cigarrillos largos y delgados,
como los que fuman las putas,
sólo que sin ellos sin mayor clase
que la de un par de pelmazos irrisorios
cuando los miro y a quemarropa me miran.

Enciendo un cigarrillo
y de pronto se alejan
entre el ruido de un motor con gripe
y sus miradas maricas y furtivas.

Algunas veces entiendo
el papel del actor
cuando se disfraza de cabrón,
a pesar de cagarse de miedo.

Al arrabal

Orlando se colgó en su habitación
teniendo apenas veintiún años,
Edgar amaneció un Domingo
a media calle, prácticamente decapitado
y fue impresionante ver su sangre.

Orlando era un chico ejemplar
y Edgar un hijo del mismo Satanás.

Hoy los recuerdo sin quererlo
metido en este cuarto frío y rojizo
que de lleno siempre al arrabal.

abril 04, 2015

Este poema

Este poema
sin tintes de serlo
viene auspiciado
por mis terribles ganas
de hacerte esta noche el amor,
mientras la luna sonríe
sin temor ni mayor credo
que la esperanza del alba
rompiendo mientras te ato a mi cama.

Este poema son mis ganas de ti,
y el futuro que preciso, mi amor.

Recorro las cortinas

Recorro las cortinas y enciendo
el penúltimo de mis cigarrillos,
miro azul las espirales de humo
perdiéndose en la espesura del aire
que me roza el alma un segundo
y en realidad nada de esto importa
cuando soy de la palabra un vagabundo
ya sin disfraz de juez ni parte
refrendándote este sublime te amo.

abril 03, 2015

En el fondo

En el fondo, seis voces precisan
extrangular mi raquítica garganta,
emancipar de mí aquel ensueño
de la brisa de mar dentro del pozo
donde tu abrazo me brinda la calma.

Te quiero aquí, cada atardecer en rojos
estallando a través de mi ventana
para perderme por completo en tus ojos,
en tu boca febril, en tus manos de esperanza
y en el beso que te guardaré hasta el fin.

En el fondo, tu risa ahuyenta la sal de las olas
empotrada en la voz de mis fieros demonios
y es el mandato de mis blancas caracolas.

abril 01, 2015

Mientras tanto sonrío

Yo, a mis mediados años,
con esta cola de demonios rojos
y vilmente alados, con tanto arrabal
emergiendo de mis frías noches
en las que me hacen tanto mal,
busco una rosa para ti y para tus ojos,
para tu sueño en plena madrugada
donde es más cruel el soplo de la ausencia
y el resplandor de saberte enamorada
si sonríes, y para mí te vuelves perfecta.

Yo, con tanto por delante, me cuelgo
algunas veces de la nada por saberme
un soñador que teme siempre a despertar,
desnudo y sin ti, y con retoños de orugas
reptando sigilososamente por mi vientre,
por mi pecho cargado de sales de mar.

No lo sé a ciencia cierta, nena, si te pienso
y te busco entre mis noches desiertas
y encuentro entonces para vívidamente soñar
tu ser, como la manera más tenue y más bella
para cómodamente esperar un mejor después.

Mientras tanto te amo y como imbécil sonrío...

Para tu piel morena

Tan fría la aurora, y el destello
de la cresta de bravías olas,
y el rocío de aguamarina
de tus labios si es que están conmigo,
cuando te pienso febril y a solas.

Avisto salvas y blancas tierras,
tus pechos en mi pecho deshecho
y un verso para tu piel morena.

Tu nombre

Algunas veces
el poeta calla
y es entonces
cuando su pecho
febrilmente estalla.

Estas manos
no encuentran palabras
esta precisa noche
para decir que te aman.

Janeth escribo
sobre el nácar de un sobre.