febrero 28, 2010

De la Caña y sus Efectos

Me empecino en mis ideas, aunque bien lo sé no son propiamente mías, sino de alguien más que ya cruzó el sendero en el que yo voy a la mitad. Esa idea de entre mis brazos tomarte, entre mis labios secarte, entre mis latidos asfixiarte. Ó tal vez sea, que muy en el fondo quiera más. Pero soy una bestia, altiva y egoísta, que no enmienda en los contra que a ti te provocan, que no repara en tu necesidad de despreciada deidad. Bien dicen que "D"ios hizo al hombre, a su imagen y semejanza, pero al gato, y más a uno pardo, con debilidad por el Ron y el tabaco, ¿Quién demonios lo hizo? ¿A caso ha sido fúnebre broma de una divinidad que por el mismo tiempo ha caído?
Y me empecino en buscar entre tus ropas los pechos, en encontrar el paralelismo entre tus caderas y tus hombros, siempre verte formada en un cuerpo de Mujer, que muere y renace en un santiamén. "Seguramente una filia", dirían los "Freudianos", una más de tantas y nada más. Y no es el caso. El caso, es que algo entre mis piernas te reclama y algo en el fondo de mi cabeza también, como vicio innato, como locura, como oscuro frenesí balanceado sin saber a ciencia cierta si es grato.
¡Vaya embrollo en el que me he metido! Si necesitarte a ti es inhumano ó si es al cabo un asunto más, de esos coloquialmente llamados mundanos.
Me queda claro, que no es más que egolatría. El hablar del "Yo", no es más que simple y vana carestía. Y sin embargo me defiendo alegando que los demonios han logrado una insuperable anarquía, una rotunda rebelión. Confusión en las ideas, confusión en lo que que del vivir apenas tengo noción. Debe ser esta botella, de tono dorada, de Ron...

febrero 27, 2010

Bienvenida

Y cumpliendo su promesa, volvió, así de pronto con la misma mirada y con los mismos harapos. Vino con sus uñas ennegrecidas, con los cabellos revueltos tan largos y también negros.
Era la misma, de vientre marchito y pechos palpitantes, la que poco a poco con su cantar acallaba las voces guturales, la que me vertía el vaso a media noche para mostrarme el fondo, la que entretenía mi pensar y entre el correr del reloj acrecentaba mi pesar.
Lo prometió una tarde de otoño, con ademanes enérgicos y lanzando contra mis huesos injurias y ese mirar despectivo. Sus ojos más radiantes que nunca, sus pasos rectos, firmes, su cadera haciendo pequeños círculos tras de sí, en completa y armoniosa cadencia.
Trae consigo el olor a maderas que siempre ha estado conmigo, en los labios el fino tabaco, sus ganas más temibles puestas sobre mí. Los labios entreabiertos, las pestañas oscuras y rizadas, los dedos largos, con el aire jugueteando. El sexo malgastado, los pies desparpajados, tierra en las rodillas. Aunque sus labios tan dulces, aunque sus labios...
Me ha mirado, tal cual como mis ojos sobre ella se han posado. Ha vuelto aquí, al viejo tejado, a las sombras y al polvo, al mendigo sin bocado, al principio, al venturoso vientre, a donde juro regresar alguna vez sabiendo, que nunca sería para siempre.

febrero 23, 2010

Nada (Fragmento #2)

Busco entre el cajón del escritorio, en los compartimentos raquíticos de mi billetera, en los bolsillos delanteros del pantalón que llevo encima, en el vacío gradual y cada vez más evidente dentro de mi cigarrera, en el aire nocturno, en las estrellas por el firmamento borradas... y no encuentro nada.
Busco tras los helechos que tanto cuidaba la abuela, bajo la luz de una mirada que me parece totalmente ajena, en las ventanas que ya no se empañan, en el aroma de la tierra mojada, en la sombra uniforme que ayer me prodigaban las jacarandas, entre una pasión por el tiempo apagada, entre la noche y la madrugada... y no, no encuentro más nada.

febrero 19, 2010

Ensueño (Fragmento #7)

Lo sorprendí agazapado detrás de un verso que despuntó súbitamente, para convertirse en una triste prosa; justo en la media noche, alejado de la jauría y vuelto en su más radiante locura.
Sobre las hojas de la hiedra, un tenue rocío...Calosfrío.
Voraces minutos con sus afilados incisivos carcomiendo el sonido, dejando ver a medias, el esqueleto del vacío que se entreteje en el silencio.
La oscuridad apresurada y a tientas tratando con ciego fervor de invocar al alba, y los incorruptibles relojes sin tintinear sus campanas.
El ave nocturna graznó un himno, en matices rapsódicos, sus ojos encontraron los míos. Una sonrisa sin destello brotó para mostrarme sus adentros...
Fuegos fatuos, el misticismo de una copa de vino llevada a los labios, una nueva soledad de manos frías, colgada del brazo...

febrero 08, 2010

Duerme Tranquila

La noche es demasiado oscura para no reparar en tus pechos. Estos gélidos vientos no hacen más que querer refugiarme en aquella utopía que solo encuentro dentro de tu vientre. Huir del vacío, de este vicio uniforme, de estos demonios alados, de las mentales peroratas.
No encuentro el manzano de la fruta prohibida, ni la serpiente de habla (supongo) hispana; no veo por ningún lado al "D"ios redentor, ni al mismísimo Diablo embaucador. La tentación debe ser (así me lo enseñaron), una lucha opositora a la salvación.
Pero ¿A mí, qué más me da cosechar un cielo o un infierno, sin la necesidad de un péndulo en busca de la equidad? ¿Qué más me dan loz relieves sulfurosos ó las nubes esponjosas, si por demás se, que serán de alquitrán?
Será tal vez que por eso escribo, sin reparar en las Glorias ni en las penas, o al cabo en la efímera diferencia entre la ebriedad y la sobriedad...
Duerme tranquila, que este Gato autonombrado Pardo, no te hará esta vez, si a caso maullar...

febrero 06, 2010

Necedades

Si pudieras regalarme cinco minutos
de sincera sumisión, ó tal vez seis
aunque bien serían mejor
algunos más, quizás diez.
Si pudieras dejar dormida
tu boca en la mía,
un instante, un momento
que dure toda la vida.
Si pudieras no partirme en mil pedazos
sino sólo en cien
y me cubrieras bajo tu manto,
para volver a ser, aquel de ayer.
Si pudieras contemplar mis manos
que cuando no te tocan, crean
y cuando te tocan,
logran olvidar oscuras necedades.
Si pudieras ahuyentar mis demonios
a las tierras salvajes,
a los océanos vueltos vapor
para quedarte, toda tú
reinando este infierno
con olor a licor.