junio 12, 2021

Espejos

Me mantengo desnudo frente al espejo, 
con frío y siempre con algo de miedo, 
pienso en mí y solo en mí frente a él, 
lo bueno, lo malo, lo peor y después
surge un reflejo certero del propio ego
que precisa comprender o volverme ciego;
y es duro para mí reconocerme errado
y encontrar mi alma llena de granos, 
es duro para mí colocarme en una balanza
que registra burdos ceros en mi bonanza, 
en esta fe surgida siempre en mi pecho
con el simple afán de no acabar deshecho,
como la mierda después de tirar la cadena
largándose por el inodoro que la cercena.

He dado todo, incluso hoy mismo lo doy, 
lo poco, lo recaudado en estas letras
y di más cuando creí que pude hacerlo,
he dado todo cuanto soy y ahora estoy
temblando como un prisionero de guerra,
como una veleta ante el viento más fiero
y necesito la mar brotando en mis ojos
para lavarme un poco de mis despojos,
de mi imagen reflejada en tanto error
que he cometido consignando mi amor.

Estoy desnudo y viajo por mi mente,
por mis manos ancladas en mi pecho
y me miro de frente al espejo
y es tan tierno y tan agreste el reflejo,
que me duele tanto el hecho
de saberme un soñador inclemente,
un intentador de dar felicidad
que pretende de noche, tan sólo llorar.

Recuerdo aquellos malos días
cuando aún era un infante vil
y mi padre me llevaba a cenar tacos, 
mi madre me arropaba mientras dormía
y así mi vida recobraba su tono febril, 
pero ahora esos recuerdos me son vagos.

No sé que diablos estoy haciendo
mientras pretendo estar viviendo. 

No hay comentarios: