diciembre 25, 2012

Desde el cesto de basura III

XII

Algunas veces, mientras mi nocturno
vómito pasa de la sangre a las letras,
a esta poesía simple, a secas,
imagino un sueño de tierras lejanas
a donde pueda llevarme el humo.

No serás tú la princesa encantada
ni yo el valiente corsario,
ni siquiera el maldito sapo;
seremos tierra y agua
copulando sin quererlo,
mientras el mundo mira
de un modo indistinto
los arreboles alumbrados
por nuestra carne en la pira.

XIII

Mi verso, sin lugar a dudas
ha de encallar sus pocas luces
en el fondo de un vaso
en el que refulgen tres cruces.

La primera es por mi,
la segunda por el gato
y la tercera es el arrebato
en el que le encajo las garras
a la Luna tan por sólo vivir.

XIV

Mi corbata, triste en su camín
descansa en la silla demacrada,
ajena a muchedumbres ancladas
al estupor donde el mundo es feliz.

Pero embiagaos, monseñores oscuros
de talante y de un alma inoportuna,
bebed la trsiteza de un canto duro
en donde sin más hallemos la Luna.

XV

De ti, nada recordaría
sino la levedad de tus pies
y aquella boca tuya, por ser la primera
que entre sueños de parranda
me llamó sin más poeta,
en una noche incivil y desierta
en la que con alas mutaste en quimera.

Pero en tu vuelo de hospitales
y batas blancas no me llevaste,
ni me ataste cual cordón a tu pelo
en señal de blancas palomas;
mientras yo, me quedé prendido
a tu cintura llena de tibios levantes.

Y sin embargo, las mariposas
siguen de ti hablando,
mis abrazos, buscando tu costado
y mis sienes añorando una rosa.

XVI

Como el perfecto imbécil que soy,
escribo desde el fondo del vaso
en el que surge el sentimiento
y del que a menudo no hago caso.

Pero esta noche, me importa poco
reír y hacerme el loco
que no busca sino anochecer
en esta locura cual menester.

1 comentario:

Coeli L. dijo...

De la noche surge todo, encuentros que no son, locuras o sueños... sueños donde se es quien se quiere ser o se encuentra lo que ya no es, sólo el que lo siente de este modo lo sabe. Me gustan tus versos por eso la Luna siempre me vuelve aqui, perdona la ausencia.

Un abrazo que aún tiene el calor de la noche buena... mis mejores deseos para ti poeta.