diciembre 07, 2012

Desde el cesto de basura

I

Y así, la animadversión del labio
que no logra seducir cuando calla
me incita a mirar cúmulos y estratos
en el ángulo gris en el que todo estalla.

II

De la mentira conservo
la última trilogía de letras
y la piedad si es mansamente
un arrebato del César.

III

Pudiera hoy firmarte
frente al más ciego de todos
los seniles notarios,
que no intento rendirte
bajo mis buenos modos
y mi verso estrafalario.

Dadme una pluma cargada
de anhelos desbocados,
una docena de papeles
tristemente blancos,
una espina ensimismada
bajo la sien entre laureles
y ya después, maleta en mano
dejadme una beso en la frente
para sentirme,
al menos, un poco humano.

Pero sabes bien
-de sobra lo sabes-
que no lo harás
y no lo haré.

IV

Viene el tren anunciado
desde la vaguedad de la distancia
a lo lejos,
y yo que no sé si tirarme
ante su peso inclemente
o mirar,
en sus ventanas el reflejo.

V

Sigo pensando
que el origen de todos
nuestros humanos males,
es la incapacidad absoluta
de amarnos como animales.

Pero no soy yo quien habla,
es mi lengua de gato.

1 comentario:

Arya dijo...

Cuesta comentar tan sentidos escritos....

Un abrazo y un bravo al poeta!