junio 11, 2012

Desde aquí mismo

Desde aquel mar tan lleno
de crestas y tristes oleajes
-algunas veces azules
y otras verdes-,
desde los picos que se erigen
tan cercanamente
que los hallamos distantes,
desde el voraz griterío
que callan las paredes
cuando de noche me amagan
las sombras que sangran.

Desde el pulso en la garganta,
desde la vida corriendo
con la respiración bajo la almohada,
desde mi gusto sediento,
desde el halo apagado
que en santa convierte a la nada,
desde el sol cuando muere,
desde el abismo mortecino
en el que renacen los peces, 
desde la inocencia de tus días
embriagadas de ambrosías.

Desde aquí mismo,
desde mi cantar pretendiendo
endulzar tus sueños,
desde mis brazos perdiendo
capacidad para dormirte en ellos,
desde mi sobrado empirismo,
desde mi Luna y su hoz
en la noche más atroz
he de guardarte mis destellos.

Para Axel, que ahora duerme...

1 comentario:

Ío dijo...

Para él los tendrás siempre, y tu dulzura, en todos los versos que le escribas, con luz, con amor y sueños.
Cántale al oído, bajito y en tus brazos, dile del mar, de tu Luna, dile que le quieres sin remedio, y sonríe con él, se tú también un niño.
Es tan hermoso, tan sincero, tan dolido leerte
Gracias, Gabriel
Mi abrazo desde mí aquí mismo

Ío