Dios es lo mas símilar a un pan enmohecido
junto a los víveres necesarios de la despensa
esperando el hambre de aquel envilecido
que prefierede pasar de vitctimario a ser presa,
cuando se halla frente a su corazón podrido.
Y aunque a todas luces, mi pecho agusanado
de soledades encausadas en los fríos invernales
que me vienen aquí azules y desconsolados
no me dan razón para querer cambiar mis males.
Hasta siempre dios, tan altivo y tan barbudo
pues mi talante autodidacta y siempre cruel
no necesitará en la redención tu efímero escudo.
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