El arrabal no miente
ni maquilla la verdad
a media noche.
Y en él hay gritos
y gargantas desgarradas,
hay dioses paganos,
vírgenes de alquiler
y sangre derramada.
El arrabal jamás falla
ni elucubra sus temores
en miserables derroches.
Y en él hay sombras multicolores
y líneas de polvos mágicos,
hambre de días y días sin comer,
amores envueltos de imposible
y tragos de ron con sabor trágico.
El arrabal no muere
ni necesita siquiera vivir
por que desde dentro siente.
Y en él vomitan el pecho en latidos
y los ladrones se vuelven artistas
y las señoritas surcan el asfalto
con sus agudos tacones altos,
y en la letra que sus paredes escriben
es un poema donde la vida muere.
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