Es una linda noche
y estoy sin remedio a solas
bebiendo despacio un trago
mientras van y vienen las olas,
tan cargadas de cristales y espejos
que me deforman el pecho y la frente
metido en mismas sombras de siempre.
Es fresco el clima y los borrachos
se bautizan con cerveza en el bar
donde las putas olvidan la esquina,
los niños a la pelota juegan
sin saber del acecho del mar
y los poetas comulgan con la tinta.
Es una linda noche
mientras afuera se lían a golpes
los chicos que sueñan ser matones.
Yo sólo observo y bebo un poco,
escribo y me declaro vilmente vivo
diafrutando el arrabal ennegrecido
que con mi mano diestra toco.
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