Yo también he llorado
como la mar lo hace
cuando no logra apagar
volcanes al rojo vivo
y en el rabillo del ojo
surcan peces y quimeras
follando febriles con la idea
de un despreciable escapismo.
Pero ya borracho me da por cantar
y se deprecian mis letras
tan llenas de alquitrán y de cinismo,
mi utópico corazón
se vuelve una tripa llena de heces
y en él se me viene un sucio realismo.
Podrás perdonarlo lo sé, amor
mientras duermes y no te importan
los labios entreabiertos que me llaman
por que en el fuego de tus brazos, amor
pretendo calcinada mi espesa muerte.
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