Este micro relato ha mutado
a un relato corto y también
-dios me perdone- ha mutado
a un relato largo con adornos
y figuras retóricas que bien
pudieran convertirse en un cuento
a corto plazo, o a mediano
en una novela esperando
un final menos cruento.
Sigo escribiendo, nena
no desesperes
con mi pecho
y esta mala mía cabeza.
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