diciembre 05, 2015

Próximamente

Veintitrés con treinta y dos minutos
en el reloj de la estación del subterráneo
estoy escribiendo en mi libreta una carta
que me apura desde hace algunos días
y que a medida que la escribo
me tonifica más y más el alma.

Es una carta con cara de relato corto
con cuerpo quizás de un pobre cuento
en el que mi pecho es el personaje central
entre la vida que me mantiene disuelto.

Las cero uno con trece y estando en casa
sigo escribiendo en mi libreta oscura
acerca del sentir estando en llamas
acerca de mi amor y de mi extraña locura.

No desesperes
tendrás noticias mías
próximamente.

No hay comentarios: