diciembre 17, 2015

La belleza de una rosa

Aquella noche le miré las piernas
fue la primera vez y la última
por que ahora se ha marchado
y se mantenía atenta a lo que yo decía
sonreía de forma extrañamente tierna
cuando yo estaba ya del todo embriagado.

Tenía unas piernas hermosas
no se lo pude decir
ni tampoco que jamás la había notado
con su cofia blanca y su mandil
protegiendo la belleza de una rosa.

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