Justo a la media noche
el gato de las andadas vuelve
los borrachos sonríen tambaleando
la puta va por su tercer cliente
pasan frenéticos los coches
cuando duerme el mundo enajenado.
Justo a la media noche
no hay dios
ni semáforos
no hay razón
no hay derroche
para quien no tiene corazón.
Mirando tendido el techo
de mi habitación
justo a las doce
he de ser más siendo menos.
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