diciembre 06, 2015

Canto

Mi guitarra me mira desde su esquina
está enojada conmigo, con mis manos
y con esta voz queda que ya no canta.

¡Ten un poco de calma! - suave le digo-
y la tomo del brazo para acariciarla
mientras a mí me acaricia el diablo.

Y un poco le canto.

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