diciembre 23, 2015

A Elvira Lee

Sigues siendo bastante linda
a pesar de la vida y de los días
que te han el alma revolcado
a pesar del encuentro con el Mictlan
y con la ausencia de saberse un sol
sin la sombra para ser memorado.

Sigues siendo azul y cristalina
una mujer que sonríe entre los grises
más descoloridos y fieros de la desdicha
del maullido en tu cadera nunca triste.

Tú y el sol son cuestión de lo mismo
me lo han dicho el atardecer de tus brazos
y el beso que has dejado en mi mejilla
cuando más resecos mis labios.

De alguna manera en mi realidad
tan nocturna y terriblemente embriagada
sé bien ahora mismo que escribo
y que en mi letra se esboza una verdad
que no eres más que la luna nacarada
pendiente de los traspiés que vivo.

Tú sin embargo sonríes de noche
para llenarme de elogios fantásticos
cuando prentendo más las calles
para terminar arrollado por los coches.

Tú sigues siendo azul y cristalina
una chica bastante real y linda
un ser para compartir mi cofradía
de loco y terriblemente poeta
que se disfraza de hombre de bien
entre los rayos del sol del día.

Y yo sólo sé que te quiero
y que mi letra no te alcanza
del todo cuando pido para ti
la sonrisa y la esperanza.

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