diciembre 27, 2015

Entre tus brazos, nena

Me gustaría morir
entre unicornios y colibríes
sobre el blanco de un papel
que trafica el corazón en tinta
besando la realidad por los pies
de un a verdad que late extinta.

Me gustaría morir a ojos cerrados
después de beber algunos tragos
en la antesala nacarada de la muerte
fumando miles y miles de cigarrillos
con los que hubiera discutido de la suerte
de ser un ente en esta vida amarillo.

Me gustaría morir entre las calles
por una bala tímida con cara de perdida
o en entre la calma más bella de tus brazos
señorita Janeth Hernandez.

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