febrero 16, 2016

Un diestro corte

Muy hacia el norte y tenuemente
los fuegos fatuos desnudos bailan
sin importarles el frío ni la escarcha
acumulada tras meses en el alma.

Incluso la sonrisa es una pequeña tragedia
guardada en un tonel cargado de licor
para las noches que duermen sin asepsia
ni rayo que nos abrace a pesar del sol.

Haciendo cuentas tengo doscientos poemas
que guardé con cerrojo entre las manos
que aprisionan mi malnacido corazón
tan sólo para ti para verterlos en tus labios.

Muy hacia el norte justo en la garganta
me luce sin lucirse un diestro corte
que sangra sin ti a la espera del alba.

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