febrero 22, 2016

Terrones de sal

Existe una extraña conexión
entre el mal y el sospechoso bien
una tenue cofradía entre la luna y el sol
que al parecer tienen los mismos pies
un brindis de modo subterráneo
entre la imagen de un dios con el diablo.

He soñado con aparecer sin resaca
cualquier día de estos por la mañana
sigiloso y escéptico del pasar de la vida
para beber aquel elixir común de la bebida
que el mundo contemporáneo bebe
y después sonríe a pesar que todo debe.

Y entonces soy yo un inveterado pelmazo
o lo es el mundo bebiendo viles placebos
evitando la crueldad verdadera del trazo
que mantengo firme ante tu pecho.

Existe una extraña conexión
entre el mal y este gato que bebe y escribe
un vínculo que me evita siempre follar
sin salpimentar el momento de amor
imaginando una hotel en el viejo Tibet
con terrones de blanca de mar.

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