Yo soy tan franco como cruel
te acuchillo de frente o te abrazo
mi corazón es un etéreo infierno
y es un sediento cabrón siempre borracho.
Escribo para no declararme un loco
para esbozar mi modo de mirar la belleza
de la forma en que yo a solas la concibo
para afrontar la propia y gris locura
entre bares y putas y malos versos
bebiendo y viajando en el estribo.
No necesito más que una musa
un trago, una docena de cigarros
y la tinta negra de una afilada pluma
para mantenerme en la vida centrado.
Olvidé las charlas con las putas
pero ellas perdonan si escribes borracho.
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