febrero 07, 2016

Un cuarto de ron blanco

Yo soy de los que cada noche
sufre en algún grado de desconcierto
de los que escriben lo que tienen
entre las manos y el raquítico pecho
de los que a solas siempre beben
por no haber sido arrollado por los coches.

Hoy me masturbé por la mañana
antes de la matutina ducha diaria
y pensaba en ti mientras el blanco
vomitaba de mi solitario falo.

Tengo una terrible devoción por tu boca
una esperanza inmaculada en tus pechos
y me letra aficionada por las copas
cuando me sé vil y deshecho.

Yo soy de los que nocturnamente
se masturban calládamente el alma
para extraer de sí una onza de versos
para mantenerme medianamente cuerdo.

Tengo aún un cuarto de ron blanco
y un escozor entre el alma y el falo.

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