febrero 01, 2015

Cuando hablo de dios

Cuando hablo de dios
hablo de ti
y tal vez también de mí,
del odio y del amor,
de la incertidumbre,
del hígado y del pulmón,
del espesor de la carencia,
de aquellos días en que el sol
tan sólo quema y no calienta
la piel ni ensalza la pobredumbre
del ser cuando pretende un razón.

Cuando hablo de dios
hablo de signos de admiración
bajo la lápida de la crueldad
de aquellos signos de interrogación
cuando mis sombras se besan con la mar.

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