Soy la pluma de un inmenso cuervo
que argumenta para sí la locura
en estos erráticos e inciviles tiempos
en los que todo se debe argumentar
y soy aquel que escribe en libertad
a pesar de hallarse atado a ti cintura.
Soy la argumentación que necesitas
para revolverte de noche el cabello
mientras me miras en mi mesita
versando de ti lo más cruel y lo más bello.
Soy, nena
un náufrago de ti
sin tu abrazo
y sin ti.
Pero soy la pluma de un inmenso cuervo
rondando tibia y de noche tu pecho.
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