noviembre 22, 2015

Dios es testigo

Hoy terminé un relato corto
que me costó varios días
y ciertamente
un duro dolor bajo el escroto
parecido a la patada en los huevos
de la vida que brinda a diario
luchando feroz y ensimismada
contra la silenciosa muerte
entre colillas muertas de cigarros.

Dios es testigo de mi corazón
disuelto en la más pura verdad
de un vaso a la mitad de ron.

En mis sueños aún persiste
la agonía azul de no dormir en tu ombligo.

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