noviembre 25, 2015

Las piernas de las manecillas

Cierta estabilidad hay en el punto
en el que las piernas de las manecillas
del reloj por el inicio más cruel se unen
al ritmo lentísimo de sensuales caderas
caminando por aceras laceradas por dios
emancipado del todo de credos y cruces.

Nunca he pecado por mentir
pues todo lo que he escrito
ha sido miserablemente cierto
y la espera del albor en ayunas
oscilando entre bajezas y grandezas
nacidas bajo mi propio sentimiento.

Ayer morí dos veces y resucité
con esta última vida de gato
naufragando en este futuro sin ti
que me adjuntaba junto a ti un después.

No hay comentarios: