Me abrazas ¿y luego qué?
si tu abrazo no me logra decir nada
de cielos o siquiera tibios infiernos
para recostar mi cabeza en la almohada.
Hay un camino que van dejando mis pies
y en ese camino una nube de terciopelo
pretende que huyas lejos de mi hondonada.
Disculpa si no puedes para mi destino
de viajero con pase a la chingada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario