octubre 19, 2015

Rojo

Tantas veces he ido y venido
por los lares donde ha perdido
el limonero su aroma y la sombra
por los parajes donde no cala el sol
y en los que descansa el viajero
después de chamuscada su sombra
exhausto de arrastrar su corazón
entre los piel ahogados en olas de mar.

Tanto he confesado lo que he escrito
que la aurora del rojo pasó al rosa
en el que se deslava la tibia sangre
murmurando griteríos de caracolas.

Estoy situado en la esquina de un norte
que reclama referencias del sur
para volar como los patos suicidas
en busca de un cielo más nítido en su azul.

Tantas veces he ido y venido
que el regreso es una mancha en la pared
una cama individual lacerante y fría
con sábanas viciadas y tejidas cual red.

Red en inglés se traduce literalmente
al torpe español actual como rojo
no lo noté como tampoco a la muerte.

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