octubre 17, 2015

Noroeste

Hablando del norte siendo noche
andando errabundo y maloliente
cansado de la letra que me mata
y me muestra febril ante la muerte
que fuma y bebe diariamente conmigo
hablando de revoluciones malvas
de putas que miran dentro de los coches
enseñando algo más que el ombligo.

Las agujas siempre apuntan hacia arriba
y enloquecen y giran descomunalmente
cuando descubren su raíz en el centro
que cuando nadie miras siempre las ata.

Miro el poniente mientras mi corazón
escupe sangre y agónico se retuerce
en este silencio que me brota cual razón.

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