No obstante
los tiempos corren
por dónde corre la vida
algunas veces
solo para empinar
una gran carrera
que consiga dejarnos
certeramente exhaustos
y con la lengua de fuera.
Tic-tac, tic-tac, tic-tac...
Algunas veces canta las horas
un cucú azul fresco y sonriente
y otras tantas un oscuro cuervo
que asemeja el albornoz de la muerte.
Tic
tac
tic
tac
tic
tac.
Supongo que ahí
es cuando todo acaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario