abril 28, 2016

De una mujer y de dios

Una mujer cierra los ojos
mientras me besa
y después febril me mira
me abraza en su temblor
y me besa con su sonrisa.

Una mujer me hace querer
de nueva cuenta
cada vez más y más
entre sus labios me debato
queriéndola amar.

Esto no es más que una despedida
a todas mis hermósamente terribles
y almacenadas y entibiadas quimeras
esperando por ser para mí queribles.

Una mujer cierra los ojos
mientras su alma entera
me besa
y yo sin más estoy en rojo
desde el pecho
hasta la hinchazón entre mis piernas.

Que sea lo que dios quiera.

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