El subterráneo corre veloz
la gente que en él viaja sentada
la mayoría de las veces duerme
o lee algún amarillento diario
o les mira el culo a las chicas
o sólo espera en gris la muerte.
Escribo un poco mientras viajo
por las entrañas de esta ciudad
bostezando en su mortal letargo.
El subterráneo corre veloz
y yo me callo la voz
no así, las manos.
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